Oddone le erró a todos sus pronósticos sobre Milei
El futuro ministro de Economía de Yamandú Orsi criticó ácidamente a Milei en 2023.
La opinión de Federico Ventura .
En una columna del 13 de agosto de 2023 titulada "Por qué no Milei", el futuro Ministro de Economía del gobierno de izquierda explicaba en 12 párrafos por qué consideraba que el líder libertario Javier Milei no debería ser presidente de Argentina.
Sin embargo, después de un año de gobierno Mileiísta, su crítica fue comprobablemente desacertada y dice más sobre la resistencia de los economistas keynesianos al cambio liberal que sobre la realidad de la economía argentina.
Oddone usó en su artículo términos como "seudocientífico" y "antidemocrático" para descalificar a Milei.
"Seudocientífico" es una crítica común de los economistas tradicionales hacia la Escuela Austríaca, a la cual pertenecen figuras como el premio Nobel Friedrich Hayek.
Desacreditó a Milei
Esta crítica parece más un intento de desacreditar a Milei que un análisis objetivo, mostrando el miedo a ideas económicas que desafían el statu quo.
La acusación de "antidemocrático" es usada por la izquierda para criticar a quienes quieren reducir el tamaño del Estado.
Para ellos, cualquier reforma que altere su visión del orden social es vista como un ataque a lo que llaman "la sagrada convivencia".
También se argumenta que un gobierno de derecha liberal sería perjudicial no solo para Argentina sino para sus vecinos, como Uruguay.
Sin embargo, Milei ha promovido proyectos beneficiosos como el dragado del Río de la Plata y ha sido una voz importante en el Mercosur para abrir mercados, incluso con Estados Unidos.
Esto es crucial para la economía uruguaya, que ha crecido lentamente desde la era del Batllismo.
Con un año de gestión de Milei, vemos cómo su gobierno ha aplicado reformas importantes con poco apoyo en el parlamento, revelando las debilidades del keynesianismo.
La inflación, un problema crónico, está bajando, el gasto público se ha reducido y se han acelerado las desregulaciones. Milei ha mostrado que métodos no convencionales en política pueden ser efectivos.
El keynesianismo está perdiendo terreno. Las políticas de gasto y expansión monetaria, que ofrecen beneficios inmediatos pero comprometen el futuro, dejan de ser atractivas.
La gente empieza a cuestionar la vida al día y a buscar alternativas que ofrezcan un futuro más sostenible.
La población empieza a preferir líderes que proponen soluciones concretas, aunque duras, sobre académicos con discursos complejos y poco prácticos. Hoy, más que nunca, se valora el libre mercado y el capitalismo, mientras que el keynesianismo es mirado con escepticismo creciente.
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