Hombre de traje azul hablando en un podio presidencial frente a un barco blanco con banderas de Estados Unidos al fondo
INTERNACIONALES

El gobierno de Trinidad y Tobago respaldó el despliegue de EEUU en el Mar Caribe

La primera ministra del país caribeño aseguró que está de acuerdo con el despliegue naval estadounidense y ofreció la cooperación trinitense.

La reciente decisión del gobierno de Trinidad y Tobago de apoyar a Estados Unidos en caso de un conflicto con Venezuela por la región del Esequibo ha representado un cambio importantísimo en la seguridad y las alianzas del Caribe.

Ante el despliegue de destructores y buques anfibios de la Marina estadounidense cerca de la costa venezolana, en una operación dirigida a combatir los cárteles de la droga, la primera ministra Kamla Persad-Bissessar manifestó su respaldo a Washington y declaró que su país permitiría el uso de su territorio si el régimen de Nicolás Maduro ataca a Guyana.

Este posicionamiento ocurre en medio de una escalada de tensiones entre Guyana y Venezuela por la región del Esequibo, una franja de 160.000 kilómetros cuadrados rica en recursos naturales.

Mujer mayor con gafas y ropa amarilla hablando frente a varios micrófonos en un evento con personas vestidas de amarillo al fondo
La primera ministra del país caribeño incluso ofreció a Estados Unidos utilizar su territorio como base de operaciones | La Derecha Diario

El origen del conflicto se remonta al Laudo Arbitral de París de 1899, que otorgó la soberanía del territorio a la entonces colonia británica de Guyana. Venezuela, sin embargo, nunca reconoció dicho laudo y sostiene su reclamo sobre la región.

La situación se agravó en diciembre de 2023 cuando el gobierno de Maduro realizó un referéndum con la intención de anexar el Esequibo, acción que generó alarma internacional ante el riesgo de una posible invasión.

Persad-Bissessar justificó su apoyo a Estados Unidos afirmando que el crimen transnacional y la violencia en el Caribe han alcanzado niveles sin precedentes, y que los pequeños estados insulares no tienen los recursos necesarios para enfrentar la amenaza de los cárteles.

En 2023, Trinidad y Tobago registró un récord de 625 homicidios, con una tasa de 45,7 por cada 100.000 habitantes, de los cuales casi la mitad estuvieron relacionados con pandillas.

Hombre de traje hablando en un podio junto a una bandera de Venezuela
Maduro intentó anexar el Esequibo en 2023 a través de un referendum | La Derecha Diario

Otros países como Surinam, Barbados y las Islas Turcas y Caicos también duplicaron sus tasas de homicidios, lo que convierte a la región en una de las más violentas del mundo.

La primera ministra argumentó que los cárteles de la droga, tráfico de armas y trata de personas se han infiltrado en las estructuras políticas y económicas de la región, debilitando la capacidad de los gobiernos para enfrentar el crimen organizado.

En este contexto, Trinidad y Tobago ve con buenos ojos la intervención estadounidense como un apoyo necesario para garantizar la estabilidad y combatir estas redes delictivas. En el mismo sentido, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, propuso declarar a las pandillas como organizaciones terroristas, dada su creciente poder destructivo.

Hombre con gorra roja hablando en un podio frente a un barco militar acompañado de otras personas
Trump realizó un enorme despliegue cerca de las costas de Venezuela para combatir el narcotráfico | La Derecha Diario

Por su parte, Guyana también expresó su apoyo a la cooperación internacional en seguridad y se comprometió a trabajar con sus socios bilaterales para desmantelar redes criminales.

El presidente Irfaan Ali alertó sobre el potencial desestabilizador de la situación y destacó la importancia de alianzas sólidas para proteger la soberanía de su país. También señaló la relación entre el régimen de Maduro y el Cartel de los Soles, una organización criminal vinculada al narcotráfico y liderada por altos funcionarios del chavismo.

Ante este panorama, la cancillería venezolana respondió con dureza, acusando a Guyana de permitir la injerencia extranjera en sus asuntos internos, a cambio de beneficios energéticos por parte de una gran petrolera estadounidense. Caracas calificó las declaraciones guyanesas como provocaciones y denunció una campaña internacional para desacreditar a Venezuela.

Hombre con gafas y barba hablando frente a un micrófono con fondo azul
Todos los mandatarios de la región han expresado su apoyo a la iniciativa del presidente estadounidense | La Derecha Diario
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