
El grupo terrorista de izquierda Antifa dejó su marca en los disturbios en el Congreso
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, había advertido previamente sobre la presencia de grupos violentos.
En una nueva jornada de violencia frente al Congreso de la Nación, las fuerzas de seguridad federales desplegaron un firme operativo para garantizar el orden público y evitar cortes de calle durante la habitual marcha de jubilados.
La Policía Federal, Gendarmería y Prefectura Nacional actuaron conforme al protocolo antipiquete, protegiendo el derecho a la libre circulación de los ciudadanos.
Sin embargo, la manifestación se tornó violenta cuando terroristas de extrema izquierda y grupos encapuchados, que decían respaldar el reclamo jubilado, intentaron cortar el tránsito realizando un “semaforazo”. En ese momento, la infantería de Gendarmería avanzó de manera preventiva para contener el desborde, pero fue recibida con agresiones físicas. Los terroristas usaron palos, cinturones y objetos contundentes, enfrentándose directamente con los efectivos.

En la intersección de la avenida Rivadavia, otra columna de manifestantes atacó a las fuerzas del orden, provocando nuevos disturbios. La policía se vio obligada a utilizar gases lacrimógenos y elementos de disuasión para restaurar el control.
En este contexto, los agresores, muchos de ellos con el rostro cubierto, llegaron incluso a robar escudos de los agentes, demostrando un accionar premeditado y coordinado.
Varios manifestantes resultaron heridos producto de los enfrentamientos que ellos mismos generaron, al desafiar a las autoridades y actuar con violencia. Los disturbios provocaron demoras en el tránsito, a pesar del esfuerzo de las fuerzas de seguridad por mantener la avenida Rivadavia habilitada mediante un estratégico vallado en la zona de Callao.

La ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, había advertido previamente sobre la presencia de grupos radicalizados en la movilización. La advertencia se confirmó cuando se detectaron símbolos y grafitis pertenecientes a la organización terrorista de izquierda Antifa, considerada internacionalmente como un grupo violento con antecedentes de vandalismo y ataques a las instituciones democráticas.
El operativo de seguridad fue clave para evitar una mayor escalada de violencia. Gracias al accionar profesional de la Policía y las fuerzas federales, se logró contener una situación que podría haber terminado en caos, preservando la integridad del Congreso y los derechos de todos los ciudadanos.
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