Israel asegura que Hezbolá perdió el 80% de su arsenal tras operaciones en el Líbano
El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, afirma que Hezbolláh ha perdido la mayor parte de sus misiles y cohetes.
Yoav Gallant, ministro de Defensa de Israel, reveló en una visita al Comando Norte del Ejército que Hezbolláh ha perdido alrededor del 80% de su arsenal de cohetes y misiles tras un mes de intensos enfrentamientos en el Líbano.
“Estimo que la capacidad restante de misiles y cohetes es de alrededor del 20%, y además,[Hezbolláh]no está organizada como antes para lanzar grandes andanadas”, afirmó Gallant, aludiendo a la debilitación estructural de las fuerzas del grupo terrorista chií.
Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente desgaste militar para Hezbolláh, ya que Israel ha centrado su campaña en el sur y el este de Líbano, así como en el Dahye, el suburbio del sur de Beirut que es considerado uno de los bastiones más importantes de Hezbolláh.
Este operativo ha resultado en la eliminación de varios de los líderes del grupo, causando más de mil víctimas mortales y forzando el desplazamiento de aproximadamente un millón de personas.
Israel evalúa detener la ofensiva en Líbano
Además de la declaración de Gallant, el medio israelí Walla informó que el gobierno de Israel considera haber cumplido con la mayoría de sus objetivos militares en la región.
Según Walla, altos funcionarios indicaron que el primer ministro Benjamín Netanyahu tiene programada una reunión con ministros y altos mandos de seguridad para discutir la posibilidad de negociar un acuerdo que detenga las acciones militares en el Líbano.
La ofensiva israelí comenzó hace un mes con una serie de bombardeos masivos en el sur y el este del Líbano, buscando desmantelar la capacidad ofensiva de Hezbolláh. Israel ha justificado estos ataques como una medida para proteger su seguridad y neutralizar la influencia de Irán en la región, ya que considera a Hezbolláh como un “satélite” de Teherán.
Consecuencias del conflicto: una crisis humanitaria en Líbano
El prolongado conflicto ha dejado secuelas devastadoras en el país. Los ataques han reducido significativamente la infraestructura en varias ciudades y han creado una crisis humanitaria para los millones de libaneses que enfrentan desplazamientos, falta de servicios básicos y altos niveles de inseguridad.
La magnitud de los daños, sumada a la presión de la comunidad internacional, ha incentivado a Israel a replantearse la continuación de la ofensiva.
A medida que la situación evoluciona, el futuro del conflicto permanece incierto, aunque se prevé que las reuniones de alto nivel en Israel determinen los próximos pasos.
El debilitamiento de Hezbolláh podría tener consecuencias duraderas para el equilibrio de poder en Medio Oriente, especialmente si se logra un acuerdo que detenga la escalada militar y reduzca la influencia iraní en la región.
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