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Latinoamérica

Cómo quedó el mapa ideológico de América Latina en 2021: Los cambios de gobierno más importantes del año

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Análisis páis por país de la corriente ideológica izquierda/derecha que impera en la región latinoamericana, después de una serie de importantes elecciones que han visto un gran avance de la izquierda en materia ejecutiva pero un retroceso a nivel legislativo.

Como todos los años, en La Derecha Diario hacemos un análisis electoral e ideológico de los países de América Latina, y cómo quedan parados a fin de año en la geopolítica del continente.

Luego de las elecciones en Perú, Honduras y en Chile, la extrema izquierda del Foro de Sao Paulo se anotó tres importantes victorias en América Latina.

Con los triunfos de Pedro Castillo, un líder sindical comunista que salió del seno de Sendero Luminoso, de Xiomara Castro, la mujer del ex presidente castrochavista Manuel Zelaya, y de Gabriel Boric, un líder estudiantil marxista, los gobiernos de Perú, Honduras y Chile cambiaron de color este año, respectivamente.

Perú

En el caso de Perú, el país atraviesa una importante crisis de representación, luego de que el Congreso vacara tanto al presidente Martín Vizcarra, que a pesar de gobernar por izquierda estaba alineado a Estados Unidos y fundó el Grupo de Lima, y a su sucesor por línea constitucional, el conservador Manuel Merino.

Luego de una peleadísima elección de segunda vuelta contra la centroderechista Keiko Fujimori, el comunista Pedro Castillo se impuso en el ballotago por menos del 0,3% de los votos, cambiando radicalmente la orientación política del Poder Ejecutivo peruano, del centro a la extrema izquierda.

En lo que va de su gobierno, Castillo no ha podido implementar su agenda, más que algunas estatizaciones del sistema de gas, ya que se la ha pasado lidiando con escándalos de corrupción, conflictos internos en su partido e intentos de juicio político en el Congreso.

Honduras

El pequeño país centroamericano estaba gobernado hace más de una década por el derechista Partido Nacional. Sin embargo, los acercamientos del presidente Juan Orlando Hernández al narcotráfico generaron un fuerte rechazo en la sociedad, y la polémica Xiomara Castro venció por amplio margen a Nasry Asfura, el candidato del Nacional.

Xiomara juntó en su partido Libre a todo el espectro político no alineado con el Partido Nacional, desde la extrema izquierda hasta la centroderecha. Así, a pesar de ser el delfín político de su marido Manuel Zelaya, fue acompañada a los comicios como primer candidato a vicepresidente por Salvador Nasralla, un liberal de centroderecha.

De todos modos, no hay dudas que el regreso del zelayismo al poder retomará la complicidad con Cuba y Venezuela que impulsó Manuel Zelaya en su presidencia, quien tuvo que ser depuesto cuando intentó hacer una reforma castrochavista de la Constitución hondureña para perpetuarse en el poder.

Chile

El caso más reciente de una victoria de la extrema izquierda, en lo que fue la última elección del año, vino de la mano de Gabriel Boric, un diputado de la Izquierda Autonomista, ex líder estudiantil que supo adueñarse del movimiento que generó el "estallido social" del 2019.

Boric, apoyado por el Partido Comunista de Chile, venció en ballotage al derechista José Antonio Kast, a pesar de haber perdido en la primera vuelta. En el tiempo entre la primera y segunda vuelta, Kast se acercó mucho al gobierno de Piñera, y el voto antisistema, mayoritario desde la insurgencia de hace dos años, terminó yendo por Boric.

El Congreso quedó inclinado para la derecha, con los diputados de Chile Vamos y del Partido Republicano teniendo la mayoría, por lo que restará ver cómo hará Boric para implementar su agenda, que quedará en manos del actual oficialismo decidir si serán oposición verdadera o cómplice.

Nicaragua

Por último, hubo elecciones en Nicaragua, donde no hubo un cambio de gobierno, si no que se profundizó el régimen sandinista encabezado por el dictador comunista Daniel Ortega, quien fue a las elecciones con toda la oposición apresada y triunfó con un amplio márgen.

Nicaragua ha descendido totalmente en la dictadura castrochavista, algo que hasta el momento no estaba confirmado ya que el régimen democrático no había sido violado y la posibilidad de que haya elecciones libres estaba sobre la mesa.

La derecha en general, en todas su corrientes, que no están alineadas en el continente más que por su rechazo al Foro de Sao Paulo, también obtuvo importantes triunfos este año, pero más que nada en el plano legislativo, como ocurrió en El Salvador, en Bolivia, en México, en Paraguay y en Argentina.

La única victoria en la que hubo un cambio de gobierno fue en Ecuador, donde Guillermo Lasso, un banquero liberal que en múltiples ocasiones había intentado llegar insatisfactoriamente a la presidencia, finalmente logró destronar al correísmo y generar un importante cambio de rumbo para el país.

Ecuador

Luego de pelear voto a voto para llegar a la segunda vuelta, Lasso logró el apoyo de la socialdemocracia y del indigenismo para sellar su victoria contra Andrés Arauz, el delfín político de Rafael Correa y el candidato del Foro de Sao Paulo para retomar el control del país.

Cabe aclarar que Ecuador, a pesar de haber estado bajo gobierno correísta, en los últimos años el ex presidente Lenín Moreno rompió con Correa y se alineó, en parte, con Estados Unidos.

Es debatible si realmente la corriente ideológica del gobierno ecuatoriano cambió de izquierda a derecha, pero sin lugar a dudas que el triunfo de Lasso marca un hito histórico, ya que por muchos años fue una figura polémica, sobre quien se responsabilizó de todos los males del "neoliberalismo" del país.

Lasso no tiene mayoría en el Congreso, pero ha logrado hábilmente negociar con facciones de izquierda no alineadas con el correísmo para pasar algunas leyes fundamentales de su agenda, como la reforma tributaria o la eliminación de restricciones a la libertad de expresión.

El Salvador

El polémico presidente Nayib Bukele logró a principios de año la super-mayoría en la Asamblea Legislativa, logrando romper por primera vez en la historia democrática del país con el bipartidismo entre el farabundista FMLN y el conservador ARENA, dos partidos que respondían a los mismos intereses alineados al Foro de Sao Paulo.

La agrupación de Bukele, Nuevas Ideas, logró junto a algunos otros aliados llegar a los 2/3 del Parlamento salvadoreño, y así poder llevar a cabo importantes reformas a la estructura política y económica del país.

Tras esta victoria, Bukele lanzó un plan nacional de lucha contra el narcotráfico y las bandas criminales maras, reemplazó a toda la Corte Suprema, alineada con la extrema izquierda y plagada de corrupción, e implementó el Bitcoin como moneda de curso legal en el país, la cual compite libremente contra el dólar.

Todo indica que Bukele ha tomado el país de punta a punta, con niveles de aprobación que rozan el 70%, y la población finalmente ha dejado en el pasado la grieta generada por la guerra civil de los años 80s.

Bolivia

A pesar de la abrumadora victoria del delfín político de Evo Morales, Luis Arce, en 2020, los bolivianos han rápidamente cambiado de parecer respecto al MAS.

En las elecciones subnacionales de marzo de este año, la población le envió un fuerte mensaje de rechazo a Evo Morales, y entre la derecha y la izquierda anti-masista, ganaron en todos los departamentos del país.

Se destaca la victoria de Luis Fernando Camacho en Santa Cruz. El líder cívico que lideró las marchas en contra de Evo Morales en 2019, luego de hacerse público su intento de fraude electoral, finalmente entró a la vida política como gobernador del departamento más importante del país.

Bolivia descendió este año a la dictadura. Arce ha arrestado arbitrariamente a sus principales opositores luego de la derrota en las elecciones, entre ellos la ex presidente Jeanine Añez, múltiples ex ministros de su gobierno constitucional y al otro líder cívico Marco Pumarí.

Los únicos líderes opositores que no han sido arrestados son los que ganaron un cargo público en las elecciones de este año, y tienen fueros y un apoyo político que los defiende. La situación democrática de Bolivia cuelga de un hilo, y en las próximas elecciones, si la población sigue votando por la oposición, todo indica que Arce y Evo Morales tomarán el mismo camino dictatorial que Ortega en Nicaragua.

México

Tal vez la victoria de la derecha menos clara del año, la gran coalición de partidos Va por México logró sacarle la mayoría absoluta a Morena, el partido de extrema izquierda del presidente Andrés Manuel López Obrador, en las elecciones federales y estatales de junio de este año.

Va por México agrupo al derechista Partido Acción Nacional (PAN), al centrista Partido Revolucionari Institucional (PRI), y al socialdemócrata Partido de la Revolución Democrática (PRD). Si bien esta coalición claramente no es de derecha, los candidatos del PAN obtuvieron las principales victorias y éste quedó al frente de la alianza.

Mientras que Juntos Hacemos Historia, la alianza que encabezó Morena con partidos comunistas y ecologistas, obtuvo el 44% de los votos, Va por México obtuvo el 41% y el centrista Movimiento Ciudadano (MC), también opositor, obtuvo el 7,5%.

Esto dejó a la oposición ganando el voto popular y al gobierno abajo de los 300 diputados que tenía en la anterior composición de la Cámara Baja, con la que gobernaba de manera absoluta.

El panorama sigue siendo complejo para México, país que ya estaba en recesión antes de la pandemia, y la crisis mundial solo empeoró su situación. A pesar de que AMLO había intentado esgrimir cierta prudencia fiscal en los últimos años, tras la derrota electoral impulsó nuevamente la obra pública y la inflación se le disparó a los niveles más altos en 40 años.

Argentina

El gobierno kirchnerista sufrió la peor derrota de su historia en cuanto a porcentaje de votos en las elecciones legislativas de medio término de este año. La coalición opositora de centro, Juntos por el Cambio, aplastó a nivel nacional al Frente de Todos, con un 42% contra un 34%.

A su vez, esta elección vio el nacimiento de una nueva fuerza política de derecha liberal/libertaria, comandada por los economistas José Luis Espert y Javier Milei, que junto a otras fuerzas más chicas en el resto del país obtuvieron un total de 7,3% del voto popular y se consolidaron como tercera fuerza a nvel nacional.

En total, el voto opositor del centro a la derecha superó el 50%, un resultado esperable considerando el hartazgo generalizado que hay contra el gobierno de Alberto Fernández, quien solo ha empeorado la crisis económica que heredó, con recetas que atrasan siglos y medidas que están condenadas al fracaso.

Fernández también impuso la cuarentena más larga del mundo durante la pandemia, que duró desde marzo del 2020 hasta agosto de este año, unos días después de sufrir una derrota incluso más holgada en las elecciones primarias.

Las restricciones no fueron gratis y la población lo sintió. La inflación cierra el año entorno al 50%, la pobreza alcanza a la mitad de la población y la indigencia a un tercio. La cantidad de nuevos puestos laborales creados luego de la pandemia fue casi exlcusivamente empleo público, y el PBI este año no ha logrado recuperarse de la caída del 2020.

Envuelto en una negociación con el FMI que pedirá un ajuste fiscal signficativo, el kirchnerismo tendrá poco margen de maniobra para gobernar e implementar su agenda, siempre y cuando la oposición haga su trabajo y no caiga en la complicidad que destacó antes de estas elecciones.

Qué depara el futuro

El año que viene Latinoamérica enfrenta la elección más importante para la geopolítica del continente: Brasil disputara nuevamente unos comicios, donde se verán enfrentados los líderes del Foro de Sao Paulo, Lula da Silva, y de la derecha sudamericana, Jair Bolsonaro.

Las encuestas marcan que el voto anti-Lula irá muy dividido, y una segunda vuelta entre estas dos figuras tan polarizantes es casi una certeza. Bolsonaro se mostró muy preocupado por el fraude electoral, especialmente en el norte del país donde las elecciones las controla el PT, y por ahora ha fallado en dos intentos por reformar el sistema electoral en el Congreso.

También habrá elecciones en Colombia, un país que ha logrado eludir gobiernos del Foro de Sao Paulo en toda su historia, pero que el año que viene se juega su futuro, entre el uribismo y Gustavo Petro, quien nuevamente buscará acceder a la presidencia, esta vez evocando una agenda de "estallido social" similar a la chilena.

Es importante destacar que en 2019, antes de la pandemia, todo el mapa se había teñido de azul, y más allá de Venezuela, Cuba y México, el Foro de Sao Paulo había sido prácticamente exterminado.

Sin embargo, la victoria del kirchnerismo en Argentina y la pandemia que perjudicó fuertemente a los oficialismos en el continente, revivió a la extrema izquierda que volvió más fuerte que nunca, y amenaza con una nueva briza bolivariana en la región.

Esta vez sin la máscara democrática y con muchos candidatos que sin tapujos hablan de subvertir el orden constitucional, cambiar la Carta Magna del país, y poner máxima velocidad en dirección del modelo castrochavista.

Uruguay

Las consecuencias del “Estado fuerte” en Uruguay: 22% de los niños viven por debajo de la línea de la pobreza y sufren desnutrición infantil

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Bajo el gobierno de Lacalle Pou en Uruguay, la pobreza infantil persiste sin soluciones contundentes, reflejando una falta de acción frente a las necesidades más básicas de la población.

El problema de la pobreza infantil no es nuevo en Uruguay, y golpea a todo el sistema político, desde el izquierdista Frente Amplio hasta el Partido Nacional, y mucho menos al Partido Colorado; ninguno ha encontrado caminos que logren al menos reducir esta gran dificultad.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgó los datos de pobreza en Uruguay medida por nivel de ingreso, correspondientes al año 2023, donde se confirma que el número de personas, la pobreza alcanza al 10,1%, y entre niños, este número aumenta hasta el 22%.

Lo que sorprende es que estos números sean defendidos por el presidente Lacalle Pou en sus recientes declaraciones en la cena anual de la Fundación Libertad, donde quiso imponer su "liberalismo a la uruguaya", donde el Estado "debe ser fuerte" para supuestamente "sacar a las personas de la pobreza".

"La libertad no se puede gozar si se vive en un rancho, si no se tiene acceso a la salud o no se estudia. Tenemos que tener un Estado fuerte para poder gozar de la libertad", dijo insólitamente en su discurso.

Según el informe, el 50% de los niños que nacen lo hacen bajo la línea de pobreza; el 22% de los niños tienen necesidades básicas insatisfechas. Un dato lapidario que debiera no dejar dormir al gobierno de, que en lugar de ocuparse por resolver la terrible realidad que atraviesa su país, prefiere pasearse y hacer vedetismo y farándula en la Argentina y el mundo, imitando a su colega, José Mujica, que prefería el glamour de los medios internacionales a gobernar.

La pobreza en general sigue creciendo; el 10,4% actual ya supera los valores previos a la pandemia. La pobreza entre menores de 6 años es 11,6 veces mayor que la de los adultos mayores de 65, una disparidad que refleja una tendencia.

Uruguay es un país completamente estancado económicamente, con un estado con un peso gigantesco sobre la economía. En Uruguay, el Estado maneja los combustibles, la mayor parte de la electricidad, la mayor parte de la telefonía, la obra pública y privada, el mercado laboral, la educación, la salud. Uruguay es un país que no tiene nada de liberal en lo económico, y las consecuencias están a la vista: la economía no crece, solo un 0,4% en todo el año 2023, y las expectativas no mejoran.

Tan es así que en las escuelas públicas de Uruguay, donde según el Presidente uruguayo, el Estado se encuentra muy presente, los niños almuerzan ensaladas con una cantidad ínfima de vegetales y no los dejan repetir.

Lo que queda claro es que nadie se anima a hacer reformas que liberen la economía y permitan que ésta crezca en Uruguay. Simplemente eligen mantener el país como está, en pos de beneficiar a ciertos intereses corporativos, para beneficiar a la casta prebendaria Uruguaya.

No hay mucha vuelta que darle: el gobierno de Lacalle Pou eligió tomar una postura de respuesta y no de propuesta ante los problemas que atraviesa Uruguay. No propuso desregular el mercado laboral, desregular los combustibles o bajar el gasto público para reducir el peso del estado sobre la economía, nada de eso.

Simplemente eligió hacer la vista gorda ante los problemas y patear la pelota para adelante. En consecuencia de ello, quien lo suceda en el gobierno en el año entrante deberá afrontar estos problemas que el mandato de Lacalle ignoró. Pero el panorama es desolador, ningún actual precandidato propone medidas de este estilo, ni semejantes; todos buscan mantener el Estado gigante que caracteriza al Uruguay desde el año 1900.

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Brasil

Masiva protesta en Brasil en contra de la censura de Lula: Bolsonaro habló ante millones y pidió un aplauso para Elon Musk

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En la protesta se vieron manifestantes vestidos de Bolsonaro, de Elon Musk y hasta del presidente argentino Javier Milei, en favor de la libertad de expresión y el fin del régimen autoritario de Lula.

El ex presidente Jair Bolsonaro convocó a millones de manifestantes en las playas de Copacabana, este domingo en Río de Janeiro, para protestar contra la persecución política del régimen de Lula da Silva y pedir por el fin de la censura en redes sociales contra la oposición.

Millones de manifestantes comenzaron a llegar poco después de las 8 de la mañana. Bolsonaro salió del hotel cercano alrededor de las 10:00 horas, se subió a uno de los camiones y pronunció un discurso que duró unos 35 minutos, con un micrófono y parlantes para que escuche toda la ciudad.

En su discurso, Bolsonaro criticó con dureza a Lula y al juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, por sus medidas contrarias a la libertad de expresión. El juez Moraes ha metido presos a empresarios, políticos, periodistas y activistas bolsonaristas en los últimos 2 años.

El líder de la oposición pidió una amnistía para los presos del 8 de enero, día en el cual manifestantes de derecha ingresaron al edificio del Congreso y de la Corte Suprema en protesta contra el fraude electoral impulsado por el Tribunal Supremo Electoral, que preside el propio Moraes.

Como ocurrió con el Asalto al Capitolo en Estados Unidos dos años antes, no solo el puñado de violentos fue arrestado, sino que el gobierno de Lula mantiene apresados a miles de brasileros que se estaban manifestando pacíficamente y no ingresaron a los edificios públicos ese día.

En otra parte del discurso, Bolsonaro pidió un aplauso para Elon Musk, a quien apodó como una "leyenda" y aseguró que es un "hombre que quiere preservar la libertad". Tras comprar Twitter, Musk desafió a Moraes y levantó todos los bloqueos que había impuesto la Suprema Corte.

El expresidente volvió a hablar de las elecciones de 2022, que fueron robadas por el Tribunal Electoral, y recordó que hubo fraude en las urnas: "Lo que más queremos es que Brasil vuelva a la normalidad, que podamos participar en las elecciones sin sospecha alguna".

"Al fin y al cabo, el alma de la democracia son unas elecciones limpias en las que nadie puede siquiera pensar en dudar de ello", aseguró.

La protesta fue convocada por Bolsonaro en medio de un intento del juez Moraes por apresarlo al expresidente, por una presunta participación en un intento de golpe de Estado para permanecer en el poder, del cual no hay pruebas.

Sin embargo, Moraes ya apresó a varios ex ministros, a múltiples empresarios que le donaban dinero y a todos los periodistas que apoyaron su gobierno. El próximo objetivo de la dictadura, y el gran trofeo que busca Lula, es arrestarlo a Bolsonaro.

A pesar de que Bolsonaro era un simple diputado y que estaba a un año de anunciar su campaña presidencial cuando la Justicia arrestó a Lula en julio de 2017, por lo que no estuvo relacionado en lo más mínimo con su detención, el dictador de izquierda nunca le va a perdonar que puso de Ministro de Justicia a Sergio Moro, el juez que le dictó prisión efectiva.

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Venezuela

Tras la inhabilitación de Corina Machado, la oposición en Venezuela se une detrás de Edmundo Urrutia, quien enfrentará a Maduro

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De carrera diplomática, sirvió como embajador de Venezuela en Argentina entre 1998 y 2002, y fue una especie de vicecanciller durante la presidencia de Rafael Caldera.

El régimen chavista se acerca a unas elecciones claves para continuar y legitimar su sanguinaria dictadura en Venezuela. Nicolás Maduro, desesperado por la posibilidad de perder los comicios, luego de encuestas que lo ubican siendo derrotado por cualquier opositor por más de 40 puntos de diferencia, decidió tirar abajo el Acuerdo de Barbados y lanzó una campaña de inhabilitación de opositores.

En la volteada cayó la líder de la oposición, Maria Corina Machado, e incluso no se le permitió a su sucesora, Corina Yoris, a anotarse como candidata, por lo que todo indicaba que Maduro iba a presentarse sin oposición en las elecciones del 28 de julio.

Sin embargo, a último minuto antes que cierra la inscripción, Edmundo González Urrutia, un miembro desconocido del partido opositor Mesa de la Unidad Democrática (MUD) logró anotarse en el sistema, y mientras el régimen estaba intentando boicotear la candidatura de Yoris, Urrutia pasó completamente desapercibido.

Inmediatamente la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la coalición de partidos opositores a Maduro, empezó a negociar con Urrutia. Si bien no es una figura fuerte dentro de la alianza anti-chavista, es la única persona que podrá competir contra el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Inscrito inicialmente como candidato provisional del Consejo Nacional Electoral (CNE) el 26 de marzo, su nominación buscaba preservar la tarjeta electoral de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Esta maniobra permitió sortear el bloqueo contra la candidatura de Corina Yoris, quien había sido previamente seleccionada para representar a la oposición tras la inhabilitación política de Machado.

Es por eso que tras una cumbre partidaria este viernes 19 de abril, Corina Machado y el resto de los dirigentes que no pudieron anotarse votaron a favor de que Urrutia se convierta en el candidato de la oposición unificada contra el chavismo.

De esta manera, Edmundo González Urrutia, de 74 años y con una carrera política enfocada puramente en la diplomacia, quien asegura que se anotó simplemente como candidato provisional para preservar la tarjeta electoral de la MUD en caso de que pasara algo con la candidatura de Corina Yoris, será el máximo líder de la oposición a Maduro.

Quién es Edmundo Urrutia

Nacido en La Victoria, estado Aragua, y graduado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) en Relaciones Internacionales, tiene además un Máster en Relaciones Internacionales de la American University de Washington, Estados Unidos, donde estudió en 1981.

Urrutia comenzó su carrera como Embajador de Venezuela en Argelia entre 1991 y 1993, designado por el entonces presidente Carlos Andrés Pérez. En 1994, el presidente Rafael Caldera lo designó como Director General de Política Internacional de la Cancillería, un cargo de alta jerarquía.

Estuvo allí hasta 1998, cuando Caldera decidió enviarlo como embajador de Venezuela a la Argentina, una relación que en ese momento estaba floreciendo entre dos gobiernos liberales. Pero tan solo un año después, Venezuela caería en desgracia.

En 1999, gana Hugo Chávez las elecciones en Venezuela. Si bien Urrutia se quedó un tiempo como embajador en Argentina, cumpliendo más que nada un rol diplomático, en 2002 finalmente el dictador lo removería de su cargo.

En los años posteriores escribió libros y condujo fundaciones, hasta que en 2013 decidió entrar de lleno a la política, alineándose con la oposición a Maduro. Tras su afiliación a la MUD, se convirtió en una suerte de enlace internacional del partido con gobiernos extranjeros que apoyaban los reclamos de la oposición.

En 2020, asumió temporalmente la presidencia de la MUD, para luego darle lugar a otros como José Luis Cartaya, Omar Barboza y la propia Maria Corina Machado. Para 2024, Urrutia estaba prácticamente cercano a su retiro de la política, pero la situación anómala de las elecciones en Venezuela lo llevaron a que deba cumplir el rol más importante de toda su vida.

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