Joven cubierto de petróleo sostiene un cartel amarillo con el mensaje Mar del Plata sin petróleo de Greenpeace en una playa rocosa
POLÍTICA

La ONG terrorista Greenpeace busca frenar el desarrollo petrolero argentino

La ONG rechaza proyectos clave para el desarrollo energético nacional, mientras calla ante la explotación en Malvinas.

Greenpeace Argentina volvió a pronunciarse en sus redes sociales contra el avance de las exploraciones  offshore en el país.

Una vez más recordamos que  es necesario que se avance en la protección de ecosistemas  que son vitales para la regulación climática como lo es el océano y todas las especies que habitan en él.  Sumate y juntos exijamos acciones urgentes para proteger el planeta, publicó la organización en su cuenta de X, reforzando su rechazo a los proyectos de prospección petrolera que buscan evaluar el potencial energético del lecho marino argentino.

Este posicionamiento se atribuye como un respaldo público al Conicet, organismo que en distintas ocasiones ha compartido contenidos críticos sobre las actividades offshore, incluyendo el actual stream en las que se transmite la extracción de fauna marina para generar impacto en redes sociales.

Tres imágenes muestran estrellas de mar naranjas, una bordada con la frase larga vida al Conicet y una bandera argentina, otra es un dibujo animado sosteniendo una bandera celeste y blanca, y la última es una estrella de mar real en el fondo del mar.
La estrategia incluye viralizar material en plataformas digitales para luego ser replicado por páginas y cuentas afines a diferentes ONGs. | La Derecha Diario

La estrategia incluye viralizar material en plataformas digitales para luego ser replicado por páginas y cuentas afines a diferentes ONGs. Este sistema de transmisiones se realiza con fondos públicos, como parte de una campaña de incidencia política más que ambiental.

El historial de Greenpeace muestra que sus acciones no se limitan a publicaciones en redes sociales. La organización acumula antecedentes de intervenciones controvertidas que han generado rechazo internacional. En 2013, activistas  —entre ellos los argentinosCamila Speziale y Hernán Orsiintentaron encadenarse a una plataforma petrolera  en el Ártico ruso, acción que las autoridades desbarataron y que derivó en más de dos meses de detención.

Este hecho fue calificado por críticos como “terrorismo ecológico” debido al riesgo  que representó para los trabajadores de la plataforma. En 2006, Greenpeace realizó una polémica protesta en Alemania contra la caza de ballenas, colgando una ballena muerta de más de 20 toneladas en una plataforma.

Aún más recordado fue el episodio de 2014  en las Líneas de Nazca, donde la ONG fue acusada de causar “daños irreparables” al intervenir el sitio arqueológico con un mensaje alusivo al cambio climático, durante la COP20 en Lima.

Personas con camisetas amarillas colocando grandes piezas de tela amarilla sobre el suelo en un paisaje árido y montañoso
La organización delictiva Greenpeace colocó un mensaje en una zona de las Líneas de Nazca. | La Derecha Diario

Paradójicamente, Greenpeace no ha realizado pronunciamientos de peso contra la explotación petrolera que lleva adelante el Reino Unido en las Islas Malvinasterritorio argentino ocupado ilegalmente—, lo que expone la arbitrariedad de sus campañas y refuerza las críticas sobre el carácter selectivo de sus reclamos.

Mientras tanto,  las exploraciones offshore  en aguas nacionales  representan una oportunidad concreta para potenciar el desarrollo energético del país, atraer inversiones y generar empleo, en un contexto de creciente demanda mundial de recursos energéticos.

El debate, así, trasciende lo ambiental: se trata de definir si Argentina puede avanzar hacia el aprovechamiento soberano de sus recursos o si seguirá condicionada por agendas externas y ONG que, como Greenpeace, priorizan la visibilidad mediática antes que el desarrollo nacional.

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