
Avanzan las reformas: el Gobierno desregula el agro e impulsa la apertura financiera
Se eliminaron trabas a la yerba, al comercio de granos y se flexibilizó el acceso al mercado de cambios
En el marco del proceso de desregulación y modernización económica que impulsa el Poder Ejecutivo, el Gobierno nacional anunció nuevas medidas orientadas a eliminar trabas burocráticas e incentivar la competitividad productiva en distintos sectores estratégicos. Una de las principales decisiones fue la derogación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), un requisito vigente desde hace más de 30 años, que condicionaba el ingreso de maquinaria industrial usada al país.
A partir del Decreto 273/2025, se elimina la necesidad de tramitar este permiso, lo que habilita el ingreso automático de bienes de capital usados para múltiples actividades industriales. Este cambio no solo simplifica el proceso logístico para importadores, sino que también permite a empresas acceder a equipamiento a menor costo, mejorando su capacidad de inversión, sobre todo en sectores donde no existen alternativas competitivas de producción local. Entre los rubros beneficiados se encuentran la industria del petróleo y gas, la automotriz, la gráfica y la maquinaria agrícola.

La eliminación del CIBU constituye un paso más en la línea de reducir restricciones impuestas por motivos económicos, en concordancia con lo establecido en el DNU 70/2023. También representa un avance relevante para sectores estratégicos como el energético o el minero, que ahora podrán importar equipos usados con mayor agilidad y sin condicionamientos que limiten sus decisiones empresariales.
Por su parte, en el sector agroindustrial, el Gobierno continúa con la remoción de trabas regulatorias. A través de la Resolución 152/2025, se levantaron las restricciones que limitaban la expansión de la producción de yerba mate, un mercado caracterizado por su alto consumo interno y con amplias posibilidades de desarrollo exportador. La norma, firmada por el ministro de Economía Luis Caputo, elimina los cupos productivos que regían hasta ahora y que funcionaban como un mecanismo de planificación estatal ajeno a los principios de eficiencia del mercado.

Desde un punto de vista económico, esta desregulación permite que los productores, tanto grandes como pequeños, respondan a las señales del mercado sin interferencias. Además, abre nuevas oportunidades para posicionar la yerba mate argentina a nivel internacional, con márgenes de crecimiento relevantes en mercados globales.
Menos burocracia y menores costos de transacción para el comercio de granos
Menos burocracia y menores costos de transacción para el comercio de granos. En línea con ese objetivo, se oficializó también la eliminación de la obligatoriedad de inscripción en el Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) para los actores del mercado granario, mediante la Resolución 50/2025. Esta medida alivia cargas administrativas, elimina redundancias normativas y promueve un entorno comercial más ágil y predecible.

La reducción de estos costos indirectos mejora la competitividad del sector y se alinea con una estrategia de política económica que prioriza la eficiencia institucional y la libertad para operar dentro del marco legal vigente. Al eliminar estos obstáculos, se facilita el flujo de bienes en el mercado interno y se estimula una mayor participación de pequeños y medianos operadores.
El BCRA flexibiliza el acceso al mercado de cambios para atraer inversiones
Como parte del mismo proceso de apertura, el Banco Central de la República Argentina anunció una flexibilización en las condiciones de acceso al Mercado Libre de Cambios (MLC) para los inversores no residentes. A partir de esta decisión, quienes realicen nuevas inversiones podrán repatriar sus capitales sin necesidad de autorización previa, siempre que previamente hayan ingresado los fondos al país mediante liquidación formal en el sistema.

Esta flexibilización busca mejorar el marco regulatorio para la inversión financiera, generando condiciones más favorables para atraer capitales al mercado local. Las inversiones estarán sujetas a un período mínimo de permanencia de seis meses, en línea con criterios macroprudenciales destinados a desalentar movimientos especulativos de corto plazo y fortalecer la estabilidad del sistema financiero.
Además de facilitar la repatriación de capital, la medida podría contribuir a que los activos argentinos cumplan con los requisitos de elegibilidad de índices financieros internacionales, lo que aumentaría su visibilidad entre grandes fondos globales y podría traducirse en mayores flujos hacia instrumentos domésticos.
Otro efecto positivo de esta decisión es el impulso al desarrollo del mercado de futuros como herramienta de cobertura frente al riesgo cambiario. Con mayor acceso al MLC y reglas más claras, se espera una mayor actividad en este segmento, promoviendo liquidez, profundidad y transparencia en la formación de precios financieros.
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