Noboa consigue traer energía a Ecuador tras el caos generado por Correa y la sequía
La reactivación de las exportaciones demuestra la colaboración regional frente a crisis energéticas.
En un esfuerzo por aliviar la severa crisis eléctrica que enfrenta Ecuador y gracias a la gestión de Daniel Noboa, el gobierno colombiano aprobó la reanudación de las exportaciones de energía. La decisión permitirá el suministro limitado de electricidad bajo estrictas condiciones que priorizan la estabilidad del sistema energético colombiano.
Ecuador atraviesa una de sus peores crisis energéticas en décadas, atribuida a la prolongada sequía que afecta a las principales hidroeléctricas, como Coca Codo Sinclair y el Complejo Paute. La producción de estas plantas ha caído drásticamente, obligando al país a implementar cortes programados de electricidad de hasta 12 horas diarias, afectando a millones de ciudadanos y su economía.
La responsabilidad de Rafael Correa
Sin embargo, analistas señalan que esta crisis no solo responde a fenómenos climáticos, sino también a una mala planificación energética durante la administración del correísmo. Durante el gobierno de Rafael Correase priorizaron megaproyectos hidroeléctricos, como Coca Codo Sinclair, que pese a su alto costo y cuestionamientos por sobreprecio, presentan fallas estructurales que limitan su capacidad de generación. Esto dejó al país con una matriz energética poco diversificada y vulnerable a cambios climáticos extremos.
El impacto de la medida
Ante este panorama, las exportaciones de energía desde Colombia representan un alivio parcial. Según lo estipulado en la resolución, la electricidad exportada provendrá de plantas térmicas con combustibles líquidos y solo se despachará cuando no sea necesaria para satisfacer la demanda interna colombiana.
Esta medida será monitoreada constantemente por el Centro Nacional de Despacho para garantizar la seguridad energética del país.
La reactivación de las exportaciones demuestra la colaboración regional frente a crisis energéticas, pero también subraya la necesidad de soluciones a largo plazo que fortalezcan la infraestructura energética en ambos países. Por el momento, esta medida temporal ofrece un respiro a Ecuador en su lucha por estabilizar el suministro eléctrico.
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