Comunistas quieren imponer el ministro de trabajo

Ni bien se conoció que Orsi ganó el balotaje el Partido Comunista empezó a mover sus fichas para imponer al próximo ministro de Trabajo y Seguridad Social. En estos días Orsi está armando el futuro gabinete que va a asumir el 1° de marzo y los comunistas no se quedan quedar atrás. Están presionando a nivel de la cúpula del Partido y también a través de la central sindical frenteamplista PIT-CNT que manejan a su antojo. Oscar Andrade, senador reelecto, está muy activo.

Está habiendo reuniones reservadas entre parte del Secretariado Ejecutivo de la central sindical con algunos hombres del círculo más cercano a Orsi para incidir en la designación del futuro ministro. Los comunistas quieren tener en la cartera de trabajo a uno de los suyos, y por eso en la repartija de cargos del gabinete están presionando.

Lo que se sabe hasta el momento es que el gabinete de Orsi será "paritario", un delirio de la izquierda que menosprecia a las mujeres, y que les parece que la única forma que tienen de llegar a un cargo de gobierno es de forma "paritaria" es decir que la mitad de los ministros sean hombres y la mitad sean mujeres. No creen que pueden llegar por su capacidad y su inteligencia a un puesto importante, por eso le tienen que dar cuotas.

Marcelo Abdala presidente del PIT-CNT, es del Partido Comunista. El mismo Abdala que promovió un plebiscito para derribar el sistema de Seguridad Social y que en la elección de octubre tuvo el 40% de los votos, está presionando para que el próximo ministro de trabajo sea comunista.

Desde La Derecha Diario nos comunicamos con un integrante del Secretariado Ejecutivo y le preguntamos sobre estos movimientos, y nos respondió que "el movimiento obrero organizado tiene que tener incidencia en el próximo gobierno. Queremos tener vos y representación, si es en el gabinete, mucho mejor".

La burocracia sindical parasitaria

Uruguay tiene desde hace décadas una burocracia de parásitos que se autoperciben "representantes de los trabajadores". La mayoría son funcionarios públicos, es decir que tienen su empleo asegurado y que hacen carrera sindical, aunque también hay burócratas sindicales de la actividad privada. El propio Abdala es de la UNTMRA (sindicato metalúrgico), que es privado.

Estos burócratas sindicales pasan años o décadas sin trabajar, pero igual cobran el sueldo. Son verdaderos parásitos. Disfrutan de privilegios mientras dicen representar al pueblo trabajador, pero en realidad no los representan.

Esto en Uruguay existió desde siempre pero se acentuó a partir de 2006 con la ley 17.940, la ley de Libertad Sindical, votada en el primer gobierno de Tabaré Vázquez. Esta norma permite que un individuo comience a militar en el sindicato de su organismo público o de su actividad privada, y cobre el sueldo sin trabajar. Así puede pasar años o décadas. Cobra el sueldo con todos los beneficios pero jamás trabaja.

El Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT tiene varios ejemplos de sindicalistas de este tipo. Uno afín al Partido Comunista es el del sindicato SUTEL, de ANTEL. Este sujeto desde 2005 no concurre a trabajar, es decir que todos los uruguayos le pagan su salario pero no trabaja. Se están cumpliendo casi 20 años de que este sindicalista cobra puntualmente el sueldo todos los meses pero no trabaja.

No son casos aislados. Esta burocracia sindical parasitaria es un lastre que tiene Uruguay hace décadas y ahora, a partir de 2025, quieren tener su propio ministro de trabajo.