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Hillary Clinton volvió a las Cortes y Twitter apaga las redes para evitar viralización

El martes 2 de junio Hillary Clinton debía testificar ante la Corte de Washington D.C. por la causa de los e-mails. A pesar de un enorme blindaje en las redes, la ex-candidata demócrata eligió no presentarse y en su lugar envió a su equipo legal.

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Los crímenes de la ex-candidata demócrata Hillary Clinton siguen siendo investigados hasta el día de hoy, por más que exista un blindaje mediático que oculta la información más importante.


A pesar de que el presidente Trump incumplió su promesa de campaña, cuando prometió en el último debate que designaría a un fiscal especial para investigar sus crímenes, distintos grupos anti-corrupción siguen impulsando las investigaciones de uno de los mayores casos de abuso de autoridad y encubrimiento de la historia de Estados Unidos.
El pasado martes 2 de junio, Hillary Clinton estaba citada a declarar frente a la Corte de Apelaciones para el Circuito de Washington D.C., por una denuncia realizada por el grupo Judicial Watch, por la famosa "causa de los e-mails".
Hillary debía conectarse por videollamada ante una nómina de jueces de esta prestigiosa corte -considerada la más importante de Estado Unidos después de la Corte Suprema- pero en su lugar envió a su equipo legal a argumentar por qué la acusada no debería estar dando testimonio, bajo la justificación que toda la información sobre el caso ya fue expuesta ante el Comité Selecto de la Cámara de Diputados por la tragedia en Benghazi.
En los días previos, Twitter suspendió a cientos de cuentas de derecha con el objetivo de evitar que se forme una tendencia en las redes para que viralice esta incursión judicial de Hillary Clinton. Además, durante el 2 de junio por la mañana las tendencias en Twitter estuvieron deshabilitadas.
Por su parte, Judicial Watch es un grupo anti-corrupción predominantemente conservador que se dedica a investigar y denunciar legalmente a funcionarios públicos que se excedan de la ley. Esta organización sin fines de lucro es dirigida por el prestigioso abogado Tom Fitton y ha tenido una serie de triunfos legales contra las administraciones de Bill Clinton y Barack Obama, y ahora es uno de los pocos litigantes que queda en la denuncia contra la mega-corrupción de la gestión de Hillary Clinton al frente de la Secretaría de Estado del país.

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La famosa "causa de los e-mails"


La historia de corrupción de Hillary Clinton es extensa. Tiene múltiples denuncias a lo largo de toda su larga carrera en la política, que empezó como la primera dama del presidente Bill Clinton, pero después avanzó en un doble periodo como senadora por Nueva York, secretaria de Estado de Obama, considerado el tercer puesto más importante del gobierno luego del presidente y vicepresidente, y por último, un fallido intento por la presidencia en 2016.

Pero el caso más aberrante, que más alarmas sonó en toda su carrera política y tal vez en toda la historia de su país es el que comenzó con la intervención en Libia.

Como secretaria de Estado, Hillary Clinton inició rápidamente sus terroríficas ideas intervencionistas en África y Medio Oriente. Con tan solo 2 años al frente de la Cancillería, inició en 2011 un golpe de Estado en Libia que terminó no solo con el tiranicidio del dictador Muamar Gaddafi, si no que impulsó la creación de la organización terrorista Ansar Al-Sharia, que evolucionaría en uno de los principales grupos del Estado Islámico (ISIS).

Se cree que Clinton desvió fondos del presupuesto militar para incitar las protestas de estos grupos islámicos para sacar del poder a Gaddafi. Sea como haya sido, la realidad es que luego de 2011, Libia se convirtió en uno de los países más inestables y peligrosos del mundo, pero Hillary Clinton no pareció enterarse. El 22 de mayo de 2012, su gobierno envió al embajador Christopher Stevens a la ciudad de Benghazi en Libia para coordinar la importante Embajada de los Estados Unidos.

El 11 de septiembre de 2012, vigorizados por las celebraciones del ataque del 11 de septiembre de 2001 a las Torres Gemelas, miembros de este grupo islamista marcharon a la Embajada estadounidense, la incendiaron, tomaron a Stevens, lo asesinaron, y pasearon su cuerpo desnudo por las calles de Benghazi para luego descuartizarlo y publicarlo en internet.

Embajador Stevens en su poco protegido Consulado en Benghazi, Libia.

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Este fue uno de los momentos más bochornosos de la historia de las relaciones internacionales de Estados Unidos, y bajo los ojos de la mayoría republicana en el Congreso en ese entonces, un enorme acto de negligencia por parte de Hillary Clinton. La Embajada no tenía bajo ningún punto de vista las defensas y el personal militar que debía tener para la ciudad de alto riesgo donde se encontraba. Stevens se encontraba en una mansión con una enorme pileta, jardines y cancha de fútbol en vez de muros y armas.

Además, un destacamento militar de soldados altamente entrenados de la Fuerza Delta estadounidense se encontraba a menos de 2 kilómetros de la Embajada en un anexo de la CIA, pero las órdenes de Hillary Clinton fueron las de no intervenir.

Por esta razón de "grosera negligencia", se decidió abrir un Comité Selecto de diputados que investigaron, llamaron a testificar y luego debatieron si presentarían cargos contra los altos oficiales del gobierno de Obama, Hillary Clinton, Susan Rice, la asesora de Seguridad Nacional de Obama y John Brennan, el entonces director de la CIA.

Una de las principales denuncias del caso es que la CIA, con el consentimiento de Hillary, estaban traficando armas desde Libia a Siria para ayudar a los rebeldes tirar abajo el gobierno de Assad, así como un año antes habían tirado el gobierno de Gaddafi. 

Estos grupos rebeldes en Siria terminaron conformando ISIS, por lo que esto, de ser correcto, habría implicado que el gobierno de Obama fue responsable directo de la creación de uno de los grupos terroristas más sanguinarios de los últimos tiempos. Además, implicaría que Hillary Clinton tuvo una razón muy certera para no enviar ayuda de la CIA y salvar la vida del Embajador; no quería comprometer la operación ilegal de tráfico de armas.

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Durante las audiencias, se investigó a fondo a Hillary Clinton y se descubrió que durante su gestión había abierto un servidor y una casilla de e-mails paralelo por fuera de la auditoría del Estado. Cuando fue acusada de esto, atinó a decir que la había creado para "coordinar el casamiento de mi hija".

Cuando el Congreso emitió una orden para que se revele el contenido de estos e-mails enviados desde esta casilla, Hillary Clinton eliminó más de 33.000 mails enviados durante los años 2009 y 2013. Esto violó todas las regulaciones federales sobre la comunicación permitida de funcionarios públicos. Sin embargo, cuando se le ordenó al FBI que interceda para investigar este claro acto criminal, la agencia dio una conclusión aún más severa: el contenido de los mails era irrecuperable, pero su contenido había sido hackeado por ataques anónimos, posiblemente procedentes de Rusia.

Esto quiere decir que el gobierno de los Estados Unidos no sabía que la tercer funcionaria más importante del país tenía una casilla de e-mails privados pero Rusia sí, y que además coordinó efectivamente su hackeo.

A pesar de que Hillary Clinton negó haber utilizado esta casilla de mails ilegal para tratar temas de Estado, la organización Wikileaks logró obtener copia de muchos de estos mails, no se sabe si por hackeo directo o si fueron adquiridos luego, y los publicó en 2016. 

En estos mails se reveló, entre muchísimas otras cosas, que Hillary sí uso este servidor para tratar temas de Estado, en específico la red de tráfico de armas a Siria.

Lamentablemente, la veracidad de estos e-mails nunca pudo ser verificada y según Hillary "están todos editados", por lo que no pueden ser utilizados como evidencia.

-> Buscador de e-mails en la plataforma de Wikileaks.

Este bochornoso escándalo fue uno de los puntos más bajos del gobierno de Obama, que terminó despidiendo a Hillary Clinton y reemplazándola por el aún más corrupto John Kerry. Pero a pesar de todo, el FBI, de la mano del obamista James Comey, recomendó "no presentar cargos contra la secretaria Clinton ya que ella no hubo dolo en su crimen".

Bajo esta conclusión y con la candidatura de Clinton a la presidencia, el Comité Selecto de Benghazi decidió no presentar cargos, aunque muchos miembros declararon que el caso debía ser investigado a fondo. 

A partir de ese momento, decenas de grupos anti-corrupción iniciaron denuncias legales contra Hillary Clinton, entre los cuales el más sustancial fue el de Judicial Watch.

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Estados Unidos

Un informe revela que los manifestantes pro-Palestina en Estados Unidos son financiados por los donantes del Partido Demócrata

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Algunos de los grupos que más protestan contra Biden y contra Israel obtienen financiación de los nombres más importantes de los círculos de donantes demócratas.

Un informe del medio POLITICO reveló que la ola de manifestantes pro-Palestina que está azotando a los Estados Unidos en las últimas semanas, que llevó incluso a estudiantes de extrema izquierda a tomar el campus de algunas universidades y expulsar a alumnos judíos, está siendo financiada por los mismos grupos que donan recurrentemente al Partido Demócrata.

En la lista que el medio confeccionó a partir de una rigurosa investigación, aparecen algunos de los más importantes donantes de los círculos demócratas: Bill Gates, George Soros, la familia Rockefeller y la familia Pritzker, entre otros.

Insólitamente, algunos de estos donantes son de ascendencia judía, que parecen no tener problema en destinar una parte de su fortuna en financiar a las organizaciones detrás de las protestas anti-semitas que defienden el accionar del grupo terrorista Hamás, que asesinó a más de 1.500 judíos el pasado 7 de octubre en un atroz atentado genocida.

Los nombres detrás de las protestas

Dos de los organizadores de las protestas en la Universidad de Columbia son Jewish Voice for Peace y la agrupación IfNotNow. Ambos cuentan con el apoyo público de la Fundación Tides, fundada por el megadonante demócrata George Soros, así como por la Fundación Bill y Melinda Gates.

Otro donante demócrata notable cuya filantropía ha ayudado a financiar el movimiento de protesta es David Rockefeller Jr., miembro de la junta directiva del Fondo de los Hermanos Rockefeller. En 2022, el fondo donó 300.000 dólares a la Fundación Tides.

Según los formularios de impuestos de organizaciones sin fines de lucro, Tides ha donado casi 500.000 dólares en los últimos cinco años a Jewish Voice for Peace, que se describe explícitamente como una organización anti-sionista y pro-Palestina.

Este grupo, que ha tomado varias universidades en todo el país, ha declarado que los ataques del 7 de octubre fueron culpa de Estados Unidos y de Israel: “La fuente de toda esta violencia es el apartheid y las ocupaciones israelíes, además de la complicidad de Estados Unidos en esa opresión”.

Estos grupos también están respaldados por una fundación de Susan y Nick Pritzker, herederos del imperio del hotel Hyatt, y asesores de Biden. Los Pritzker han donado millones a numerosas campañas demócratas, incluidos miles de dólares para el Fondo de Victoria de Biden hace unos meses y más de US$ 300.000 dólares por mes durante la campaña 2020.

Otra de las organizaciones que reciben dinero de los Pritzker es Solidaire Action, un grupo de acción política de extrema izquierda que defiende el terrorismo palestino. Su portavoz, Barni Qaasim, también ha celebrado el ataque del 7 de octubre.

Solidaire ha recibido apoyo financiero de los Pritzker, a través de la Fundación Libra, que financia todos los meses a Solidaire Action, supuestamente por sus acciones respectivas al medio ambiente y la justicia de género.

Entre otros ejemplos, la Fundación Libra financia mensualmente a la Alianza por la Justicia Climática, que participó en marchas pro palestinas con carteles que leen la frase “Joe Genocida”. Mientras tanto, Bla Organización por el Liderazgo y la Dignidad Negra, otro grupo respaldado por la Fundación Libra, muestra en su sitio web la participación en múltiples de estas marchas.

A su vez, el Proyecto de Defensa de Inmigrantes, financiado por los Pritzker, fue parte de una protesta en Washington en la que 13 activistas fueron arrestados por la policía del Capitolio después de exigir un alto el fuego permanente en Gaza destruyendo comercios y atacando agentes de seguridad.

La Fundación Tides, financiada por los Prizkers, también ha apoyado el Proyecto de Justicia Adalah, que también ha formado parte de las protestas en la Universidad de Columbia. El grupo escribió en X, que “las universidades son fondos de cobertura, profundamente arraigados en los fabricantes de armas”.

Tides también apoya a Palestina Legal, un fondo de defensa legal que ofrece asistencia legal a “estudiantes que se movilizan contra el genocidio”.

En la propia Casa Blanca se preguntan por qué los mismos donantes demócratas están financiando a estos manifestantes, que incluso han protestado contra Biden. Jewish Voice for Peace ha liderado protestas perturbadoras contra Biden, incluido la bochornosa interrupción de su ostentoso acto de recaudación de fondos en el Radio City Music Hall de Nueva York en marzo.

"Estamos escuchando a personas que quieren asegurarse de que sus dólares no apoyen a personas que apoyan a Hamas y gritan cosas antisemitas", dijo Daniel Goldwin, director ejecutivo de asuntos públicos del Fondo Judío Unido en Chicago, que otorga subvenciones a pequeñas organizaciones sociales que cada vez se están vinculando más con los manifestantes pro-Palestina.

Entrevistado en el informe de POLITICO, Goldwin aseguró que insta a los donantes que quieran seguir donando a las causas demócratas sin que el dinero le llegue a estos grupos que defienden el terrorismo que llamen a las organizaciones y les "expresen sus inquietudes". "Algunos donantes pueden aprovechar este momento para reevaluar adónde va su dinero", completó.

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Estados Unidos

Ley de Atención Médica: Biden extiende por decreto la salud pública del Obamacare a 1 millón de inmigrantes ilegales

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El presidente demócrata amplió el Obamacare a los extranjeros ilegales inscritos en el programa DACA, un costo adicional de casi 3 mil millones de dólares para el Gobierno Nacional.

Este viernes, Biden emitió un decreto para extender los servicios de salud pública del Obamacare y de Medicaid a los inmigrantes ilegales que estén inscriptos en el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), que otorga derechos especiales de ciudadanía a casi un millón de extranjeros.

Obama creó por primera vez el programa DACA mediante una orden ejecutiva en 2012, protegiendo a más de 800.000 extranjeros ilegales para que no sean deportados a lo largo de los años, apodados por los demócratas como "soñadores", quienes por estudiar o tener un trabajo podían quedarse en el país a pesar de no tener documentos, aunque con el pasar de los años, se descubrió que no todos cumplían con esos requerimientos.

En este contexto, los investigadores del Centro de Estudios de Inmigración estimaron que el costo de abrir las listas de Obamacare y Medicaid a los extranjeros ilegales costaría a los contribuyentes estadounidenses alrededor de US$ 4.600 por inmigrante.

A ese ritmo, el decreto de Biden tiene el potencial de costarle a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente US$ 2.800 millones de dólares cada año. Esto mientras más de 25 millones de estadounidenses al día de hoy no tienen acceso a los beneficios del Obamacare o Medicaid.

En la justificación de la medida, Biden expresó: "Hace casi doce años, el presidente Obama y yo anunciamos el programa DACA para permitir que nuestros jóvenes vivan y trabajen en el único país al que han llamado hogar. Desde entonces, DACA ha brindado a más de 800,000 Dreamers la capacidad de trabajar legalmente, obtener una educación y contribuir con sus inmensos talentos para hacer que nuestras comunidades sean mejores y más fuertes".

"Estoy orgulloso de las contribuciones de los Soñadores a nuestro país y comprometido a brindarles el apoyo que necesitan para tener éxito. Es por eso que anteriormente ordené al Departamento de Seguridad Nacional que tomara todas las medidas apropiadas para preservar y fortalecer DACA", continuó.

"Y es por eso que hoy estamos dando este paso histórico para garantizar que los beneficiarios de DACA tengan el mismo acceso a la atención médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible que sus vecinos.

Biden había anunciado por primera vez la iniciativa para obtener exenciones fiscales para extranjeros ilegales de DACA a través de Obamacare en abril del año pasado. En ese momento, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkaselogió la medida, dando una señal para que más inmigrantes intenten ingresar a Estados Unidos y obtener estos beneficios.

Los senadores republicanos JD Vance y Josh Hawley, así como varios diputados conservadores de la Cámara Baja, habían presionado a Biden para que abandonara el plan el año pasado, pero la administración siguió adelante de todos modos.

En su discurso sobre el Estado de la Unión de 2012, Obama prometió a los estadounidenses que los extranjeros ilegales no serían elegibles para Obamacare, pero más de una década después, su sucesor, Biden, tiene la determinación de completar la destrucción del país.

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Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

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El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde "hay bajos niveles de acceso al voto".

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

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