Un hombre de cabello canoso y traje azul gesticula mientras está sentado frente a una estantería llena de libros y modelos de autos.
POLÍTICA

El expresidente Alfredo Palacio falleció a los 86 años en Guayaquil

El médico y exmandatario lideró Ecuador después del de Lucio Gutiérrez y tuvo una carrera ligada a la salud pública

Este 22 de mayo de 2025 se confirmó el fallecimiento del expresidente Alfredo Palacio, quien lideró el país entre 2005 y 2007. Tenía 86 años y su deceso conmocionó a distintos sectores políticos y ciudadanos. Aún no se ha revelado públicamente la causa oficial de su muerte.

Palacio nació el 22 de enero de 1939 en Guayaquil y se formó como médico cardiólogo en Estados Unidos. Fue reconocido en su carrera profesional por atender a figuras políticas como León Febres Cordero y Sixto Durán Ballén. Su entrada al servicio público ocurrió en 1994, cuando asumió la cartera de Salud durante el gobierno de Sixto Durán Ballén.

En 2003, Palacio fue electo vicepresidente junto a Lucio Gutiérrez, pero asumió la Presidencia el 20 de abril de 2005, luego de la destitución del entonces mandatario. Gobernó hasta el 15 de enero de 2007, en medio de un contexto de convulsión institucional. Durante su periodo promovió reformas en salud y educación, aunque enfrentó una Asamblea Nacional fragmentada y desafíos de gobernabilidad.

El perfil técnico y académico de Palacio lo diferenció de otros líderes de su época, particularmente de quienes adoptaron modelos de corte populista. Su estilo fue sobrio, centrado en políticas públicas más que en discursos ideológicos. A diferencia de gobiernos posteriores que optaron por fórmulas populistas de izquierda, su administración buscó sostener una imagen institucional que fortaleciera la democracia.

Un hombre de cabello canoso y gafas con expresión seria, vestido con traje oscuro y corbata roja, frente a un fondo decorativo dorado y azul.
Alfredo Palacio | La Derecha Diario

Sin embargo, su breve mandato también dejó lecciones sobre los límites del presidencialismo en contextos polarizados. La falta de respaldo legislativo obstaculizó proyectos clave, lo que evidenció las dificultades de un modelo político sin mayorías definidas. En comparación, los años siguientes marcaron una concentración de poder con prácticas autoritarias, como ocurrió bajo el correísmo.

Tras su retiro, Palacio se mantuvo alejado de la política activa y optó por el regreso a su vida profesional y familiar. Su legado quedó vinculado a una etapa de transición en la historia democrática del país, marcada por la búsqueda de estabilidad tras años de inestabilidad institucional. Su perfil médico, ajeno al clientelismo partidista, le otorgó una credibilidad que contrastó con los excesos de otras gestiones.

En un país marcado por divisiones políticas y liderazgos confrontativos, Alfredo Palacio representó una alternativa discreta, pero sólida. Su legado invita a reflexionar sobre la necesidad de un liderazgo centrado en el servicio y no en el poder por el poder. La figura de Alfredo Palacio simbolizó un momento de pausa y transición en la historia del país. Su trayectoria médica y política lo convirtieron en un ejemplo de integridad pública, contrastando con los modelos de poder hegemónico que caracterizaron a los años posteriores. Su muerte deja un vacío en la memoria republicana de Ecuador.

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