
Irán enfrenta una crisis hídrica y una ola de calor extrema sin precedentes
Las reservas de agua en las represas iraníes se encuentran en apenas el 42% de su capacidad y podrían agotarse.
El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, advirtió este lunes que varias regiones del país, incluida la capital Teherán, enfrentan una crisis hídrica sin precedentes.
Pezeshkian realizó estas declaraciones durante un encuentro con directores de medios iraníes en Teherán, donde también destacó las acciones que el régimen terrorista está implementando para hacer frente a la situación.
El mandatario iraní señaló que se están llevando a cabo esfuerzos continuos para transferir agua desde la cercana presa Taleqan Dam hacia Teherán, con el fin de asegurar el abastecimiento en la provincia durante el otoño. Sin embargo, reconoció que todavía no está claro si esta medida será suficiente para resolver la crisis, dado que las precipitaciones en la región cayeron un 45%.

Las reservas de agua en las represas iraníes se encuentran actualmente en apenas el 42% de su capacidad total, informó la agencia estatal IRIB. Según el informe, desde el inicio del actual año hidrológico, que comenzó el 22 de septiembre de 2024, solo han ingresado a las presas 23.560 millones de metros cúbicos de agua, lo que representa una caída del 42% respecto al mismo período del año anterior, cuando el volumen fue de 40.550 millones de metros cúbicos.
Durante una conferencia de prensa celebrada el sábado en Teherán, Mohammad-Taqi Hosseinzaden, director del distrito 5 de la Compañía de Agua y Aguas Residuales de la ciudad, advirtió que las reservas en las presas de Teherán se agotarán a fines de septiembre, y llamó a la población a administrar con cuidado su consumo.
La escasez hídrica se atribuye principalmente a una sequía “sin precedentes” que afecta al país desde el comienzo del actual año hidrológico, según la Administración de Recursos Hídricos de Irán.

Como si fuera poco, Irán también sufre de una ola de calor extrema que elevó las temperaturas hasta los 50°C (122 °F), y recurrió al cierre de oficinas gubernamentales en 16 provincias, incluida Teherán, con el fin de reducir el consumo eléctrico.
La agencia meteorológica advirtió que la ola de calor, que se extiende desde mediados de julio, se mantendrá al menos cinco días más, con temperaturas intensas que podrían colapsar la red eléctrica. El aumento en la demanda de aire acondicionado generó cortes de energía prolongados, obligando a la población a enfrentar condiciones de extremo calor.
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