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Arce se rebela contra Evo Morales y el gobierno socialista de Bolivia estalla en una guerra interna

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La votación para elegir al nuevo líder del CSUTCB terminó a las piñas entre evistas y arcistas, con la llegada de la Policía Nacional de Arce golpeando incluso al propio Evo Morales.

El actual presidente de Bolivia, el socialista Luis Arce, finalmente se rebeló contra su jefe político Evo Morales y las tensiones entre los evistas y los arcistas llegaron a un punto de no retorno este fin de semana cuando se fueron a las piñas en el Congreso de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb).

Desde el viernes se estaba discutiendo quién iba a ser el nuevo líder de la Confederación, que se disputaba entre Ponciano Santos, un representante de Evo Morales, y Lucio Quispe, alfil de Arce, pero el encuentro terminó a los sillazos este domingo, con la intervención de la Policía Nacional por orden Arce que golpeó incluso hasta al propio Evo Morales.

Las discusiones quedaron inconclusas, y tanto Santos como Quispe aseguran que fueron elegidos antes de que llegue la Policía. Aún no está claro cómo se resolverá la definición, pero el gobierno socialista de Bolivia está al borde de estallar en una guerra interna.

La decisión de quién se queda con uno de los cinco sindicatos que conforman la mesa directiva del partido Movimiento al Socialismo (MAS), no solo es una disputa por una caja miillonaria, si no que es un voto fundamental para nominar en octubre de este año al próximo candidato a la presidencia del socialismo, para las elecciones del año que viene.

Actualmente, de los cinco sindicatos, Evo controla dos y Arce controla otros dos. Por lo que, el que se quede con la Csutcb tendrá la influencia suficiente para quedarse con la nominación a presidente, en un país que no tiene primarias establecidas por voto popular.

Morales denunció que Arce "compró" los votos y a los dirigentes, mientras que Arce aseguró que apoya a Lucio Quispe por su neutralidad, ya que recientemente dijo que el próximo Gobierno no debe ser "ni de Evo ni de Lucho", sino que de un candidato de unidad. 

Cabe recordar que Arce llegó al poder como delfín político de Evo Morales, mientras pesaba sobre él una orden de arresto en 2020, y lo mandó a "Lucho" como Perón lo mandó a Cámpora en 1973 en Argentina.

Arce, que había sido ministro de Economía de Evo, tenía la orden de llegar al poder y mover los hilos para que Evo Morales volviera a la presidencia, pero en la elección se mostró más moderado que su jefe político, y ganó por una diferencia abismal.

El resultado de las elecciones de octubre del 2020 envalentonaron a Arce, y en casi 3 años de gobierno, nunca le entregó el Gobierno a Evo Morales. Si bien al principio gobernaron juntos y en muchas ocasiones Arce agachó la cabeza contra las demandas de Evo, el último año ha sido especialmente tenso entre los dos líderes socialistas.

Arce decidió tomar control del poder en Bolivia y se lanzó a arrestar a todos los opositores a su gobierno. Entre ellos, arrestó a la ex presidente Jeanine Añez, al gobernador de Santa Cruz y líder de la derecha Luis Fernando Camacho, y al líder de la derecha en Potosí, Marco Pumari.

Mientras pasaba todo esto, el ex vicepresidente y otro de los líderes del MAS, Álvaro García Linera, mandó un mensaje al oficialismo boliviano y pidió que "no jueguen con fuego" y que miren el resultado de las PASO en Argentina.

"Si nos peleamos entre nosotros va a ganar la derecha, como ocurrió este domingo en las elecciones de Argentina", lanzó García Linera, horas antes de que Arce enviara a la Policía a golpear a Evo Morales y sus sindicalistas.

Una reciente encuesta de la firma Diagnosis, arrojó la semana pasada que el 80% de los militantes del MAS no está ni con Morales ni con Arce y que prefieren un candidato de unidad

"Estos números hacen posible una tercera opción que evite el divorcio", aseguraron desde la consultora. Muchos masistas pider por una candidatura de unidad del actual presidente del Senado Andrónico Rodríguez, de 34 años.

Rodríguez es parte del riñón de Morales, pero mantiene una buena relación con Arce, por lo que muchos quieren que se convierta en la nueva cara del MAS, que se ha convertido en una dictadura en el último año arrestando a sus opositores y sus militantes temen que estas medidas extremistas y la guerra interna hayan hecho perder muchos votos.

Sin embargo, recientemente funcionarios cercanos a Evo Morales aseguraron que Rodríguez solo sería candidato junto a Evo, en una fórmula Evo-Rodríguez o Rodríguez-Evo, en una suerte de vicepresidente que controla el gobierno como hizo Cristina Kirchner en Argentina, aunque con resultados deplorables.

Desde el evismo cambiaron el apodo de Arce del querido "Lucho" al enemigo "Lenin Arce", en referencia a Lenin Moreno, el presidente de Ecuador que colocó Rafael Correa cuando él no se podía presentar. Lenin, en vez de ser un delfín de Correa, tomó control del Gobierno y buscó arrestar a su ex jefe político.

Bolivia

La Derecha Diario tenía razón: Evo Morales admitió que el levantamiento militar fue un autogolpe orquestado por Luis Arce

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El líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) dijo que tiene dudas sobre el levantamiento militar y que la llamada que le hizo el presidente el miércoles durante el alzamiento “fue una mentira”.

El ex presidente de Bolivia y líder del oficialismo, Evo Morales denunció este domingo que el alzamiento militar del destituido jefe militar Juan José Zuñiga contra el gobierno de Luis Arce, fue un “autogolpe” con el objetivo de fortalecer su figura.

Cabe recordar que Arce llegó al poder de la mano de Evo en 2020, pero rápidamente se le dio vuelta y armó su propia línea dentro del gobierno, traicionando a su jefe político. Desde entonces y con una elección en puerta, Arce está buscando las maneras de consolidar su poder en el Ejecutivo, y parece haber encontrado una manera de hacerlo.

"El presidente Luis Arce engañó y mintió al pueblo boliviano y al mundo. Es lamentable que se use un tema tan sensible como la denuncia de un golpe", aseguró Evo en la red social X.

Y agregó: "Frente a esa realidad, debo pedir disculpas a la comunidad internacional por la alarma generada y agradecer por su solidaridad con nuestro país. Es importante que una investigación completa e independiente demuestre la verdad de este hecho".

Evo Morales también transmitió sus preocupaciones durante su programa dominical en la Radio Kawsachún Coca esta mañana. "Yo pensaba que era un golpe, pero ahora estoy confundido: parece un autogolpe", sostuvo.

"Pero siento, no sé si estoy equivocado, que Lucho faltó al respeto, a la verdad; nos engañó, mintió no solo al pueblo boliviano sino al mundo entero", agregó el líder más importante de la política boliviana de este milenio.

El viernes ya el propio Morales había puesto en duda la versión oficial sobre los planes golpistas de Zúñiga, detenido en una cárcel de máxima seguridad, pero esta vez se desmarcó por completo del gobierno de quien fuera su ministro de Finanzas durante los casi 14 años que estuvo en el poder.

Los dos políticos se disputan el liderazgo dentro del oficialismo, con miras a la candidatura para las presidenciales de 2025. Este domingo Morales dijo que por fuentes de un ministerio se enteró que 

Tras el autogolpe, Arce destituyó a Zúñiga y lo reemplazó por el general José Sánchez, enemigo jurado de Evo Morales. Según el expresidente, Arce deja la presidencia en manos de una "junta militar" para evitar que él sea presidente de nuevo.

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Bolivia

La verdad salió a la luz: El presidente socialista de Bolivia, Luis Arce, fabricó un intento de golpe de Estado para mejorar su imagen

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Durante la detención del General Zuñiga, quien realizó el levantamiento militar, admitió que el intento de golpe de Estado fue un show para subirle la popularidad al presidente Luis Arce, por pedido del propio mandatario.

Se terminó el show y la verdad salió a la luz. Después de que el presidente boliviano le tomara juramento a la nueva cúpula de las fuerzas militares, el reemplazante de Zúñiga, José Wilson Sánchez Velásquez, ordenó la detención del General supuestamente golpista.

Al momento de su arresto, el excomandante general relató su versión de los eventos que llevaron al levantamiento que lideró el miércoles por la tarde, el cual culminó con un intento de ingreso de las fuerzas en el palacio presidencial.

"Me reuní unos días atrás con el Presidente y me dijo que la situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica. Entonces es necesario preparar algo para levantar mi popularidad. Entonces le pregunto: ‘¿Sacamos los blindados?’ y me dijo: ‘Sacá’.", relató Zúñiga a los medios bolivianos en el momento de su aprehensión. Según su testimonio, "el domingo en la noche los blindados ya empezaban a moverse".

Carlos Sánchez Berzaín, exministro de Gobierno de Bolivia, califica el alzamiento militar ocurrido la tarde del 26 de junio en ese país como "el desorden de una dictadura en crisis", y sostiene que difícilmente servirá para recuperar la libertad y la democracia en esta nación sudamericana, "sometida" a las dictaduras izquierdistas del siglo XXI.

"Esto es un movimiento dentro de un sistema irregular llamado dictadura, que puede ser un autogolpe, una simulación o un ajuste de cuentas interno. En cualquier caso, es muy dudoso que esto ayude a recuperar la libertad y la democracia en Bolivia", expresó el exministro boliviano, quien es refugiado político en EE.UU. y director ejecutivo del Interamerican Institute for Democracy, con sede en Miami.

Sánchez Berzaín señala que, desde la llegada del líder cocalero Evo Morales al poder en 2006, Bolivia dejó de ser una democracia para convertirse en una "dictadura satélite" de Cuba y Venezuela.

"Han desinstitucionalizado completamente las Fuerzas Armadas. Hace años que las Fuerzas Armadas no son de la nación, sino del régimen", afirma el exministro.

Para él, la sublevación militar reportada este miércoles evidencia el "desorden" y la "crisis" que enfrenta el régimen liderado por el presidente Luis Arce, puesto a dedo por Evo Morales, y que ha llevado al país "a la miseria, a la condición de narcoestado, con más de 300 presos políticos y más de 10.000 exiliados".

El Movimiento Al Socialismo (MAS), partido gobernante en Bolivia, está profundamente dividido entre el presidente Luis Arce y su antiguo aliado, ahora adversario dentro del oficialismo, el expresidente Evo Morales.

Morales, quien ocupó la presidencia entre 2006 y 2019 gracias a reformas constitucionales promovidas por él mismo, se vio forzado a renunciar tras ser acusado de fraude electoral en su intento de obtener un cuarto mandato en el que ni siquiera podía presentarse a la reelección.

A finales de diciembre de 2023, el Tribunal Constitucional inhabilitó a Morales como candidato presidencial para las elecciones de 2025, argumentando que la reelección indefinida no es un “derecho humano”, contrariando una sentencia previa de 2017.

A pesar de esto, Morales persiste en la búsqueda este año de la nominación presidencial del MAS, mientras que el presidente Arce, en el poder desde 2020, no ha anunciado si buscará la reelección, pero ganas no le faltan.

Por su parte, el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció de inmediato un “golpe de Estado”, incluso antes de que se tuvieran mayores detalles de lo que estaba pasando. “Presidente Lucho Arce, convoque al pueblo, solo el pueblo salva al pueblo. ¡Alerta Bolivia!”, afirmó.

Este falso y armado intento de "golpe de estado" deja en evidencia los intereses oscuros que tienen tanto Arce como Morales, que buscan, en el caso de Arce, ser reelecto y, en el caso de Morales, volver al poder. Para lograr esto, están dispuestos a todo, incluso a inventarse supuestos golpes.


De Kevin Frank para La Derecha Diario.

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Militares se levantan contra la dictadura socialista en Bolivia y exigen la liberación de todos los presos políticos

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El presidente de Bolivia destituyó al jefe del Ejército en medio del levantamiento militar y se arroga poderes políticos extraordinarios.

Este miércoles estalló un levantamiento militar en Bolivia, luego de que el comandante general del Ejército de Bolivia, Juan José Zuñiga, tomara la sede del Ejecutivo boliviano con un tanque seguido de más vehículos militares a través de la plaza en la que se ubica la sede del Gobierno en La Paz. 

Los militares reclaman la liberación de los presos políticos, entre ellos el gobernador de Santa Cruz, Luis Camacho, la expresidente Jeanine Áñez y los coroneles y generales que fueron arrestados por el presidente Luis Arce.

Tanques y tropas ocuparon la Plaza Murillo, en el centro de la capital boliviana, donde está la sede presidencial. Un tanqueta intentó tumbar una puerta metálica del palacio presidencial, al cual ingresó posteriormente el general Zúñiga.

El actual mandatario, cuyo gobierno cada vez se parece más al de Nicolás Maduro en Venezuela, viene de una feroz interna con el expresidente Evo Morales, quien lo colocó en su lugar en 2021 luego de que la Corte Suprema determinara que no se podía presentar a un nuevo mandato, pero que lo terminó traicionando y creando su propia línea en el oficialismo.

Evo, por su parte, llamó a un paro general por tiempo indeterminado y al "bloqueo de caminos" para evitar "que las Fuerzas Armadas violenten la democracia y amedrenten al pueblo".

Arce se acuarteló en la sede del Gobierno y rápidamente los militares afines al oficialismo volvieron a tomar control de la situación. El presidente declaró despedidos a los generales y horas después le tomó juramento a los nuevos altos mandos de las fuerzas militares: José Sánchez Velásquez será el nuevo comandante del Ejército; Gerardo Zabala Álvarez, de la Fuerza Aérea, y Renán Guardia Ramírez, de la Armada.

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