Logos de diferentes marcas con los colores del arcoíris y una gran equis roja encima
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Grandes empresas evitan sumarse al 'Mes del Orgullo' y no cambian sus logos en redes

Tras el fuerte rechazo a la cultura woke, numerosas marcas evitan pintar sus logos con los colores LGBT.

En un cambio que refleja la batalla cultural a nivel mundial, muchas de las principales corporaciones multinacionales tomaron la decisión, por el momento, de no modificar sus logotipos ni realizar gestos visibles de apoyo al "Mes del Orgullo LGBT" en este inicio de junio de 2025.

Este comportamiento contrasta con la práctica dominante de la última década, en la que empresas como Microsoft, Disney, Starbucks, Target, IBM, Bank of America y Xbox teñían sus perfiles sociales, especialmente en X, con los colores del arcoíris, en una señal de apoyo a la agenda woke.

Este año, sin embargo, el silencio visual es notorio. Pasaron los dos primeros días del mes y las cuentas oficiales en X de estas compañías mantienen sus logotipos tradicionales, sin los habituales filtros, slogans ni campañas promocionales vinculadas al activismo LGBT.

Muchos logotipos de marcas y empresas famosas con los colores del arcoíris representando el orgullo LGBT
Logos de las empresas en años anteriores. | La Derecha Diario

El cambio no parece ser casual, ni se limita a una empresa en particular: es una tendencia general que sugiere un reacomodamiento frente al peso creciente de la crítica pública y los efectos económicos que este tipo de posicionamientos puede acarrear.

Durante años, el apoyo corporativo al Mes del Orgullo fue visto como una exigencia para ser "políticamente correcto": no adherir podía interpretarse como una falta de compromiso con los “valores inclusivos”, mientras que hacerlo garantizaba reputación positiva entre ciertos sectores.

¿Un cambio de época?

Sin embargo, estas prácticas comenzaron a ser fuertemente criticadas por la gente, que se cansó de la autoritaria corrección política de izquierda.

Además, los costos financieros asociados con esta práctica empezaron a ser difíciles de ignorar. Casos como el boicot sufrido por la cervecera Bud Light en 2023, o el retroceso en ventas de Target tras lanzar productos asociados a la ideología de género, dejaron una lección clara, en donde cada vez más consumidores castigan el adoctrinamiento disfrazado de marketing. 

El fenómeno marca un posible punto de inflexión. La cultura “woke”, que durante años pareció imponerse sin resistencia, comienza a encontrar límites impuestos no solo por el debate público, sino también por el balance financiero.

En tiempos de incertidumbre económica, muchas compañías están volviendo a su rol tradicional, que no se trata de "educar" ni polarizar con sus clientes, sino ofrecer bienes y servicios de calidad sin imponer visiones ideológicas de izquierda.

Así, el inicio de junio sin logotipos coloridos puede no ser una omisión accidental, sino el indicio de que las corporaciones, sensibles a las tendencias del mercado, parecen haber comprendido que ya no es rentable subirse a la agenda woke.

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