Masacre en Villa Crespo: dudas clave que siguen sin respuesta tras 24 horas

A un día del brutal crimen que estremeció a  Villa Crespo,  la investigación dejó más preguntas que certezas. La familia Seltzer Leguizamón fue hallada muerta en su departamento, pero el entorno y las circunstancias del hecho siguen envueltos en un inquietante misterio.

Según las primeras hipótesis, Laura Fernanda Leguizamón, madre de dos adolescentes y esposa de Bernardo Seltzer, habría asesinado a su familia antes de quitarse la vida. Lo que aún desconcierta a los investigadores es cómo no se detectó la gravedad de su cuadro psiquiátrico, a pesar de haber tenido antecedentes y recaídas recientes.

Sospechas sobre una crisis psiquiátrica desatendida

La mujer había estado internada por trastornos psicológicos, según afirmó su hermana. Sin embargo, no se conoce quiénes eran los profesionales que la trataban ni por qué no se tomaron medidas preventivas, como una internación prolongada o la advertencia al núcleo familiar sobre su peligrosidad.

El silencio inexplicable y la escena del crimen

Los peritos estimaron que los asesinatos ocurrieron alrededor de las 6 de la mañana. Sin embargo, ni un solo vecino declaró haber escuchado gritos, a pesar de la brutalidad de las heridas infligidas con un arma blanca. Esta ausencia de ruidos llamó la atención, ya que por la naturaleza del ataque, las víctimas debieron haber pedido auxilio.

Cuando la empleada doméstica Lucía llegó al departamento de la calle Aguirre 295, pasadas las 13:30,  encontró a  Ian, el hijo mayor, tendido en el pasillo. Entró en estado de shock y alertó a la vecina del 6 “B”, quien llamó al 911. Los policías hallaron luego los cuerpos del resto de la familia en distintos sectores de la vivienda.

El menor de los hijos, de 12 años, yacía en la cocina. Junto a él, apareció una carta donde se expresaba miedo hacia uno de los padres. Aún no se pudo determinar si fue escrita por uno de los niños o por la propia madre en un estado de alteración mental.

Bernardo Seltzer,  el padre, estaba en su cama con múltiples puñaladas. En un principio se creyó que sostenía el arma, pero esa versión fue descartada tras analizar la escena. Por la ubicación de su cuerpo, se sospecha que fue atacado mientras dormía.

Laura Fernanda Leguizamón fue encontrada en el baño, con una única herida mortal en el pecho. No presentaba señales de lucha, lo que reforzó la teoría del suicidio tras el crimen.

¿Una tragedia evitable?

Los investigadores aún no pudieron confirmar quiénes tenían acceso al departamento, aunque no se detectaron signos de violencia ni de ingreso forzado.  Todo indica que nadie externo a la familia participó del hecho.

Los peritos encontraron heridas de defensa en los cuerpos de los hijos, lo que sugiere que intentaron resistirse al ataque. Ian, el mayor, habría intentado escapar y cayó en el pasillo. Ivo, su hermano menor, fue encontrado sin vida en la cocina.

La gran incógnita sigue siendo por qué Laura convivía con su familia si, según su entorno, su estado mental representaba un riesgo. Tampoco se sabe si alguien del círculo médico dio señales de alarma o si la familia era plenamente consciente del peligro.

A casi 24 horas del hecho, el caso dejó más sombras que luces. Mientras la justicia avanza con peritajes y declaraciones, el barrio de Villa Crespo permanece conmocionado ante una tragedia que pudo haberse evitado.