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Grecia

Ejemplo a seguir: Grecia ordena su economía y paga toda su deuda con el Fondo Monetario Internacional

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Las autoridades griegas concretaron el último pago del cronograma de vencimientos iniciado en 2010 con el FMI. El ajuste fiscal de las finanzas públicas permitió recuperar la solvencia y permanecer dentro del Euro.

Después de una larga travesía desde la crisis financiera del 2008, el gobierno de Grecia, dirigido por el derechista Kyriakos Mitsotakis, logró pagar toda su deuda con el Fondo Monetario Internacional incluso antes de los plazos fijados.

Las autoridades griegas abonaron de forma anticipada el último remanente de deuda, por un monto de 2.040 millones de euros. La operación para cancelar las obligaciones de forma anticipada tuvo el visto bueno de las autoridades de la Unión Europea, ya que desde un primer momento se acordó que los reembolsos anticipados al FMI debían efectuarse al mismo tiempo que los reembolsos con los acreedores de la UE.

El gobierno de Mitsotakis impulsó el pago íntegro al Fondo para buscar un alivio de la nueva refinanciación de la deuda, debido a que la tasa de interés con el organismo internacional llegaba al 4,91% para reembolsos, y Grecia hoy puede acceder a tasas más bajas en el mercado internacional.

El gobierno, al liquidar anticipadamente la última de las deudas del país, pone fin a un capítulo gris que se abrió en marzo de 2010”, dijo el Primer Ministro griego, líder del partido Nueva Democracia, que salvó al país luego de la catástrofe financiera causada por los socialistas.

Por su parte, el ministro de Finanzas de Grecia, Christos Staikouras, estima que el pago anticipado trae consigo un ahorro de 230 millones de euros por el diferencial de intereses sobre el presupuesto.

Entre mayo de 2010 y agosto 2018, el Fondo Monetario desembolsó rescates financieros en ese país por un monto de 260.000 millones de euros. A partir de 2018 comenzó el cronograma de pagos netos.

El rescate del FMI tenía dos objetivos principales: evitar el default del Estado griego frente a su cronograma de vencimientos, y evitar al mismo tiempo el abandono del euro como un mecanismo para limitar la política monetaria discrecional. Grecia evitó una salida traumática e inflacionaria como la que vivió Argentina en 2002, aunque no logró sortear la recesión hasta el año 2013.

Para lograrlo, Grecia debió emprender un importante ajuste del gasto público. El tamaño del Estado llegó a representar hasta el 62,9% del PBI en 2013, y esta cifra se redujo al 47,9% del PBI en 2019, un ajuste de 15 puntos del producto.

A su vez, el resultado fiscal financiero (con intereses) bajó desde un 13,4% del PBI en 2013 hasta lograr superávit desde 2016, solamente interrumpido en 2020.

El ministro de Finanzas asegura que el pago al FMI también constituye una señal positiva para los mercados, indicando que a pesar de la pandemia, Grecia seguirá apostando por la disciplina fiscal y el ajuste del gasto público.

Mitsotakis al llegar al poder en 2019 lanzó una ola de privatizaciones, presentó y aprobó una de las reformas impositivas más liberales del mundo, convirtiendo al país en un paraiso fiscal. En 2020, pasó una ley que limita las huelgas laborales y abolió los sindicatos.

A su vez, se puso un freno a la inmigración indiscriminada, especialmente a la proveniente de Turquía, y se pasó una ley que obliga a los hospitales públicos a cobrarles un arancel a los pacientes extranjeros.

Por último, Mitsotakis liberó los pozos petroleros y la minería, con el objetivo de generar un masivo ingreso de divisas, y en agosto del 2020, a pesar del pico de la pandemia, logró aprobar una reforma laboral.

El líder derechista logró en 3 años instalar un gobierno con credibilidad institucional, una economía competitiva y capitalista, con un sistema monetario adherido al euro sin la posibilidad de financiar el gasto público con emisión.

Economía

La derecha saca a Grecia de la crisis: La deuda pública retrocedió a los niveles más bajos de los últimos 10 años medida contra el PBI

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Así lo confirman las series estadísticas publicadas por el Banco Central Europeo. El stock bruto de deuda pública se redujo al 165% del producto, acumulando una fuerte caída de casi 20 puntos porcentuales en lo que va de la administración de Mitsotakis.

Pese a haber sufrido la peor crisis económica de la Unión Europea a raíz de la Gran Recesión Internacional de 2008, el Gobierno de Kyriákos Mitsotakis está sentando las bases para garantizar un proceso de crecimiento sostenible en el tiempo.

En lugar de apostar por los fallidos estímulos para la demanda, el oficialismo apostó todo en la “economía del lado de la oferta”, reduciendo impuestos, liberando el comercio y flexibilizando el mercado laboral. Uno de los pilares de la política económica del Gobierno griego es la disciplina fiscal.

Se logró eliminar completamente el déficit primario y se arribó a un holgado superávit equivalente al 2% del PBI hacia el tercer trimestre del año pasado.Contabilizando la carga por intereses de deuda, el resultado financiero marcó un rojo de tan solo el 1,23% del PBI, logrando así compensar casi todo el efecto sufrido por el shock de la pandemia entre 2020 y 2021.

Con estas medidas de austeridad fiscal, el stock de la deuda pública retrocedió al 165,5% del PBI en el tercer trimestre de 2023. Es oficialmente el nivel más bajo registrado desde el primer trimestre de 2013, y se acumuló una caída de casi 20 puntos porcentuales desde que Mitsotakis asumió el poder en julio de 2019.

La totalidad del ajuste fiscal recayó sobre las erogaciones del sector público. El gasto consolidado se redujo hasta el 50,86% del PBI en el tercer trimestre de 2023, después de haber tocado un pico superior al 62% durante el peor momento del shock pandémico. En el mismo período, la recaudación tributaria se mantuvo relativamente estable, oscilando entre el 48% y el 50% del producto respectivamente.

El Gobierno pudo aprovechar al máximo todos los “efectos laffer” a disposición. La tasa del impuesto a las Ganancias para las empresas de Grecia se redujo del 29% al 22% desde 2019, la tasa marginal más elevada del mismo impuesto para las personas físicas se redujo del 45% al 44% (junto con una sustancial elevación de las deducciones), y las cargas patronales sobre las empresas que contratan empleo formal se redujeron en 3 puntos porcentuales.

Y sin embargo, después de aplicar todas estas rebajas, la recaudación no se vio mayormente afectada debido al mayor nivel de actividad económica. El Estado se corre del medio para dar paso a la libre interacción de las fuerzas productivas del país.

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Grecia

Turquía y Grecia alcanzan una incómoda paz y abren una "nueva era" de relaciones bilaterales

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Recep Tayyip Erdogan visita Grecia por primera vez en más de siete años, dando paso a lo que puede ser una “nueva era” en las relaciones bilaterales.

En la primera visita en seis años del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a Grecia, ambos países acordaron mejorar sus relaciones, mantener abiertos diversos canales de comunicación, buscar medidas de fomento de confianza militar, aumentar los volúmenes comerciales y trabajar en los asuntos más conflictivos de la relación, especialmente en el Mar Egeo. Esto puede dar pie a una "nueva era" en las relaciones bilaterales.

En primer lugar, Erdogan se reunió con la presidenta griega, Katerina Sakellaropoulou, y le dijo que "creo que la reunión de cooperación estratégica entre Turquía y Grecia conducirá a una nueva era" en las relaciones, y que "debemos ser optimistas”.

"Será mucho más beneficioso para el futuro si miramos las cosas desde la perspectiva del vaso medio lleno", expresó Erdogan. "Si tenemos en cuenta lo que está sucediendo a nuestro alrededor, es probablemente más necesario que nunca que Grecia y Turquía trabajen conjuntamente para reforzar la prosperidad, salvaguardar la paz y la estabilidad y el respeto del derecho internacional", respondió Sakellaropoulou.

En términos económicos, los aliados de la OTAN quieren elevar el volumen de comercio bilateral a 10.000 millones de dólares, desde una base actual que supera por poco los 5.000 millones de dólares.

"No hay ningún problema entre nosotros que no tenga solución. Siempre y cuando nos centremos en el panorama general y no terminemos siendo como los que cruzan el mar y se ahogan en el río", dijo Erdogan tras una reunión con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en Atenas.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, junto con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis

Con relación al Mar Egeo, uno de los puntos calientes de la relación entre ambos países, Erdogan añadió que "queremos convertir el Egeo en un mar de paz. A través de los pasos conjuntos que daremos (…), queremos ser un ejemplo para el mundo".

"La geografía y la historia han dictado que vivimos en el mismo barrio. Pero siento la responsabilidad histórica de aprovechar esta oportunidad para unir a los dos estados, tal como lo están nuestras fronteras", respondió Mitsotakis al líder turco.

Además, el primer ministro griego señaló la importancia de continuar una "senda más calma" en la que han estado sus relaciones bilaterales en los últimos meses. "Grecia y Turquía, Turquía y Grecia deben vivir en paz, expresar sus diferencias conocidas, discutirlas honestamente y seguir buscando soluciones", resaltó, agregando que "y si no se resuelven, sin embargo, no deberían producir automáticamente tensiones y crisis".

Cabe recordarse que las relaciones entre ambos países han mejorado desde que Grecia fue uno de los primeros en enviar ayuda a su vecino del sur tras los terremotos que tuvieron lugar en Turquía en febrero de este año.

Tensiones bilaterales

Grecia y Turquía han rivalizado durante mucho tiempo sobre temas que incluyen la delimitación de los espacios marítimos -sobre todo de las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) y de las Plataformas Continentales (PC)-, la soberanía sobre los recursos energéticos, los vuelos sobre el Mar Egeo y el status de Chipre. Pero ambos países quieren demostrar que están dispuestos a reparar sus relaciones.

Desde que fue reelecto en mayo de este año, Erdogan ha asegurado que Turquía sigue comprometida a mejorar las relaciones con sus socios y aliados occidentales. En este sentido, la importancia de mejorar las relaciones bilaterales con Grecia podría ayudar a Turquía a reparar sus relaciones también con la Unión Europea (UE). En este sentido, uno de los asuntos fundamentales a tratar para lograr dicho objetivo es el control de la migración y el establecimiento de canales de comunicación entre los guardacostas griegos y turcos.

En esta línea, Grecia y la UE también esperan actualizar su acuerdo migratorio de 2016 con Ankara. A principios de noviembre de este año, Dimitris Kairidis, ministro de Migración de Grecia, acogió con beneplácito la voluntad del Gobierno turco de reducir los flujos migratorios de Asia a Europa. "Desde el punto de vista griego, parece un cambio de sentido positivo, y estamos aquí para aprovecharlo al máximo y ayudar a que se produzca el cambio de sentido", afirmó Kairidis.

Crisis migratoria entre Grecia y Turquía. Fuente: France 24

Recordemos que, en marzo de 2020, Turquía se apartó unilateralmente del acuerdo mencionado con la UE que obligaba a ambas partes a contener a los refugiados y migrantes indocumentados. Tras esta decisión, miles de ellos irrumpieron en la valla fronteriza griega a lo largo del río Evros, en Tracia, Grecia.

Con respecto a la delimitación de los espacios marítimos, Mitsotakis señaló que un paso más en el diálogo bilateral podría mejorar las perspectivas de un acuerdo de delimitación y demarcación de las PC y las ZEEde ambos países.

A su vez, esta cuestión podría sembrar el camino para encontrar una solución a la disputa por los recursos energéticos presentes en el fondo del Mar Mediterráneo. Recordemos que en la cuenca del Mediterráneo oriental se han producido algunos de los mayores hallazgos de gas natural del mundo en los últimos años.

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Economía

La divergencia de dos modelos opuestos: El desempleo en España sube al 12%, mientras que Grecia rompe por primera vez la barrera del 10%

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Las reformas laborales implementadas en Grecia desde 2021 y España a mediados del año pasado avanzaron en direcciones opuestas, y en consecuencia los resultados también fueron dispares. La creación de empleo en la economía española se estanca en comparación al dinamismo de la economía helena.

Desde mediados del año 2012 fue muy común observar que la tasa de desocupación de España fuese sistemáticamente menor a la que sufría la economía griega. Por aquel entonces el Gobierno del Partido Popular llevó adelante una reforma laboral que flexibilizó enormemente la legislación, mientras que los sucesivos Gobiernos socialdemócratas en Grecia se caracterizaron por trabajar en contra del empleo.

Pero esta tendencia de los últimos años parece haber llegado a su fin. Entre mayo y junio de 2021 el Gobierno del derechista Kyriakos Mitsotakis implementó una ambiciosa reforma para la flexibilización laboral, incluyendo el lanzamiento de modalidades de contratación más flexibles y menores cargas patronales sobre las empresas.

El Gobierno del presidente socialista Pedro Sánchez en España hizo todo lo contrario, logró la aprobación de una reforma laboral a mediados de 2022, con el objetivo de endurecer más las regulaciones laborales y anular los postulados de la reforma de Rajoy 10 años atrás.

Y si bien la nueva legislación española mantuvo la mayor parte del organigrama anterior, se incluyeron algunas cláusulas muy distorsivas como por ejemplo la eliminación de los límites por ultra-actividad de convenios colectivos y la eliminación de algunas modalidades de contratación temporal habilitadas, entre otros cambios.

Con todo esto, la tasa de desocupación de España se estancó en el 12% de la población económicamente activa de referencia en septiembre, según las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE). El desempleo llegaba al 12,7% al momento del lanzamiento de la reforma, con lo cual no se registró ninguna mejora significativa pese a las promesas del oficialismo.

Desde el punto de vista de Grecia la desocupación retrocedió al 9,9% al término del mes de octubre, oficialmente el primer registro por debajo de los dos dígitos en los últimos 14 años. El desempleo superaba el 15% antes del lanzamiento de la nueva legislación laboral, retrocedió 5 puntos porcentuales desde entonces.

Desocupación de Grecia y España entre 2005 y 2023.

El desempleo de la economía griega acumula un total de 20 meses situándose por debajo del indicador homólogo en España. Grecia se encamina a normalizar la situación laboral  del país después del shock violento que representó la Gran Recesión internacional, pero España aún se encuentra muy lejos de poder aspirar a aquel 8% de desocupación que registraba antes de la crisis.

Las mayores rigideces nominales en el mercado laboral suponen un gran problema para el crecimiento a largo plazo. Impiden la eficiente adaptación de shocks exógenos (como por ejemplo lo fue la pandemia en 2020), y más aún para países que delegaron su política monetaria en una entidad supranacional como es el caso de España y Grecia.

Cuanto más severas sean las rigideces de la legislación laboral, más difícil será el ajuste por la vía de los precios (en este caso los salarios), y más grande será el ajuste que se traslada por la vía de las cantidades (la cantidad de personas sin trabajo).

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