
La imprudencia de un periodista casi pone en riesgo la seguridad nacional de EEUU
Tras haber adoptado una identidad similar a la de un funcionario del gobierno estadounidense, un periodista accedió a datos sensibles del gobierno
El editor en jefe de The Atlantic, Jeffrey Goldberg, fue incluido por error en un chat de Signal al que se añadieron altos funcionarios de la administración Trump, lo que resultó en una grave violación de la seguridad nacional de Estados Unidos.
El grupo discutió detalles operativos y deliberaciones internas sobre los recientes ataques contra el grupo terrorista hutí en Yemen, un incidente que ha generado preocupación a nivel político y de seguridad.
Goldberg reveló la sorprendente filtración el lunes, explicando que fue contactado por Mike Waltz, asesor de seguridad nacional de la administración Trump, el 11 de marzo.

Dos días después, Goldberg fue invitado a un chat llamado “Houthi PC small group”, donde recibió información clasificada relacionada con la operación en Yemen. Según se informó, los ataques aéreos que tuvieron lugar el 15 de marzo eliminaron a varios líderes del grupo hutí respaldado por Irán.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, confirmó que el chat de Signal al que Goldberg fue agregado "parece ser una cadena de mensajes auténtica", y aseguró que están revisando cómo un número equivocado fue añadido al grupo.
“Nos estás contando esto por primera vez”, respondió el presidente Trump a los periodistas cuando fue informado de la filtración. “¿De qué se trataba? ¿Sobre qué estaban hablando?”, agregó.

El incidente ha causado una fuerte reacción bipartidista en el Congreso. El vicepresidente del Comité de Inteligencia del Senado, Mark Warner (Demócrata por Virginia), calificó la filtración de “grave” y de poner en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos.
Por su parte, el congresista Mike Lawler (Republicano de Nueva York) insistió en que “la información clasificada no debe ser transmitida por canales no seguros, y mucho menos a personas sin autorizaciones de seguridad, incluidos los reporteros”. Afirmó que deben implementarse medidas de seguridad para garantizar que esto no vuelva a ocurrir.
Goldberg, quien fue agregado al chat con las iniciales "JG", describió que inicialmente sospechó que el contacto con Waltz podría haber sido una persona “haciendo pasar” por él, sin embargo el periodista con su designación de iniciales fue responsable de su adición.
Sin embargo, más tarde, el 13 de marzo, Waltz instruyó a los participantes del chat sobre cómo proceder con las comunicaciones internas. En uno de los mensajes, Waltz indicó que debían tener un “informe de conclusiones con tareas según las instrucciones del presidente” en sus bandejas de entrada de sistemas clasificados.

Entre los participantes del chat se encontraban otros funcionarios clave, como el secretario de Estado Marco Rubio (cuyo alias era "MAR"), el director de la CIA, John Ratcliffe, el enviado especial para Oriente Medio, Steve Witkoff, la jefa de personal de la Casa Blanca, Susie Wiles, y Stephen Miller, vicesecretario de la Casa Blanca.
Goldberg sospecha que fue añadido al chat por error, ya que su perfil de Signal no estaba claramente diferenciado del de Jamieson Greer, el representante comercial de Estados Unidos que suele asistir a las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional.
El contenido de los mensajes mostraba cómo la administración Trump discutía la decisión de atacar a los hutíes y la modalidad en la cual se llevaría a cabo el ataque.

El vicepresidente JD Vance, quien se encontraba viajando a Michigan, expresó sus preocupaciones sobre los riesgos de los ataques. Señaló que el 40% del comercio europeo pasa por el Canal de Suez y advirtió sobre un posible aumento en los precios del petróleo si se realizaban los ataques. A pesar de sus reservas, Vance finalizó su intervención diciendo que respaldaba la decisión del equipo.
Por su parte, el secretario de Defensa Pete Hegseth argumentó que la administración no podía ser percibida como indecisa.
“Lo que está en juego es enviar un mensaje claro a Irán y a Europa”, expresó Hegseth, sugiriendo que los ataques eran necesarios para la seguridad de las rutas de navegación en la región. Otros participantes, como Joe Kent, coincidieron en que no había una razón de tiempo urgente, pero enfatizaron que los ataques no podían esperar.
El 15 de marzo, el equipo de seguridad nacional procedió a llevar a cabo los ataques aéreos en Yemen, y poco después, la información fue divulgada por los medios de comunicación.

Goldberg, sin embargo, decidió no revelar los detalles específicos de los mensajes por temor a comprometer las capacidades de inteligencia y operaciones militares de Estados Unidos.
Después de la filtración, Goldberg se retiró del chat y contactó a varios funcionarios de la administración Trump para discutir el error. A pesar de la controversia, un portavoz de Vance minimizó las tensiones entre el vicepresidente y el presidente sobre el ataque.
El portavoz William Martin explicó que Vance "apoya inequívocamente la política exterior de esta administración" y que el vicepresidente y el presidente tuvieron conversaciones posteriores sobre el tema, estando de acuerdo en el curso de acción.

El incidente ha generado una discusión sobre las vulnerabilidades de los sistemas de comunicación utilizados por la administración Trump, especialmente cuando se trata de canales no seguros como Signal.
Este tipo de errores pueden tener implicaciones graves para la seguridad nacional, ya que plataformas como Signal son susceptibles a ser monitoreadas por actores externos como Rusia y China, que han intentado hackear dispositivos a través de phishing y otras tácticas.
El fallo en la seguridad también resalta los riesgos de compartir información clasificada a través de sistemas no protegidos, lo que podría permitir que adversarios extranjeros tengan acceso a detalles sensibles de las políticas y operaciones de Estados Unidos.

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