
Suiza abandona la neutralidad y se prepara para una guerra a gran escala
El país europeo, históricamente conocido por su neutralidad en tiempos de guerra, parece abandonar ese axioma y comienza a rearmarse.
En un giro significativo en su política tradicional de neutralidad, Suiza ha decidido adquirir el sistema alemán de defensa aérea IRIS-T SLM como parte de un ambicioso programa para reforzar sus capacidades defensivas.
Esta adquisición marca un paso importante hacia una mayor cooperación militar europea y representa un cambio en la postura histórica suiza, que había evitado durante décadas cualquier implicación directa en iniciativas de defensa multinacionales.
El sistema IRIS-T SLM, fabricado por Diehl Defence, ha sido seleccionado por la Agencia Suiza de Adquisiciones de Defensa (armasuisse) dentro del proyecto GBAD MR (Ground-Based Air Defence Medium Range).
Esta iniciativa busca sustituir los anticuados sistemas actuales como los Stinger y la artillería antiaérea de alcance medio, claramente insuficientes ante las amenazas aéreas modernas, como misiles de crucero y aviones de combate de última generación.

La compra, que contempla entre cuatro y cinco sistemas IRIS-T SLM, está respaldada por un crédito de 660 millones de francos suizos aprobado en el programa de armamento de 2024.
Se espera que el contrato definitivo se firme en el tercer trimestre de 2025, tras completar una fase de familiarización práctica con el sistema entre marzo y abril de ese año. Durante ese periodo, el ejército suizo probó exitosamente el radar TRML-4D en entornos complejos como el campo de pruebas de Homberg y el aeródromo de Emmen.
Este movimiento se enmarca en la participación de Suiza en la Iniciativa Europea Sky Shield (ESSI), una plataforma multinacional impulsada principalmente por Alemania para establecer una defensa aérea y antimisiles en capas sobre el continente.
Aunque Suiza no es miembro de la OTAN ni de la Unión Europea, su implicación en esta iniciativa refleja una voluntad clara de alinearse estratégicamente con Europa en materia de seguridad.

El IRIS-T SLM se ha probado en combate real en Ucrania, donde ha demostrado ser altamente eficaz frente a una amplia gama de amenazas aéreas, lo que ha elevado su perfil entre los países europeos. El sistema proporciona cobertura de 360 grados, puede interceptar objetivos a hasta 40 km de distancia y 20 km de altitud, y cuenta con una guía de infrarrojos de alta precisión resistente a contramedidas electrónicas.
Este refuerzo defensivo también se complementará con la futura adquisición de sistemas Patriot, creando una red de defensa escalonada que cubrirá desde amenazas de baja altitud hasta misiles de largo alcance.
En conjunto, estas decisiones reflejan un cambio doctrinal importante: Suiza ya no se limita a mantener su defensa dentro de los márgenes tradicionales de neutralidad estricta, sino que se posiciona dentro de una lógica de defensa colectiva europea, aunque sin comprometerse militarmente en conflictos externos.

En paralelo, se ha autorizado a la empresa suiza RUAG MRO a vender 71 tanques Leopard 1 a Alemania, aunque con la condición explícita de que no sean enviados a Ucrania.
Esta decisión, tomada por el gobierno federal, flexibiliza la aplicación de las leyes suizas sobre exportación de material bélico, las cuales prohíben transferencias a países en conflicto armado. Aunque Alemania no necesita una licencia de exportación suiza, la restricción sobre la reexportación a Ucrania subraya que Suiza aún mantiene ciertos límites legales a su neutralidad.
No obstante, estos movimientos revelan una redefinición progresiva del concepto de neutralidad, donde la defensa nacional y la cooperación tecnológica con aliados europeos se priorizan frente al aislamiento tradicional.

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