Al nuevo director del área de cine de Netflix, Dan Lin, le tocó hacer todo lo contrario que su antecesor, Scott Stuber: desacelerar la máquina de estrenar una película por semana.
Para que la frase “en Netflix hay muchas películas pero no todas son buenas” no se convirtiera en una realidad como que el sol sale todos los días, la llegada del taiwanés Dan Lin en abril de este año, fue la apuesta más fuerte de la plataforma líder en el mundo para continuar en la arena de la producción de películas para el streaming.
Lin y Netflix ya habían trabajado juntos anteriormente en proyectos como la película nominada al Oscar, The Two Popes y la serie de acción real Avatar: The Last Airbender. Es que Lin dirigía su propia Productora Rideback y su primer trabajo fue en Warner Bros.
El taiwanés al frente del área de cine de Netflix | Redacción
El antiguo director de cine de Netflix fue el hombre a cargo de darle de comer al algoritmo y en los 6 años que duró su gestión, la premisa era clara: cantidad, no calidad. En la época de la pandemia, por ejemplo, la plataforma comunicó que en sus planes estaba lanzar una película por semana.
La voracidad del streaming
“Llevábamos haciendo esto solo unos pocos años y competíamos con empresas de 100 años de antigüedad”, dijo Stuber. “Así que tienes que preguntarte: '¿Cuál es tu modelo de negocio?'. Y durante un tiempo, solo nos aseguráramos de tener suficiente. Necesitábamos volumen”, confesó Stuber.
La serie Six Feet Under de HBO a Netflix | Redacción
Cuando Stuber comenzó al frente del área de cine en Netflix, necesitó actuar con rapidez y pensar las estrategias para competirle a los monstruos que ya tenían un siglo de hacer películas, dueños de bibliotecas que abarcaban todos los géneros y podían rehacer a su antojo.
“Somos una máquina que fue construida para funcionar sin parar y eso no siempre se traduce en calidad”, había dicho Stuber hace un año atrás y antes de ser reemplazado por Dan Lin.
Netflix cambió su paradigma y la llegada de Lin lo obliga a optar por hacer menos apuestas. En lugar de hacer aproximadamente 50 películas al año, el objetivo es respaldar entre 25 y 30.
Lin en modo “motosierra”
Ahora Netflix hará menos películas, apuntando a la calidad y priorizando ciertos géneros con la ayuda de expertos. No gastará de más sólo para estar en el negocio con grandes estrellas. En resumen, el mantra de Lin es hacer mejores películas, produciendo menos y gastando menos.
"Rebel Ridge", en Netflix | Redacción
Su equipo lanzará entre 25 y 30 películas al año, lo que equivale a una película nueva cada dos semanas. El foco estará puesto en ideas originales y que cuesten menos de 100 millones dólares. Abarcarán múltiples géneros, incluyendo películas lanzadas por un estudio importante como Warner Bros. y un estudio independiente como A24.
Lin quiere gastar entre 120 y 150 millones y solo gastará más cuando sea necesario. Por ejemplo, el presupuesto para la próxima adaptación de Greta Gerwig de Las crónicas de Narnia casi con toda seguridad superará los 200 millones de dólares. Que además tendrá un estreno en cines.
Hollywood contra Lin
Lin sabe, además, la resistencia que tienen en Hollywood con su gestión ya que su antecesor les había dado mucho trabajo porque el presupuesto que manejaba era demasiado generoso.
Aunque en la comunidad de Hollywood saben también que era insostenible mantener la calidad si se estrenaba una película por semana y que Netflix debía cambiar el enfoque. Y esta es la labor que toca a Lin.
Película Pared con Pared, de Netflix | Redacción
El cine versus las plataformas
Netflix odia el argumento del productor Jason Blum que hace poco dijo que “No hay manera de tener impacto cultural sin la experiencia cinematográfica, simplemente no es posible hacerlo directamente en streaming”, había argumentado el productor de cine y televisión estadounidense.
Pero Lin ya ha dado dos grandes pasos, consiguiendo la próxima película de la directora Kathryn Bigelow, la reunión de Michael Bay y Will Smith, así como la secuela de Happy Gilmore.
A los históricos que pertenecen al mundo cinematográfico cuesta convencerlos que Netflix pueda hacer buenas películas y menos aún, que los films en el streaming puedan lograr el impacto cultural que generan los que se estrenan en los cines.
El público de Netflix seguramente estará satisfecho con el cambio y se entregará a un catálogo con buenos y originales títulos.
Redacción 
