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Hombre con barba y traje oscuro señalando hacia el frente con expresión seria.
SOCIEDAD

Agustín Laje en exclusivo con LDD aniquiló a la izquierda en su nuevo libro

Destacó la figura de Bullrich y que es imposible un escenario que tenga de nuevo de presidentes a Macri o Cristina.

Agustín Laje presentó su nuevo libro Globalismo y anticipó la agenda futura 2045. Como buen politólogo, analizó prematuramente el escenario electoral argentino en 2023 y advirtió la llegada de Javier Milei  a la presidencia cuando en la mayoría de los medios y las encuestas posicionaban a  Larreta o a Massa como los dos favoritos. Del primero, dice que es un “muerto político” y del segundo, que es “peligroso”.

A pocos días de publicar su sexto libro, que se suma en la biblioteca de otros éxitos editoriales como lo fueron “El libro negro de la izquierda” o “La batalla cultural: reflexiones críticas para una Nueva Derecha”, Agustín Laje reflexiona sobre su voluntad de anticiparse y contribuir a la llamada batalla cultural, a facilitar una definición de la nueva derecha  y contar de qué trata la libertad que plantea el liberalismo, y que en Argentina se empezó a vivir con la llegada de Milei.

Entrevista a Agustín Laje por La Derecha Diario en Viva La Derecha Fest

Destaca como acto heroico  el de Patricia Bullrich de sumarse a dar la pelea apoyando a Milei porque según él, fue “la que mejor entendió todo”. Sostiene que el PRO hoy, al igual que toda la oposición, está diezmada porque dado este presente en Argentina, de un “evidente crecimiento en todos los órdenes”, el tiempo de soñar con una vuelta de Macri o de Cristina a la presidencia, es imposible, salvo que se desatara un “cataclismo”. En una  entrevista exclusiva con La Derecha Diario y EDATV, Laje anticipa otra vez, hacia dónde marcha esta nueva Argentina y cómo es vista en el mundo gracias a Milei.

En los pequeños ratos en un hotel en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, menos destinados al reposo y sí más para recibir a periodistas que aprovechan su visita al país, Agustín Laje, ultima compromisos editoriales, entrevistas y si hay tiempo, una ducha y alistarse como gran conferencista para subir al escenario del Auditorio de Belgrano donde lo esperan más de mil personas que quieren escuchar su exposición, al igual que la de Nicolás Márquez  o  Javier Negre, los otros grandes referentes de la llamada batalla cultural, en el evento “Viva La derecha Fest”. Tal vez para él, un sábado cualquiera en cualquier ciudad del mundo en un hotel, es un sábado más, y con esa gran predisposición y calidez que tiene apenas comienza a hablar, nos recibe como si fuéramos los únicos que hoy van a preguntarle cosas o pedirle una foto.

Periodista: Gracias por recibirnos con una agenda tan sobrecargada por estos días. A propósito de ello, estás presentando tu sexto libro “Globalismo”. Nos gustaría hacer un punteo de los otros cinco libros y preguntarte además, si como escritor encontrás un hilo conductor, o cuál es la subtrama que aparece por debajo de cada uno de ellos

Agustín Laje: Más que un hilo conductor, hay una voluntad de combate. En todo caso, ese hilo conductor es la voluntad de anticiparme al combate cultural en temas que entiendo que son urgentes y que habitualmente la derecha siempre ha llegado tarde. Por ejemplo, vos ves el libro “Los mitos setentistas: mentiras fundamentales sobre la década del '70",  que fue el primero, era sobre el setentismo en una época en que la cuestión de los setenta era álgida, era el tema de la discusión política en Argentina a cada rato. En el 2013, “Cuando el relato es una farsa: la respuesta a la mentira kirchnerista”,  trató de anticiparse a las elecciones de medio término de aquel año después de una elección muy buena que tuvo Cristina Kirchner en 2011,  su reelección con el  54%, te acordarás.  Entonces, vamos a tratar de hacer un libro para influir en las elecciones, así que bueno decís ¡¿cuánto puede influir un libro?! Mirá, no sé, pero es lo que yo sé hacer, es lo que puedo hacer. Después ya con  “El libro negro de la nueva izquierda: ideología de género o subversión cultural”  aquí ya hubo una anticipación muy fuerte, empezamos a hablar en ese libro junto con Nicolás Márquez de feminismo, aborto, LGBT, género,  y la gente que leyó ese libro, ese año de 2016 y que vino a nuestras presentaciones nos miraban como diciendo ¿de qué están hablando estos tipos? Es más, hubo amigos que nos recomendaron, por qué no retoman los a los viejos temas que ustedes escribían libros contra los Kirchner, en vez de estar hablando sobre aborto, sobre LGBT y estas cosas. ¡No, no y no! Es que esto es lo que va a venir, ¡esto es lo que viene! Y ese libro se convierte en un clásico precisamente porque anticipó algo que venía. Luego el libro “La batalla cultural: reflexiones críticas para una Nueva Derecha”, es un libro de filosofía política, muy programático, hablando de la nueva derecha… ¡y lo que vino fue Javier Milei!  Milei presentó ese libro en la Feria del Libro en 2022. Después vino “Generación idiota: una crítica al adolescentrismo”  que es un libro sobre wokismo en un momento en que también la cuestión woke todavía no sabíamos muy bien qué era.  Ese libro exploró ese tema con otros términos, pero ese tema en sí. Y ahora llega  "Globalismo", y globalismo es un libro que anticipa tanto, que anticipó el pacto del futuro y la agenda 2045, aun antes de haber salido porque este libro terminó de ser escrito en mayo se va a publicar el 15 de octubre y yo ya en este libro en su capítulo de agenda 2030 digo que están planeando una nueva agenda para los próximos años y va a tener lugar en la cumbre del futuro. Eso está escrito acá, es decir, lo pueden constatar. Entonces vos me dice cuál es el hilo conductor, mirá, temáticamente son libros de derechas, son libros de ciencia y de filosofía política y el hilo conductor es una voluntad de contribuir a la batalla cultural, anticipándonos a los grandes temas que terminen definiendo una época. 

Dos libros titulados
El último libro de Agustín Laje disponible el 15 de octubre de 2024 | Redacción

P: Destaco términos que traes, entre otros, el término  “la derecha”. Desde tu profesionalismo, definí qué es la derecha en Argentina. Porque tocamos de oído, la derecha siempre definida como el extremo de tal cosa, el extremo del peronismo, el extremo del kirchnerismo ¿qué es la derecha hoy? 

AL: Mirá, yo tengo que recurrir a categorías de filosofía política para responder porque es una pregunta muy difícil y sin embargo, muy fundamental. Vamos a agarrar un autor llamado Norberto Bobbio que escribió un libro bueno llamado Derecha izquierda. Bobbio termina definiendo a la derecha por la aversión hacia la igualdad. ¿Qué es la derecha? bueno, en principio es una reacción contra las políticas igualitaristas propias de la modernidad.  Entonces por ejemplo, el liberalismo en algún tiempo fue de izquierdas, ¿cuándo? cuando el liberalismo levantaba las banderas de la igualdad ante la ley, por ejemplo, la Revolución Francesa y al frente tenía a sectores defensores del Antiguo Régimen, de la monarquía absoluta, que no querían igualdad ante la ley. Entonces, esos sectores se sentaban hacia la derecha de la Asamblea, le querían dar el veto al rey, el poder de veto al rey y la izquierda era igualdad ante la ley. Claro, después vino el socialismo y el socialismo ya no solo quería igualdad ante la ley, quería igualdad económica y el liberalismo entonces se corrió hacia la derecha defendiendo la igualdad ante la ley, pero diciendo “oiga, es que si yo planifico la igualdad económica de la sociedad tengo que acrecentar el aparato estatal y eso significa perder en libertad y nosotros como liberales defendemos la libertad y la única igualdad que vemos compatible con la libertad individual es la igualdad ante la ley". Entonces el liberalismo clásico pasó a la derecha con la irrupción del socialismo. Nuestro siglo 21, además de socialismo de siglo 21, presenta otras ideologías que, insisto, se la suele agrupar en la categoría woke o wokismo, hay gente que le llama también “progresismo”,que en términos técnicos es otra cosa, pero vamos a tomarlo, y en esas ideologías aparecen otras demandas igualitarias. Por ejemplo, temas LGBT, temas feministas, temas indigenistas, que demandan la intervención del Estado con la promesa de “igualar".

P: Este “progresismo” corrió el foco de lo económico y le encontró una vuelta para instalar esa ideología en las mentes de las personas... 

AL:  Exactamente. Pasaron al terreno “cultural”, por decirlo de algún modo. Frente a eso, aparece la nueva derecha que dice “oiga, todo esto que usted presenta como igualdad en realidad es servidumbre”, porque implica una autoridad estatal cada vez más expandida que necesita controlar la vida de las personas con el objetivo de igualarlas. Si antes tenían que controlar tus ingresos para igualarlos, ahora tienen que controlar tu cama,  ahora tienen que controlar cuántos tienen pene y cuántos tienen vagina en un consejo directivo de una empresa privada. Ahora tienen que controlar las etnias de las personas para hacer políticas de “discriminación positiva”. Tienen que controlar el color de las personas, bueno en nuestro país no, pero por ejemplo, en Estados Unidos donde el “racismo invertido” y esa onda, está muy extendido. También, el color de las personas, vamos a hacer políticas de discriminación positiva. Entonces, ¿qué es la derecha? era la pregunta, bueno, la derecha es un conjunto de ideas políticas, cuyo norte es la libertad y que se ponen en guardia frente a las promesas de igualdad que utiliza la casta política para amplificar los aparatos del Estado.

Un hombre con barba y cabello corto lleva un traje azul y camisa a rayas, posando frente a un fondo gris.
Agustín Laje | Redacción

P: Otro tema que traías cuando enumerabas tus libros, está en el imaginario que "globalismo" puede venir del término globalización, un término que se expandió en los años ‘90 y que lo conocemos muy bien. ¿Qué conexión hay? ¿Globalismo es un concepto que viene de globalización y se redefinió? 

AL: Sí, globalización es un término distinto. Globalización, como bien dijiste, se populariza en la década del noventa, refiere a la interconexión económica del mundo, posibilitada por tecnologías de la comunicación, tecnología digitales, tecnologías de los transportes que van achicando el mundo de alguna manera, nos van haciendo una aldea global. Bueno, el globalismo es otra cosa, el globalismo no es un fenómeno económico sino un fenómeno político. El globalismo tiene lugar allí donde empiezan a surgir organizaciones supranacionales, supraestatales que demandan el poder de controlar políticamente el globo. Claro, hasta el siglo 21, hasta nuestro siglo, y desde el siglo 16, el mundo se repartió en Estados modernos. ¿Esto qué significaba? bueno, que dentro de su frontera el Estado definía su destino, definía su modo de ordenamiento interno y sus relaciones con el exterior. Eso está cambiando en este siglo 21. Porque ese poder de definir lo que pasa, cómo ordenamos, mi derecho sobre este territorio, se está desplazando hacia organismos supranacionales, supraestatales sobre los cuales no tenemos ningún tipo de control. Por ejemplo, Naciones Unidas es el caso más claro. En Naciones Unidas se define algo llamado Agenda de los Objetivos del Desarrollo del Milenio en el año 2000, objetivos que teníamos que cumplir hasta el año 2015. Esos objetivos no se cumplieron, eran 8 objetivos. En el año 2012 el Secretario General, en Río+20 dice, miren muchachos, esto no se cumplió, no se va a cumplir, pero vamos a redefinir nuevamente nuestra agenda de cara al 2030. Así nace la agenda 2030, la agenda de los objetivos del Desarrollo sostenible y como estamos ya casi en el 2025 y vemos que tampoco se va a cumplir, es más, estamos peor en todos los objetivos de lo que estábamos. Esta agenda empezó en el 2015, que por cierto ahora son 17 objetivos y 169 metas, ¡pues entonces ahora hay que redefinir la agenda una vez más de cara al 2045! en el pacto del futuro… Bueno, esto se llama gobernanza global. Nosotros no debatimos esos temas, nosotros no elegimos esos temas, no votamos esa agenda, nadie nos consultó, a nadie le importa nuestra opinión. Pero eso se cocina allá, ni siquiera en Argentina, se cocina allá afuera. Ese es un ejemplo, clarísimo de globalismo.

P: Para terminar con esta etapa de la entrevista que tiene el lanzamiento el 15 de octubre tu último libro, ¿qué le va a dejar a tus lectores de siempre y a los nuevos?

AL: Como te dije,  yo tengo una voluntad de anticiparme a temas porque me he cansado de que la derecha siempre esté rezagada en el tiempo. Siempre estamos reaccionando tarde. Siempre que llegamos a reaccionar a un tema ese tema está tan instalado que ponerte en posición de combate, cuesta mucho más. Globalismo es una palabra muy nueva en el léxico político, esta palabra debe tener como mucho, cinco años. La mayoría de las personas no la conocen. En ese sentido, pasa algo muy similar a cuando sacamos El libro negro de la nueva izquierda, que hablábamos de ideología de género y en esa época tenías que explicarle muy detenidamente a las personas qué era ideología de género, porque es que no se hablaba de eso. Bueno, ahora que no se habla de esto, yo quiero escribir un libro sobre esto. ¿Qué le va a dejar al lector? Mirá, yo te diría, vamos a posicionarnos en la nueva derecha, o sea, hablamos recién de la derecha en términos generales, ahora hablemos en específico de la nueva derecha. La nueva derecha está compuesta por tres grandes sectores:  libertarios, conservadores y lo que podríamos llamar, soberanistas. Los soberanistas son los que demandan soberanía nacional, los que quieren que se respete la Soberanía del Estado Nación. Al libertario, ¿qué le va a dejar? Vamos por sección. Al libertario este libro le va a dejar un alerta. El libertario depende de una teoría política, donde encuentra el foco del ataque a la libertad en el Estado. Claro, porque depende de una teoría que era de otros tiempos, donde mayormente quien podía atacar tu libertad, era el Estado. Eso está muy bien pero hoy por encima del Estado hay otra cosa. Quiero mostrarle al público libertario “oigan, sigamos combatiendo los excesos del Estado y crecimiento del Estado y demás, ¡pero cuidado! porque el Estado hoy está sirviendo a una estructura de poder que está por encima de él. Entonces, el libertario se va a llevar eso, una innovación total para su teoría política. El conservador, bueno el conservador vamos a decir que está muy preocupado por las agendas progresistas y woke. Bueno, acá en este libro yo explico cómo el globalismo instrumentaliza a los grupos woke, cómo instrumentaliza a las agendas “progres”, cómo los usan, los financian, los respaldan, los promueven, los difunden. Cómo lo hacen a través de medios de comunicación, de universidades, de los organismos financieros y de las ONGs. Entonces el público conservador se va a llevar, en ese sentido, mucha información muy valiosa para su batallas culturales con los temas del género, del aborto, del feminismo, del ambientalismo radical, del indigenismo. Hay mucho de esto en este libro. Y por último, el sector soberanista se va a llevar una teoría política sobre globalismo. El soberanista, que está tan preocupado por la soberanía nacional, en este libro hay una discusión muy extensa que hago sobre el concepto de Soberanía y en qué sentido encastra con el concepto de Nación y cómo el globalismo es precisamente cortar con esa unidad, con ese “compuesto” que es Soberanía + Nación y redirigir la soberanía hacia organismos supranacionales.  Entonces, el soberanista se va a llevar una teoría política sobre lo que él ya está viendo que es estamos perdiendo soberanía. Bueno, qué significa eso en términos del poder de los actores internacionales. 

P: Ahora quiero traerte al escenario en Argentina. Vamos a hablar un poco de Argentina y del presidente Milei.  Antes de las PASO, por mayo de 2023, algo que yo me apunté y dije Agustín “la había visto”, vos planteaste dos escenarios y la posibilidad de que Javier Milei llegara al balotaje entanto se definiera lainterna del PRO. En ese momento el PRO estaba eclipsando la elección. En este contexto, vienen también muchas informaciones de estadísticas, por ejemplo, veíamos que para entonces Larreta según las encuestas, venía muy bien posicionado respecto a Bullrich; de hecho, se lo pensaba en un posible balotaje frente a Massa. Y vos en tu análisis decías que había una posibilidad de que Milei llegue a la segunda vuelta y en ese caso, llegar a la presidencia. Las preguntas son dos: que expliques cómo es que llegaste a esa conclusión que luego se dio en la realidad y segundo, qué opinás de Patricia Bullrich que se calzó el traje para pelearla acompañando a Milei y el traje que tiene ahora como ministra de seguridad en el gobierno. 

AL:  Bueno mirá, ese vídeo al que vos te referís, yo lo grabé en abril y se publicó si mal no recuerdo el 1° de mayo. Pero fue grabado en abril y me acuerdo que mucha gente se burló de ese vídeo. O sea, te agradezco que me lo traigas a la memoria porque mucha gente se burló de la calidad de mi análisis político y como bien dijiste, al final ese escenario planteado en finalmente fue el que se cumplió y ¿qué es lo que yo había visto? Bueno, había visto una figura disruptiva que tenía una inserción en sectores que el PRO jamás pudo ingresar, fundamentalmente la juventud y las clases bajas. En las clases bajas y medias bajas. Un carisma político que no se registraba en el resto de los candidatos. Imposible comparar el carisma de un Javier Milei con Larreta. que aparte, si te fijás, parece un marciano tenebroso, ¿vos viste lo que es ese tipo? Te da miedo, si a mí me aparece por la noche, ¡yo me escondo debajo de la cama! Tendría muchas pesadillas con Larreta, es un tipo impresentable, pobrecito. O por ejemplo un tipo como Sergio Massa, no es carismático, además, es un tipo muy peligroso en todo caso, es un tipo sin escrúpulos, un tipo malvado pero no es un tipo carismático. Cristina Kirchner era carismática, por ejemplo. Néstor Kirchner también. Menem, ni hablar.  Ahora bien, Massa no era ni lo es, Larreta no lo era, y pobrecito, ya es un muerto político. Tampoco Bullrich es carismática políticamente, hay que decirlo por más que ahora, evidentemente, sea una de las mejores ministras de la Nación, sin lugar a dudas, pero tampoco tenía carisma político, o por lo menos no si lo comparamos con el carisma de Javier. Entonces yo veía un carisma especial, una inserción en sectores donde el PRO nunca pudo llegar ni lo podía hacer. Y yo estaba viendo un oficialismo en medio de un caos económico político social. Entonces ¿qué fue lo que dije? Miren, el tercero acá en realidad puede ser segundo, Milei puede ir a la segunda vuelta cuando todos pensaban que el próximo presidente iba a ser Larreta. Milei puede llegar a la segunda vuelta y si llega a la segunda vuelta contra Massa, el apoyo de la gente que va a votar a Bullrich sobre todo, no a Larreta, a Bullrich, va a ir a Milei  y si llega a segunda vuelta contra Bullrich,  el kirchnerismo odia tanto al macrismo que es factible que también lo apoyen a Milei. Ese fue el análisis, yo tenía además algunos análisis estadísticos que había visto y bueno, al final fue lo que se dio como decís.  Ahora qué hay en Bullrich, que era la segunda parte de la de las preguntas, mirá, la verdad es que fue la persona que mejor entendió lo que había pasado en octubre. Frente a una derrota como esa, porque  Bullrich salió derrotada en octubre, frente a una derrota como esa vos podés enojarte, podés llorar, patalear o podés ponerte de pie y tomar una decisión heroica y apoyar al candidato de la libertad. Eso fue lo que hizo Bullrich entonces, ¡es para sacarse el sombrero! sobre todo porque lo hizo después de una campaña política donde era una guerra abierta, una guerra abierta de ambos lados. O sea, decir lo que se dijo de Bullrich, lo que se dijo de Milei, quedó realmente sepultado y hoy es una de las mejores ministras de Javier Milei. Esto no es algo que solo lo diga Javier públicamente, a mí el presidente me lo ha dicho en conversaciones privadas: “es la persona que mejor vio lo que pasó en octubre y no por nada es una de las mejores ministras que tengo en mi gabinete”. 

P: Como si ahora la ministra lograse ser destacada y reconocida, y en funciones dentro de este gobierno. Bullrich encarna todo lo que el presidente quería para este país y ella le aportó la seguridad jurídica que necesitaba. Además, concentra todo lo que no le gusta al kirchnerismo.

AL: Sí, porque ella asumió uno de los temas más importantes, que según las encuestas los temas más importantes era la inflación y número dos, seguridad. Es decir, ha tomado un tema muy importante para la opinión pública y ha dado resultados inmediatos: no más piquetes, control de las calles por parte de la ley y el orden,  el narco ha bajado su intensidad en Rosario, los homicidios han caído y todo muy rápido. ¡Pasaron nueve meses!  Yo a veces tengo la sensación de que han pasado tres años, ¡y no! solo nueve meses y lo que se puede mostrar es mucho. Entonces, no es una casualidad que su figura destaque tanto y que Milei la nombre tanto, fijate en Parque Lezama, por ejemplo. Probablemente fue la más nombrada de todo su gabinete y era una “enemiga furibunda”, era una enemiga de primer orden durante la campaña. ¿Eso de qué te habla? te habla de que los que acusan a Javier de inflexibilidad política, no saben de lo que hablan. Una de sus principales ministros es una antigua enemiga encarnizada y de eso ya la gente no toma nota porque si bien está un poco esta idea de “Milei es inflexible políticamente”, “Milei no sabe hacer política”, bueno, Milei en todo caso sabe al final quiénes son los que realmente han decidido apoyar las ideas de la libertad.  Él siempre lo ha dicho, “miren, yo voy a hacer borrón y cuenta nueva, que venga el que quiera siempre y cuando tenga la voluntad real de impulsar las ideas de la libertad” y Bullrich ha sido una de esas personas. 

Agustín Laje lleva la corporalidad de alguien que sabe impartir mensajes y el énfasis que pone en sus reflexiones, es acompañado por su gestualidad. Cada respuesta es una definición académica, su oratoria permite que las ideas que busca transmitir sean recepcionadas de la manera más exacta posible. No quedan dudas cuando explica un concepto y la pasión con la que se expresa consolida el carácter envolvente que genera al escucharlo.

P: Milei al llegar a la presidencia dejó desestructurado al kirchnerismo y al peronismo ¿cómo ves hoy a la oposición?

AL: Yo creo que la oposición está descabezada, es decir, cuando se disputan la oposición, Guillermo Moreno, Grabois, Kicillof ¡estos muchachos están descabezados!  Tenés uno que no pasó las PASO, el otro que en octubre sacó 5, 4, 3 puntos, no sé. ¿Y esa es la oposición? ¡Lousteau! Lousteau es la oposición hoy.  Mirá, el arco político ha quedado diezmado y todavía no se recuperan. Y eso es una ventaja para el gobierno de Javier Milei. Ha quedado diezmado, no tienen cabeza, todavía siguen creyendo que Cristina Kirchner puede volver y salvarlos. Esto es absurdo. Hay figuras y liderazgos políticos que tienen su tiempo, y el tiempo de Cristina ya pasó, solo que yo no quieren ver, no lo pueden ver por el nivel de fanatismo que tienen, pero Cristina Kirchner es parte del pasado, su piso y su techo son lo mismo, y es el mismo problema que también tiene Macri. Esto significa que son factores de poder ¡sí! Ahora ¿pueden ellos volver a ser presidentes? yo supongo que no, salvo un cataclismo.  Pero cuando tu piso y tu techo son lo mismo, significa que no puedes crecer. Esa gente no puede crecer electoralmente, que tienen poder político, sí, lo tienen, poder económico también, poder mediático también, ahora, poder político como para llegar llegar nuevamente a jefes de Estado, no lo creo. Entonces, la oposición tiene un gran problema, un gran problema, el PRO también tiene un gran problema y es que su líder es Macri y sus votantes están mirando a Milei, y están mirando a Bullrich. Entonces lo que veo fuera de La Libertad Avanza es un desconcierto total, una desconfiguración del arco político inaudita, que todavía no se levanta del golpe que han recibido en noviembre. 

P: ¿Hacia dónde nos lleva Javier Milei a los argentinos y qué implicancia tiene hacia el resto del mundo? 

AL:  ¡A la libertad! Es muy simple, ¿qué significa la libertad? poder ser dueño de mis decisiones y hacerme cargo de la responsabilidad que eso implica. Para yo poder vivir como un hombre libre, necesito menos Estado, menos regulaciones políticas y menos políticos, menos impuestos. Necesito menos agendas 2030, necesito menos gobernanza global.  Necesito todo eso y lo que ha llegado a hacer Javier Milei es, en ambos ámbitos, en el nacional y en el internacional, atacar el corazón de la casta política. Insisto, tanto la nacional como la internacional. Javier Milei tiene un desafío por delante muy grande porque no solo los argentinos lo estamos mirando,  a Javier Milei se lo está mirando en el mundo entero. Si las ideas de la libertad triunfan en Argentina, y triunfar significa política, económica y socialmente, entonces Argentina será un faro de libertad para el resto de las naciones.  Te digo porque yo cada fin de semana estoy en un país distinto por mi trabajo, recorro muchos países por año y en todo el mundo se está mirando a la Argentina por primera vez en mucho tiempo y podemos ser un gran ejemplo para esas naciones. Ya Javier lo dijo el discurso en la ONU, “nosotros vamos a llevar adelante la agenda de la libertad”. Y eso es lo que se viene, pero dependerá de los resultados que tengamos en los próximos años.

Queda la sensación en este bello hotel del centro de Buenos Aires, la idea de haber estado frente a un gran pensador político argentino. También, la seguridad que volverá a anticipar nuevas posibles realidades para un país, como dice él, del que habla y hablará todo el mundo. 

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