Logo La Derecha Diario
Logo Whatsapp
Hombre con gafas y traje oscuro hablando en un podio con el escudo del Reino Unido.
POLÍTICA

El gobierno británico está arrestando gente por opinar a favor de las protestas

Las autoridades inglesas amenazan a la población afirmando que "incluso un simple retuit podría llevarte a la cárcel".

El socialista y autoritario Primer Ministro británico, Keir Starmer, ha enfocado su ira en lo que los políticos ingleses consideran la raíz de todos los problemas sociales: "un exceso de libertad de expresión en las redes sociales".

Durante los últimos días, el gobierno británico ha estado solicitando  a las grandes empresas tecnológicas, especialmente a X de Elon Musk, que intensifiquen sus esfuerzos  para erradicar,  según ellos, la "desinformación y el odio",  mientras la criminal represión de Starmer, tras las protestas en respuesta al asesinato de 3 niñas a mano de un ruandés de 17 años, ha adoptado un tono orwelliano.

Como Musk se ha negado  a colaborar, incluso provocando a Starmer con acusaciones de "policía de dos niveles" y sugiriendo que el Reino Unido está al borde de una "guerra civil", el gobierno ha optado directamente por silenciarlo. 

Hace unos días, el director de la fiscalía pública, Stephen Parkinson, declaró que incluso un  simple retuit  podría  llevarte a la cárcel. "Puedes estar cometiendo un delito si reenvías, repites o amplificas un mensaje que sea falso, amenazante o incite al odio racial o religioso", explicó el autoritario funcionario.

"Piensa antes de publicar", tuiteó anoche la cuenta oficial de "Gov.UK", recordándole a los británicos que "el contenido que incita a la violencia o al odio no solo es dañino, sino que también puede ser ilegal".

Este último mensaje captó la atención de Musk, quien  lo retuiteó para sus millones de seguidores. Ahora, los comentarios de la publicación de Gov.UK están llenos de estadounidenses furiosos, lamentando la caída del Reino Unido en el totalitarismo y compartiendo imágenes de Starmer vestido como un dictador norcoreano  perfectamente peinado: "Keir Jong-Un",  explicaron.

"La caída del Reino Unido en el autoritarismo progresista ha sido un proceso de décadas, no de días, y la represión de Starmer a la libertad de expresión no sorprenderá en absoluto a quienes han estado atentos", comentó un usuario en X. 

El experimento británico de casi 60 años en legislación sobre "discursos de odio" es una advertencia  para el mundo. En 1965, introdujeron por primera vez el delito de "incitación al odio racial" en la Ley de Relaciones Raciales.

Hoy, tienen leyes contra la "incitación al odio religioso", las comunicaciones en línea "groseramente ofensivas" y unas fuerzas de seguridad que acosan diariamente  a las personas por llamar "hombres" a los hombres. 

Una investigación realizada por The Times en 2017 muestra un aumento alarmante en los arrestos  por mensajes considerados "ofensivos"  en internet, lo que evidencia un control estatal cada vez más estricto  sobre lo que se puede decir en público.

Una de las cuestiones más alarmantes  es el interés creciente del Estado  británico en monitorear  y castigar  lo que la gente dice en privado, como en el caso de mensajes en grupos de WhatsApp.

Esto se agrava con la Ley de Delitos de Odio de Escocia, impulsada por Humza Yousaf, que elimina  la tradicional protección de la privacidad del hogar en relación con el "discurso de odio".

Esta ley podría hacer que cualquier conversación en privado sea susceptible de ser considerada un crimen, marcando una expansión preocupante del poder estatal en la regulación de la libertad de expresión.

La pregunta es: ¿Quién te gustaría que actuara como tu Ministerio de la Verdad? ¿Las grandes empresas tecnológicas? ¿El gobierno? Ninguno de los dos tiene un historial especialmente prometedor. En 2020, Silicon Valley censuró de manera agresiva la historia del ordenador portátil de Hunter Biden, etiquetándola como "desinformaciónrusa", aunque más tarde resultó ser auténtica.

Hace unos días, una mujer de 55 años fue arrestada en Cheshire  bajo la sospecha de haber cometido el delito de "desinformación", y por su presunto papel en la "difusión del rumor" de que el asesino de Southport era un solicitante de asilo musulmán. 

➡️ Reino Unido ➡️ Política

Más noticias: