Por la falta de viento, se disparó el precio de la electricidad en Alemania
Esto ocurre luego de que Alemania haya tomado la decisión de cerrar todas sus centrales nucleares.
En el sector eléctrico de Alemania, la palabra "dunkelflaute" describe una combinación de factores típicos de los anticiclones fríos.
Se trata de bajas temperaturas, que incrementan la demanda de energía, y una casi total ausencia de viento, lo cual limita gravemente la generación de electricidad mediante parques eólicos.
Este escenario adverso obliga a recurrir a las costosas centrales de ciclo combinado que funcionan con gas, lo que eleva considerablemente los precios de la electricidad.
Este fenómeno, que está afectando actualmente a Europa central, llevó el coste de la electricidad en Alemania, la mayor economía europea, a niveles sin precedentes, únicamente comparables a una crisis energética.
Los precios por las nubes
Este jueves, los consumidores alemanes pagarán una media de 414 dólares por megavatio hora (MWh), el nivel más alto desde diciembre de 2022, en pleno apogeo de la invasión rusa a Ucrania y de los temores por el suministro de gas natural en Europa.
En ciertas franjas horarias, los precios alcanzaron cifras aún más impactantes: entre las 17:00 y las 18:00 horas, el mercado mayorista alemán superó los 981 dólares por MWh, el valor más alto en los últimos 18 años.
El principal motivo de esta escalada es la escasez de viento. En estas fechas, el sector eólico alemán, que es líder tanto en tierra como en alta mar, suele promediar casi 20 gigavatios (GW) de generación eléctrica, según el medio especializado Montel.
Sin embargo, el pasado miércoles apenas superó los 3 GW. A esto se suma un cielo nublado que redujo drásticamente la generación de energía solar fotovoltaica, obligando a las centrales de ciclo combinado a operar a máxima capacidad, lo que dispara los costes de producción.
A diferencia de los peores momentos de la crisis energética de 2022, cuando el precio récord del gas fue el principal detonante y generó gran incertidumbre, la situación actual parece ser temporal.
No obstante, no es la primera vez que ocurre algo similar. En noviembre, una mala racha de producción eólica llevó el precio alemán a superar los 839 dólares por MWh en ciertos periodos, aunque los costos se normalizaron en los días posteriores.
Las reservas de gas
El uso intensivo a las centrales de ciclo combinado no solo impactó en los precios de la electricidad, sino también en las reservas de gas almacenadas en depósitos subterráneos, una métrica clave que está bajo vigilancia desde la crisis energética.
En Alemania, las reservas, que estaban al 98% de su capacidad a principios de noviembre, han caído rápidamente al 87% y continúan disminuyendo aceleradamente en los últimos días.
A nivel europeo, las reservas medias se encuentran actualmente al 80% de su capacidad, registrando un descenso significativo de 15 puntos porcentuales en las últimas cinco semanas.
A pesar de ello, las autoridades consideran que habrá suficiente gas para afrontar el invierno, incluso si las temperaturas en enero y febrero son más frías de lo previsto. Sin embargo, el vaciado acelerado de los depósitos podría complicar su reabastecimiento para la próxima temporada de frío.
La consultora energética ICIS estima que los depósitos europeos podrían cerrar 2024 con niveles ligeramente superiores al 70%, y caer al 33% hacia finales de marzo, cuando suele terminar la temporada de frío y se reactiva la generación renovable.
Este panorama refuerza la preocupación sobre los desafíos estructurales del mercado energético europeo, especialmente en Alemania, un país que recientemente tomó la decisión de cerrar todas sus centrales nucleares gracias a los reclamos de la izquierda.
De haber tenido sus centrales en funcionamiento, la generación de energía sería mas que suficiente y los alemanes estarían pagando un precio mucho menor.
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