Allegados a Kamala Harris confesaron que su campaña fue un total fracaso
Los asistentes de campaña de la fallida candidata a presidente aseguraron que desde el principio fue una decepción
La campaña presidencial de Kamala Harris disparó fuertemente contra la actual vicepresidente al asegurar que sus capacidades limitaron fuertemente sus posibilidades de derrotar a Donald Trump.
Según sus asesores principales, Harris optó por mantener una estrategia cercana a la de Joe Biden, evitando distanciarse de sus políticas, lo cual restringió su capacidad para posicionarse como una alternativa distinta.
Sin embargo, fue evidente el malestar del actual presidente para con la campaña de Harris, ya que desde las filas de la oriunda de California los esfuerzos para socavar la autoridad del saliente demócrata se hicieron obvios, lo cual llevo incluso a la fuerte teoría de que el actual presidente votó por el republicano al igual que su esposa.
Aunque las encuestas públicas a finales de la campaña mostraban equivocadamente a Harris con ventaja, las internas nunca reflejaron una posición favorable. Los asesores destacaron que los altos índices de inflación, generaron un gran descontento en los votantes, afectando muy negativamente la percepción de Harris.
Además, los anuncios del victorioso Trump sobre derechos trans, los cuales Harris defendía a ultranza y que subrayaban el apoyo a la atención médica afirmativa de género, incluida para personas encarceladas, fueron considerados efectivos.
Aunque algunos asesores buscan cuestionar que estos anuncios hayan cambiado significativamente las decisiones de los votantes, es evidente que influyeron fuertemente en independientes y demócratas que terminaron inclinándose por Trump.
La campaña también enfrentó críticas por no articular cómo Harris se diferenciaría de Biden en temas clave, como el manejo de la frontera, tema que ha sido crucial en la elección del republicano tanto en la contienda del año 2016 como en la presente.
Según Stephanie Cutter, una de las asesoras de la campaña, esta estrategia reflejó la 'lealtad' de Harris al presidente, pero también limitó las oportunidades de presentar un enfoque renovado.
Desde las elecciones, los demócratas han debatido el impacto de estos factores, incluyendo la postura del partido hacia los derechos trans y su efecto en la movilización de votantes.
La combinación de factores internos y externos dejó a Harris en una posición deplorable frente a un fuerte Trump, dificultando su capacidad de atraer un apoyo necesario para incluso presentarse como una opositora decente.
Tal ha sido el fracaso de Harris en las elecciones que el mega donante demócrata John Morgan ha asegurado que nunca más financiará una campaña en favor de ella, determinando que si muestra incapacidad para dirigir una campaña no tiene autoridad alguna para dirigir un país.
El fundador de la firma de abogados Morgan & Morgan animó a otros grandes donantes demócratas a seguir sus pasos y quitarle el apoyo a Harris permanentemente, asegurando que 'no puede confiársele dinero'.
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