Grúa levantando un árbol grande con una plataforma de madera bajo un cielo despejado
SOCIEDAD

Villa Allende: trasladaron el quebracho a un costo millonario para calmar militantes

El operativo costó al menos 35 millones de pesos y paralizó una obra clave por semanas, por no enfrentar el fanatismo ambientalista

Después de protestas, escraches y semanas de parálisis, el quebracho blanco fue trasladado este domingo por la mañana a apenas 20 metros. La reubicación frenó por días la ampliación de la avenida Padre Luchesse, clave para conectar Villa Allende con la ciudad de Córdoba. El árbol fue defendido por militantes ambientales que instalaron una narrativa de defensa ecológica sin sustento técnico ni criterio real.

La operación fue cubierta como si se tratara de una hazaña y no de una demostración de debilidad institucional.  La grúa telescópica que se usó fue traída desde Tucumán, con capacidad para 300 toneladas y un despliegue completamente innecesario. La raíz, que decían llegaba a 20 metros, midió apenas 3,5 según el intendente, lo que facilitó un traslado sin grandes complicaciones.

La empresa anterior abandonó el intento tras 10 horas presionada por ambientalistas y la falta de respaldo político para actuar. Lo que debería haber sido una decisión administrativa técnica se convirtió en un conflicto político alentado por sectores ideológicos. El árbol fue convertido en símbolo por militantes que no viven en Villa Allende y que impusieron su capricho sobre el interés público.

Varias personas observan cómo un árbol grande es levantado cuidadosamente con correas y maquinaria en una zona de excavación.
La operación costó entre 30 y 40 millones de pesos | La Derecha Diario

Un operativo carísimo para sostener un mito

La operación costó entre 30 y 40 millones de pesos, según admitió el propio intendente Pablo Cornet en declaraciones a Cadena 3. Esos fondos provinieron de la empresa constructora y de la Municipalidad, aunque no se especificó qué parte asumió cada uno. Ese dinero se gastó para reubicar un árbol joven mientras hay calles sin asfaltar y servicios públicos que siguen colapsando.

Cornet negó que el árbol tenga 300 años y aseguró que “el quebracho tiene entre 50 y 60 años”, lo que contradice el relato militante. También desmintió que las raíces superaran los cinco metros al afirmar que “no superaban los 3,5 metros y están intactas”. Con eso quedó claro que  el operativo no respondía a una necesidad ambiental sino a una presión política de grupos movilizados.

“El árbol se va a salvar”, dijo Cornet, y agregó que las críticas “son más una expresión de deseo de quienes se oponen”. Crespo, secretario de Gobierno, sostuvo que “la mayoría no son vecinos de Villa Allende. Son personas convocadas desde otros lugares”. Ambos funcionarios buscaron defender una gestión que cedió a la presión en lugar de tomar decisiones firmes en beneficio de la ciudad.

Dos personas se toman de la mano frente a un árbol grande mientras sostienen un cartel que dice El quebracho no se toca
Ambientalistas radicalizados congredos alrededor del quebracho | La Derecha Diario

Una ciudad rehén de minorías ruidosas

La obra vial fue paralizada por un árbol sin valor patrimonial que se convirtió en bandera de causas ajenas a las urgencias locales.  Durante días, el avance quedó condicionado por un discurso ambiental que no representó a la mayoría de los vecinos de Villa Allende. La Municipalidad evitó aplicar su propia planificación por temor a costos políticos y prefirió pagar millones para evitar un conflicto.

Cornet defendió la decisión diciendo que “se van a plantar más de mil árboles en la zona” como parte del plan de remediación. Con eso pretendió justificar un despropósito que tuvo más de simbólico que de ambiental y mucho de improvisación oficial. También intentó cerrar el tema diciendo que “hoy se van a terminar los trabajos para que quede bien el lugar de destino”.

Este episodio deja un antecedente peligroso donde el poder se somete a grupos que no rinden cuentas ni enfrentan consecuencias. En vez de gobernar con datos, se eligió ceder ante consignas ruidosas con un altísimo costo económico y político. El tiempo dirá si el árbol sobrevive, pero el daño a la credibilidad institucional ya está hecho y costó una fortuna.

➡️ Córdoba ➡️ Sociedad

Más noticias: