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Economía

¡Sí se puede dolarizar! La respuesta de Milei y Ocampo a la nueva campaña de difamación de JxC

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Juntos por el Cambio lanzó una brutal campaña en contra de la dolarización, utilizando a Carlos Melconian como caballo de batalla. El referente de la Libertad Avanza y los máximos exponentes de la dolarización salieron al cruce.

El diputado y líder de la Libertad Avanza, Javier Milei, volvió a chocar contra los economistas de Juntos por Cambio (JxC) en referencia a la propuesta de dolarizar la economía. Este punto traza una importante división de aguas en la oposición, entre aquellos que prefieren mantener el peso como moneda a pesar de su dramático historial, y aquellos que pretenden un sistema más flexible que no depende de los caprichos de la política.

En diálogo con LN+, el economista de la Fundación Mediterránea, Carlos Melconian, quien ahora se encuentra alineado con Larreta después de ser haber sido humillantemente echado del Banco Nación por Mauricio Macri, aseguró que la dolarización tiene pros y contras como cualquier otra política de estabilización, pero explicó que su sola discusión "es un despropósito" porque es completamente imposible de llevar a cabo.

En la ciencia económica tener al dólar como moneda tiene cuestiones a favor y cuestiones en contra. Ese sería un ejercicio delicado, pero el ‘si acá se puede hacer’ no es un ejercicio difícil: ¡Es que no se puede!”, afirmó Melconian. 

Basándose en los dichos de Melconian, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, apuntó contra Javier Milei en la misma dirección, y se refirió a la dolarización como una “solución mágica”.

El pre-candidato a presidente de Juntos por el Cambio ya anunció que quiere implementar un "Plan Austral 2.0" para combatir la inflación y rechaza completamente la idea de abandonar al inflacionario peso argentino.

Desde ya, para alejar los fantasmas de la hiperinflación que causó el primer Plan Austral, Larreta está en busca de economistas más serios, como Melconian, para que repitan sus insultos a la idea de quitarle al Poder Ejecutivo la política monetaria.

La propuesta de Milei para dolarizar

Por el contrario, el diputado Milei cree que no solo es posible dolarizar, si no que es la única manera de salir del círculo vicioso de la inflación y el clientelismo. Según explicó en numerosas oportunidades, su “paso a paso” para llevar a cabo la dolarización de la economía argentina, con características muy diferentes a la experiencia de la libre Convertibilidad con el dólar entre 1991 y 2002

El primer paso consiste en la liquidación de los activos y pasivos del Banco Central. Milei explica que la base monetaria ampliada (adicionando la posición de Leliq y Pases) representa un monto cercano a los US$ 35.000 millones dependiendo el tipo de cambio que se tome como referencia.

Por otra parte, la autoridad monetaria cuenta con activos propios como títulos públicos en pesos y en dólares, reservas internacionales netas (aunque muy escasas), y swaps acordados con otros países. Sobre estas posiciones se llegaría a un monto de hasta US$ 75.000 millones, aunque la paridad de los títulos públicos del Central cotizan muy por debajo de su valor técnico (en realidad no valen lo que contablemente se registra).

Frente a esto, Milei propone un swap de los títulos públicos con las Leliqs (estas últimas las considera un título público más como cualquier otro), y el monto remanente de títulos públicos de esta operación llegaría a los US$ 50.000 millones. 

El segundo paso es rescatar la base monetaria con reservas internacionales para efectuar la dolarización de derecho, y dado que la paridad de los bonos que atesora el BCRA cotizan al 20% de su valor técnico, el economista concluye que aún en estas circunstancias no sería necesario una drástica devaluación para poder dolarizar. El tipo de cambio necesario para dolarizar varía con la coyuntura.

También descartó la idea de un “plan Bonex”, un “corralito” o una “mega-devaluación” para poder llevar a cabo la operación, todos temores manifestados abiertamente por los economistas de Juntos por Cambio. 

Además, Milei propone una reforma financiera para separar la banca de inversión de la banca de los depósitos, en un esquema que se conoce como “Banca-Simons”. Sobre este esquema, el Banco Central perdería su responsabilidad como prestamista de última instancia y ya no sería necesaria su función ortodoxa en la economía.

La respuesta de Ocampo a los dichos de Melconian

El economista Emilio Ocampo también respondió a los dichos de Melconian, afirmando que la dolarización surge como una de las pocas alternativas viables para que Argentina pueda sostener el crecimiento en un contexto de estabilidad de precios. 

“Si coincide en que una inflación alta, volátil y persistente es el principal problema que enfrenta la economía argentina, lo primero que debería preguntarse Melconian es lo siguiente: ¿Para un país que en 200 años de historia monetaria no ha tenido períodos duraderos (más de 5 años seguidos) de estabilidad sin atar su moneda a un patrón monetario internacional insistir con moneda propia es una solución realista?”, sentenció el economista. 

Ocampo es uno de los principales exponentes de la dolarización en el país y su propuesta es expuesta a detalle en su obra “Dolarización: Una Solución para la Argentina”, aunque con tintes que difieren de la propuesta de Javier Milei.

Apuntó contra las dos principales precisiones de Melconian: la primera en afirmar que de 190 países sólo un puñado no tiene banco central, y la segunda al plantear que primero viene la estabilidad y después la moneda. Ocampo rechazó estas dos posturas categóricamente. 

Explicó que el informe anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre los regímenes y restricciones cambiarias estima que un total de 25 países han decidido atarse a una moneda estable como el dólar y el euro. La Unión Europea es un caso paradigmático en este sentido, no solo por la importancia de la zona euro sino porque aglutina a múltiples economías desarrolladas, y no casos aislados en países en vías de desarrollo.

En segundo lugar, afirmó que pretender primero la estabilidad y después la generación de una moneda es un sinsentido, ya que precisamente la adopción de una moneda creíble es lo que genera estabilidad. 

Melconian debería explicar por qué la probabilidad de éxito (definido como crecimiento sostenido con estabilidad duradera) de la solución que él plantea (y sobre la que nunca da muchos detalles) es más alta que la que tendría una dolarización”, detalló Ocampo. 

Economía

Francia rumbo a la quiebra: Vuelve a bajar la calificación crediticia de los bonos franceses y el déficit fiscal alcanza valores récord

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El desequilibrio presupuestario en las finanzas del país galo ya es el más extremo registrado desde la pandemia, a pesar de que la actividad económica se recuperó del impacto desde hace dos años. El elefantiásico Estado francés se hace imposible de sostener.

La administración de Emmanuel Macron no solamente deja al país a merced de una peligrosa radicalización política encarnada por el espacio de Melenchon, sino que además deja una economía completamente desgastada tras años de un modelo que parece totalmente agotado.

La economía francesa registra las tasas de crecimiento más bajas de su historia, apenas pudiendo recuperar del impacto provocado por la pandemia entre 2020 y 2021, pero no pudiendo recuperar su tendencia de crecimiento anterior a dicho evento.

En los mercados financieros, los bonos franceses volvieron a sufrir un nuevo revés de confianza, ya que la mayoría de las agencias calificadoras de riesgo decidieron rebajar la puntuación de la deuda francesa hace solo un mes, después de haberlo hecho en junio del año pasado. Fitch Ratings, Moody’s y Standard & Poor’s siguieron esta tendencia con respecto a la evaluación de los bonos que emite el Estado francés.

El déficit fiscal primario de Francia llegó a representar el 3,77% del PBI en el último trimestre del año pasado, según las más recientes estadísticas del Banco Central Europeo. Se trata del quinto trimestre conductivo en que empeora el resultado presupuestario, incluso antes del pago de intereses de deuda (cada vez mayores).

De hecho, y sin considerar el impacto que generó la pandemia, Francia mantiene el déficit primario más drástico de los últimos 12 años, y el incesante clima de inestabilidad política no arroja ninguna perspectiva medianamente optimista.

Si se suma el pago de intereses a cuenta de la deuda pública, el resultado consolidado del país galo marcó un rojo de casi el 5,5% del PBI en el último cuarto del año 2023, y no se veía un nivel semejante desde la salida de la crisis internacional de 2008 o la pandemia de 2020. La diferencia entre aquellos dos escenarios de crisis con respecto a la situación actual, es que en este momento la economía francesa no se encuentra en recesión, sino que continúa reteniendo un anémico crecimiento.

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Economía

El Gobierno anuncia la desregulación del mercado de Warrants, con el objetivo de favorecer el crédito para familias y empresas

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Desde diciembre del año pasado la administración de Milei desreguló una serie de mercados en tiempo récord, y los primeros resultados ya están a la vista en el caso del sector inmobiliario. La mayor desregulación permite aceitar mejor el funcionamiento del aparato productivo.

El Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció un importante avance en la desregulación y modernización del mercado financiero argentino: cesarán las restricciones inútiles y arbitrarias que hasta ahora existían para la emisión de Warrants.

Como explicó el propio Ministro, los Warrants permiten certificar la propiedad de un cierto bien por parte de un productor y con ello se facilita su trazabilidad en el mercado financiero. Son instrumentos que permiten convertir de manera muy sencilla algo físico, en una suerte de garantía para poder acceder a créditos.

Asimismo, estos instrumentos también se pueden intercambiar y vender en los mercados secundarios, lo cual habilita toda una serie de facultades para su emisor. En países como Estados Unidos, es común que los warrants se emitan y se negocien libremente en los mercados extrabursátiles.

Pero hasta ahora, Argentina se diferenciaba de la mayor parte de las economías modernas porque restringía excesivamente la emisión de estos instrumentos, hasta el punto de que únicamente 10 empresas en todo el país estaban autorizadas a hacerlo, algo completamente arbitrario y perjudicial para el desarrollo de este mercado (especialmente para las pequeñas y medianas empresas).

Por otra parte, se desregularon los diferentes usos permitidos para la emisión de Warrants, con lo cual podrán ser utilizados para canalizar el crédito hacia la actividad minera, la industria manufacturera, el sector energético, el sector agropecuario, etc.

Estas medidas, en conjunto con el mayor espacio para el crédito privado y la mayor estabilidad de precios, permitirán abaratar la financiación de múltiples proyectos de inversión, especialmente en donde más se necesitan. 

También supone un fuerte impulso para la competitividad de las empresas argentinas frente al exterior, ya que ahora dispondrán de una herramienta que sus competidores ya hacían uso desde hace tiempo en los mercados más modernos y desarrollados.

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Economía

El socialismo español está a punto de quebrar el sistema jubilatorio por cuarta vez en la historia del país

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La administración del PSOE se niega a permitir cambios profundos sobre el sistema de seguridad social español, y todas las proyecciones futuras sugieren que se volverá un verdadero agujero negro para las finanzas públicas y una masiva disparada del gasto estatal.

El gobierno del presidente socialista Pedro Sánchez está sentando las bases para una bomba fiscal que repercutirá sobre las finanzas del Estado español a lo largo de los próximos años, comprometiendo así el pago de las futuras pensiones.

Pese a las tímidas reformas esgrimidas por el Ministro socialista José Luis Escrivá, solamente al término de 2023 la seguridad social española registró un desequilibrio descomunal equivalente a los 8.200 millones de euros, y no hará más que empeorar año tras año en ausencia de reformas estructurales.

De esta manera, el sistema de reparto estatal de España se encamina a su cuarta quiebra histórica, y las consecuencias de este hecho ya son conocidas: los parámetros del sistema deberán nuevamente reformularse en detrimento del bienestar de la sociedad, sin ninguna otra alternativa posible dentro del sistema que ofrece el Estado

Bajo un régimen de capitalización individual, dichas reformas no serían necesarias, pero España no cuenta ni siquiera con la asistencia de una mínima participación privada en la inversión de los fondos públicos de pensión, y los planes privados existentes se encuentran sumamente regulados y restringidos.

Los resultados del sistema de reparto español y la falta de futuro

Tal y como se encuentra diseñado el esquema previsional español, y dada las políticas aplicadas por el oficialismo, se encamina hacia una nueva quiebra generalizada que repercutirá mediante menores beneficios para los cotizantes, y mayores impuestos para las generaciones futuras.

La primera gran quiebra del sistema de reparto se produjo en 1985, durante la presidencia socialista de Felipe González. Por aquel entonces, se decidió trasladar el problema hacia adelante: se decidió extender el período mínimo de cómputo (el tiempo para calcular el importe de la prestación social) de 2 a 8 años, y la base salarial para la cotización a partir de los 15 años anteriores a la jubilación (antes 10 años).

Pese a los cambios, en 1997 el sistema volvió a quebrar, y la administración de Aznar decidió extender el período de cómputo hasta los 15 años, y elevar el período de cotización de referencia de 15 a 35 años, lo cual redujo sustancialmente el valor de las jubilaciones reconocidas (generalmente los últimos años trabajados mantienen niveles salariales superiores a los primeros, en la vida laboral de cualquier persona).

Todo esto le dio holgura al sistema por casi una década más, pero finalmente en 2011 el sistema de reparto español quebró por tercera vez, y de manera alarmante. Para postergar el inminente colapso, se extendió la edad mínima de jubilación de 65 a 67 años (gradualmente), el período de cómputo subió de 15 a 25 años, y el período de años salariales de referencia se incrementó de 35 a 37 años. Paralelamente, las jubilaciones dejaron de estar indexadas a la inflación.

Las sucesivas reformas solo postergaron los mismos problemas hacia adelante, pero el dato más alarmante es que se agotan cada vez más rápido. Esta vez, el Gobierno socialista ni siquiera está dispuesto a cargar con el costo político que supondría una cuarta reforma restrictiva, condenando así a millones de personas a una eventual (y más violenta) reforma en el futuro cercano.

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