
Petro amenazó con cerrar el Congreso si no le aprueban sus reformas comunistas
El presidente de Colombia busca la aprobación de una consulta popular para que se apruebe un paquete de medidas socialistas y amenaza con cerrar el congreso.
La tarde del 1 de mayo de 2025, la Plaza de Bolívar en Bogotá fue escenario de una patética movilización convocada por el presidente colombiano Gustavo Petro. En el marco del Día Internacional del Trabajo, el mandatario presentó oficialmente su propuesta de consulta popular, en un acto cargado de simbolismo, tensión política y un tono desafiante hacia el Congreso de la República.
Ante miles de asistentes, Petro propuso un ''pacto'' directo con la ciudadanía, aludiendo a la necesidad de que el pueblo colombiano decida el rumbo del país frente al estancamiento de sus reformas en el legislativo.
''Ni un solo parlamentario que vote en contra de la consulta se vuelve a elegir en Colombia, porque nadie votará por él'', expresó con firmeza, desatando ovaciones entre los asistentes. La declaración dejó clara su intención de presionar al Congreso a través del poder popular y del voto ciudadano, con fuertes amenazas a su normal funcionamiento.
Petro amenazó con cerrar el Congreso si no le aprueban sus reformas comunistas
El presidente insistió en que la democracia directa debe prevalecer, criticando lo que considera una democracia formal dominada por ''intereses tradicionales y elites políticas''.
''Podemos decir con certeza que estamos realizando la mayor movilización del pueblo colombiano en toda su historia'', aseguró, posicionando su gobierno como un canal legítimo de las demandas populares.
Luego de realizar algunos chistes carentes de gracia, volvió al tono serio para enfatizar que el futuro del país debe decidirse en las urnas, en fechas como el 7 de agosto o incluso antes, mencionando meses como marzo, mayo o junio como posibles momentos clave.
Enfatizó la disyuntiva que, según él, enfrenta la nación: ''Si quieren que volvamos atrás, a las fosas comunes, al fusilamiento de 6.402 jóvenes… o que el dinero público vaya al agua potable de todas y todos los colombianos''.

Petro no escatimó críticas hacia figuras del poder político y económico, como Germán Vargas Lleras y Luis Carlos Sarmiento, a quienes acusó de beneficiarse históricamente del presupuesto público.
Cuestionó también la precariedad laboral en el país, especialmente la ausencia de recargo nocturno: '¿Por qué le pagan a las trabajadoras y los trabajadores migajas después de las seis de la tarde?'', preguntó.
En una denuncia directa al Congreso, el presidente acusó a algunos legisladores de conspirar contra la voluntad popular: ''Allá en esas oficinas, rodeados de su mortaja negra, conspiran… se reúnen tres o cuatro y ahora cómo le sacamos la maleta al pueblo'', dijo, en referencia al bloqueo de las reformas sociales promovidas por su gobierno.

Aunque enfatizó que su respuesta no sería violenta, Petro advirtió que la ciudadanía recordará en las urnas quiénes votaron en contra de la consulta. ''No les vamos a hacer nada, nosotros no somos como ellos''. Estos dichos fueron tomados por la ciudadanía como una amenaza dada la estrecha relación entre Petro y los guerrilleros comunistas en Colombia.
Con esta intervención, Petro elevó la confrontación política con el Congreso, al que acusa de sabotear su agenda de transformación social. Su llamado a la consulta popular representa una apuesta por movilizar al electorado para presionar reformas estructurales, trasladando el pulso institucional al terreno electoral.
La idea de Petro con respecto a la consulta popular, es que a través de un erróneo sistema de democracia directa, la población pueda elegir sus propios aumentos impositivos, expropiaciones y otras facultades que escapan a la ciudadanía.

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