
Las exportaciones chinas caen a su nivel más bajo en seis meses por tensión con EE.UU.
Las ventas al exterior crecieron solo 4,4% en agosto, el ritmo más bajo desde febrero.
El comercio exterior de China mostró signos de enfriamiento en agosto. Según datos de la Administración General de Aduanas, las exportaciones crecieron 4,4% interanual, por debajo de la previsión de 5% y del 7,2% registrado en julio. Se trata del desempeño más débil en seis meses, reflejo del impacto de la política comercial estadounidense.
Las importaciones también decepcionaron: subieron 1,3% frente al 3% esperado por los economistas, tras haber avanzado 4,1% en julio.
Golpe de Trump y diversificación de mercados
Las tensiones arancelarias con Estados Unidos siguen siendo el mayor desafío para la economía china. Los envíos hacia ese país se desplomaron 33,1% interanual en agosto. En paralelo, las ventas a naciones del sudeste asiático crecieron 22,5%, y también hubo incrementos hacia África y América Latina.

De todos modos, ningún otro mercado puede reemplazar la magnitud del consumo estadounidense, que llegó a absorber más de 400.000 millones de dólares anuales en bienes chinos. Analistas advierten que si los aranceles de Trump superan el 35%, las exportaciones chinas se volverán insostenibles en varios rubros.
Tregua frágil y negociaciones sin avances
El 11 de agosto, ambas potencias extendieron por 90 días la tregua arancelaria, frenando temporalmente nuevos gravámenes de 30% y 10% en ambas direcciones. Sin embargo, las negociaciones no logran destrabar un acuerdo más duradero.
La reciente visita del negociador Li Chenggang a Washington no dejó resultados concretos. Mientras tanto, Trump volvió a amenazar con aranceles del 40% sobre bienes considerados “transbordados” para evadir las tarifas previas.

Superávit comercial y dudas sobre estímulos
El superávit comercial chino alcanzó 102.300 millones de dólares en agosto, una cifra superior a la de julio (98.240 millones) pero por debajo del pico de junio (114.700 millones).
Los analistas esperan señales sobre un posible estímulo fiscal en el cuarto trimestre para sostener la demanda interna. Sin embargo, las autoridades mantienen cautela y ejercen un control más estricto sobre programas de subsidios, como el plan de “dinero por chatarra”, cuya reposición de fondos avanza lentamente.
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