
Noboa enfrenta al crimen, pero la Corte impone nuevas restricciones a su estrategia
Mientras el país exige soluciones contra la violencia, la Corte añade más controles a las estrategias de seguridad
El presidente Daniel Noboa ha tomado decisiones firmes para enfrentar la crisis de seguridad que afecta a Ecuador. A través de medidas estratégicas y operativos contundentes, su administración ha logrado contener la escalada de violencia en zonas críticas del país.
Sin embargo, la Corte Constitucional ahora exige un mayor control sobre las acciones del Gobierno, lo que podría ralentizar la respuesta ante la criminalidad.
En su más reciente dictamen, la Corte ordenó la creación de una comisión interinstitucional para supervisar la gestión en seguridad, obligando a las entidades involucradas a rendir informes periódicos. A pesar de que el Gobierno ha desplegado todos los recursos posibles en la lucha contra el crimen organizado, este nuevo control judicial impone un marco de supervisión que limita su margen de maniobra.

Desde el inicio de su mandato, Noboa ha impulsado una estrategia integral que ha permitido la captura de líderes criminales, el desmantelamiento de bandas y la recuperación de territorios tomados por la delincuencia. Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional han recibido respaldo total para ejecutar operativos de gran escala, logrando reducciones significativas en delitos violentos en varias provincias.
A pesar de estos avances, la Corte sostiene que el uso de estados de excepción debe ser justificado con mayor rigor, a pesar de que han sido una herramienta clave para devolver la seguridad a los ciudadanos.
Con esta decisión, el Gobierno ahora deberá demostrar que ha agotado todos los recursos ordinarios antes de recurrir a esta medida, lo que podría retrasar acciones decisivas en momentos críticos.

La decisión de la Corte de imponer una supervisión más estricta sobre la seguridad genera un debate. Por un lado, se busca garantizar el respeto al régimen constitucional, pero, por otro, este tipo de restricciones pueden entorpecer la respuesta inmediata del Gobierno ante la emergencia de seguridad que atraviesa el país.
Mientras el Ejecutivo mantiene su compromiso con la seguridad ciudadana, el desafío ahora será sortear los obstáculos burocráticos sin perder el ritmo en la lucha contra el crimen organizado. Lo cierto es que la administración de Noboa ha demostrado determinación y resultados tangibles, y el país necesita soluciones efectivas y ágiles para seguir avanzando en la recuperación de la paz.
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