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Panamá

A pesar de la estricta cuarentena, Panamá no puede bajar los casos, en una situación que recuerda a Argentina

Pese a las estrictas medidas ordenadas por el gobierno, el país centroamericano ha sufrido un aumento significativo en los casos de COVID-19. La gente protesta en contra del gobierno, que mantiene una cuarentena que no tiene efecto.

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Durante los meses de febrero y marzo, el gobierno panameño, liderado por el presidente Laurentino “Nito” Cortizo, del Partido Revolucionario Democrático (PRD) de centro-izquierda, anunciaba la creación de un gabinete de crisis para el manejo de la pandemia, además de la creación de un grupo asesor independiente, con el objetivo de acompañar las acciones del gobierno, realizando recomendaciones para atender los casos de coronavirus en el país.

Ya en el mes de Marzo, el gobierno panameño decretó una serie de medidas para evitar la propagación del virus, entre ellas, la limitación de las salidas a tres veces por semana para las mujeres y dos veces para los hombres, con un máximo de dos horas, la prohibición del alcohol, así como otras medidas tomadas por los gobiernos de la región, como el cierre de negocios no esenciales, promoción del teletrabajo, ente otras. 

Pese a que las medidas fueron catalogadas como “severas”, el número de contagios era bajo. A lo largo de esta crisis, el país centroamericano se ha destacado por ser uno de los países que ha realizado la mayor cantidad de pruebas, identificando así con mayor rapidez las zonas más vulnerables por el virus.

La rápida respuesta del gobierno panameño daba resultados, y para evitar la recesión económica el país anunció que reactivaría la economía en el mes de mayo.

Un grupo de ciudadanos protestando por la reactivación de la economía. Revista Agenda

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Sin embargo, el plan saldría muy distinto a lo que tenía en mente el presidente. Tan solo una semana después de reactivar la economía, el número de casos se había disparado.

La cantidad de nuevos casos por día, que venía entre 200 y 300, pasó a magnitudes de 600 y 800, llegando al pico de 1.540 casos nuevos en las 24 horas de este lunes 13 de julio.

Dado que el tiempo de incubación es de 14 días, con una media de 7, es raro que solamente una semana después de reactivar, los casos tuvieran esta suba. Evidentemente, había algo más afectando a la cuestión.

De todas maneras, a principios del mes de junio, el presidente Cortizo anunció el regreso al confinamiento, y denunció que la población no estaba respetando las medidas de protección personal y distanciamiento social.

Luego de todo junio en cuarentena, los casos no paran de subir, y en una situación similar a la Argentina, los panameños, cansados de hacer una cuarentena que no rinde sus frutos, sale en protesta contra el gobierno.

FUENTE: Worldometer

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El aumento en el número de casos ha obligado a las autoridades a readecuar hospitales y buscar nuevas instalaciones, debido al colapso del sistema sanitario panameño que es mayormente público y sub-financiado. 

Durante las últimas semanas se han producido protestas de médicos y enfermeras en todo el país exigiendo insumos médicos y equipo de protección.

“El temor al colapso del sistema público es evidente de mantenerse el número de casos. Para las siguientes dos semanas no tendremos sitios donde colocar camas”, aseguró Domingo Moreno, coordinador de la Comisión Médica.

Hasta el día de ayer, Panamá ha registrado más de 47.000 casos, 932 fallecidos y 23.919 recuperados, siendo el país de centro-américa con el mayor número de contagios. 

En los últimos días el presidente  Cortizo ha informado a la prensa que su gobierno buscará realizar 4.000 pruebas diarias para localizar y aislar a los enfermos, a su vez señaló que “la batalla continúa”, en relación al COVID- 19 y que no habrá flexibilización.

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Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas, los ingresos corrientes del Gobierno cayeron un 34,1% en el primer semestre de este año, en relación al mismo lapso del 2019. 

La calificadora de riesgo Moody’s, por su parte, ha estimado una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de un -4%, muy preocupante para la economía precarizada del país caribeño aunque relativamente mejor que el promedio regional de -5,2%. 

A su vez, se estima retomar un crecimiento por encima del 3% cuando la pandemia esté ya controlada, lo cual brinda muchas expectativas y le da espacio de acción al presidente Cortizo, algo que por ejemplo el presidente argentino Alberto Fernández no tiene.

Este domingo, en horas de la tarde, el presidente Cortizo se reunió con el Consejo Consultivo de Salud, conformado por el Ministro de Salud, Luis Sucre, así como por varios ex-ministros de salud y otros funcionarios del actual gobierno. 

En la reunión se tomaron decisiones importantes en materia de salud y economía que se estarán anunciando en el transcurso de esta semana, así como también la revisión del reporte epidemiológico.

Luego de salir de la reunión, el presidente habló con la prensa. “Me siento bien, tranquilo, las cosas van a mejorar. Ahora mismo estamos pasando por un rebrote, muchos países pasan por lo mismo, pero se están haciendo los ajustes y de esta vamos a salir bien, Dios primero”.  

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Panamá

La izquierda en Panamá inhabilitó al líder de la derecha, Ricardo Martinelli, de competir en las elecciones de mayo

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En una movida que ya se repite en toda la región, y que recientemente afectó a Bolsonaro en Brasil y a Maria Corina Machado en Venezuela, el gobierno de Panamá quiere impedir que Martinelli sea candidato a presidente.

La Corte Suprema de Panamá confirmó este viernes una condena a 10 años de prisión por corrupción contra el candidato a presidente de la derecha Ricardo Martinelli, por su supuesto papel en el uso de fondos públicos para comprar un conglomerado de medios y recibir participación mayoritaria.

Esto, le impediría postularse a la próxima elección, que tendrá lugar el próximo 5 de mayo y lo vería enfrentando a José Gabriel Carrizo, el candidato de la izquierda que busca suceder al actual presidente, Laurentino Cortizo.

Debido a los factores que ocasionaron las Protestas en Panamá de 2023, el actual gobierno alcanzó los niveles más bajos de popularidad en la historia reciente de Panamá. Cortizo es considerado por la mayoría de panameños como uno de los peores presidentes de la historia del país.

Hoy es el candidato presidencial con mayor respaldo popular para las elecciones, y es el principal enemigo del actual gobierno de izquierda, que busca derribar su candidatura a toda costa. Las últimas encuestas lo ubicaban con un apoyo del 40%, mientras que Carrizo no llega a los 30 puntos.

Entre los demás candidatos, se encuentra Rómulo Roux, del centrista Cambio Democrático, José Isabel Blandón, del histórico centroderechista Partido Panameño; y Martín Torrijos Espino, el expresidente panameño, que solía pertenecer al mismo partido que Cortizo. Los tres sondean alrededor de 10% en intención de voto.

Por su parte, Ricardo Martinelli, que se presenta con el partido de derecha que fundó en 2021, Realizando Metas (RM), es un magnate megamillonario del rubro del retail, que ya fue presidente de Panamá durante los años 2009 a 2014, en alianza con el ya arcaico Partido Panameño.

Producto de rivalidades políticas, luego de concluir su mandato, Martinelli ha sido objeto de múltiples procesos espurios, con los cuales ha sido detenido de manera ilegal y arbitraria, según fue declarado por el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria en el dictamen No.47/2019, en el marco del juicio Ricardo Martinelli vs Panamá.

El gobierno del expresidente Juan Carlos Varela, su sucesor directo en 2014, empeñó su gobierno en destruir su imagen y abrió más de 20 causas contra Martinelli, todas ellas manipuladas desde el Consejo de Seguridad Pública y Defensa Nacional, el servicio de inteligencia de Panamá.

Uno de sus abogados, Sidney Sittón, dijo al canal de televisión local TVN que el fallo del alto tribunal no debería impedir su postulación. Todo indica que se trata de un proceso fabricado políticamente que busca inhabilitar a Martinelli, que tiene la victoria servida en bandeja.

En la actualidad, se encuentra pendiente de decisión ante el Comité de Derechos Humanos la comunicación que se sometió por proceso que motivó su detención ilegal bajo el caso No.138-15, el cual fue utilizado para extraditarlo desde Estados Unidos a Panamá, bajo la regla o principio de especialidad.

Dentro de dicho proceso fue declarado no culpable en dos ocasiones por seis jueces distintos, debiendo enfrentar durante todo ese proceso 2 años en detención ilegal y arbitraría donde se puso en peligro su vida.

Una vez que Martinelli fue ratificado definitivamente como no culpable, sus adversarios, entre esta la exprocuradora Kenia Porcell, abusando de su cargo, inicia gestiones para desconocer de forma arbitraria e ilegal la especialidad concedida a Martinelli, y que impedía ser enjuiciado o juzgado por hechos anteriores a su extradición.

Así, logra de forma espuria que se desconozca el principio de especialidad de Martinelli y se le relaciona a investigaciones controladas por la conocida Procuraduría Paralela, investigaciones que utilizan los adversarios de Martinelli para perseguirlo políticamente, lo cual tiene como única finalidad inhabilitarlo.

A la fecha, dos de estos procesos manipulados son utilizados por sus rivales políticos para continuar la persecución en su contra, pero el objetivo final es impedir que se presente a la próxima contienda electoral como candidato a presidente.

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