Paraguay
Santi Peña será el nuevo presidente de Paraguay y se extiende la hegemonía del derechista Partido Colorado
El ala más moderada del derechista Partido Colorado logra el triunfo en las elecciones generales tras ganarle la pulseada interna al actual presidente Mario Abdo Benítez en las primarias del año pasado.

Tras las elecciones de este domingo 30 de abril, el ex ministro de Economía, Santiago Peña, se convirtió en el presidente electo de la República del Paraguay con el 42,74% de los votos, venciendo al izquierdista Efraín Alegre por una amplia diferencia de 15 puntos.
Con 27,5%, el líder del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), de centroizquierda, y la coalición de izquierda Concertación Nacional, no logró romper con la hegemonía del histórico Partido Colorado, formación de derecha que gobierna Paraguay hace más de 70 años.
La jornada electoral contó con un 63% de participación, uno de los niveles más altos en las últimas décadas, según informó la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) de la Justicia Electoral paraguaya.
En tercer lugar quedó con el 23% de los votos el nacionalista de derecha Payo Cubas, un outsider que logró representar mejor que nadie el voto anti-política por derecha en esta elección, un lugar que intentó ocupar el ex arquero José Luis Chilavert, pero sin éxito, ya que obtuvo menos del 1% de los votos.
La victoria de Peña marca un ligero cambio de rumbo en el gobierno. El actual presidente, Mario Abdo Benitez, no es parte del ala que respalda la candidatura de Peña, quien le ganó unas ajustadas primarias a fines del año pasado a Arnoldo Weis, un pasto evangélico que tenía el apoyo del oficialismo.

La victoria de Peña, si bien es un continuismo del Partido Colorado al frente del Ejecutivo paraguayo, implicará un cambio de rumbo en varios temas. “Santi” es más liberal en cuestiones económicas, pero considerablemente menos conservador que el actual mandatario “Abdo” en cuestiones sociales.
Entre sus propuestas, Peña propuso lanzar un programa que ayude al sector privado a crear 500 mil nuevos puestos de trabajo, una fuerte campaña para reducir la drogadicción en la población y un plan de préstamos para viviendas.
En cuanto a seguridad, Santiago Peña propone el programa de “Más linces, menos motochorros” en el cual se proyecta triplicar la cantidad de efectivos de esta división en las principales ciudades del país, a fin de disminuir de esta manera la cantidad de asaltos callejeros, a través de la lucha de manera frontal contra la inseguridad con una Policía Nacional fortalecida.
En términos generales, seguirá la agenda de derecha de los colorados, pero se espera una mayor incorporación de Paraguay a la agenda globalista con Peña, especialmente si se lo compara a lo que hubiera ocurrido con el pastor evangélico Arnoldo Wiens.
Las bases de la Asociación Nacional Republicana (ANR), la coalición que lidera el Partido Colorado, están divididas por los movimientos Fuerza Republicana y Honor Colorado, encabezados por el presidente Mario Abdo Benítez y su antecesor Horacio Cartes.
Ambos frentes están siendo perseguidos internacionalmente por la Secretaría de Estado de Biden. Al candidato original de “Abdo”, su actual vicepresidente Hugo Velázquez, la Casa Blanca lo identificó como «significativamente corrupto», acusándolo el año pasado de soborno, lo que hace que tanto él como sus familiares directos no sean elegibles para ingresar a los Estados Unidos.
Como resultado a esta acusación, Velázquez anunció su renuncia a su candidatura presidencial, y tomó su lugar Arnoldo Weis, quien por poco conocimiento de las bases coloradas terminó perdiendo frente a Peña, a pesar de que Velázquez se ubicaba por encima suyo en todas las encuestas internas antes de su renunciamiento.
Pero no está muy lejos de la situación de Horacio Cartes, quien en julio del 2022, fue acusado por la Secretaría de Estado de obstruir una importante investigación internacional sobre el crimen organizado para protegerse a sí mismo de un posible enjuiciamiento y daño político. La Casa Blanca también lo designó «significativamente corrupto» y revocó su visa.
A pesar de todo, el presidente Abdo Benitez dejó de lado sus conflictos con Peña y Cartes y felicitó al presidente-electo, remarcando que se trabajará por una transición ordenada y transparente del poder presidencial.
Paraguay
Elecciones en Paraguay: El histórico Partido Colorado se juega la continuidad frente a una izquierda competitiva
Si bien la derecha en Paraguay mantiene el grueso de los votos, la irrupción del derechista Payo Cubas y las denuncias de corrupción contra el gobierno podría darle una chance a la izquierda que no se veía desde 2008.

La República del Paraguay elegirá su próximo presidente en las elecciones de este domingo 30 de abril. Los ciudadanos tendrán la posibilidad de sufragar entre 13 listas de los diferentes partidos políticos del país, sin embargo, hay dos grandes partidos con posibilidades de quedarse la victoria.
Se trata del derechista Partido Colorado, que gobierna Paraguay desde 1948 casi ininterrumpidamente, solamente habiendo sido oposición durante el fugaz mandato de Fernando Lugo entre 2008 y 2012. Por otra parte, el Partido Liberal, que de liberal no tiene mucho y es más que nada una formación de centro-izquierda, englobada bajo la coalición izquierdista Concertación Nacional.
Los paraguayos elegirán presidente, vicepresidente, 45 senadores, 80 diputados titulares y 17 gobernadores, junto a 257 legisladores o concejales de Juntas Departamentales.
De acuerdo a los últimos sondeos, Santiago Peña, del oficialista Partido Colorado, lidera las encuestas frente a Efraín Alegre de la oposición Concertación Nacional.
Peña no genera mucha emoción entre los votantes, y su llegada al poder implicaría un ligero cambio de rumbo en el Partido Colorado. El actual presidente Mario Abdo Benítez había impulsado la candidatura del derechista Arnoldo Wiens, pero perdió las internas coloradas por una ínfima diferencia el pasado diciembre.
Con el 51,7% de los votos se impuso Peña, delfín político del ex presidente Horacio Cartes, ex director del Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), y ex ministro de Economía durante el gobierno de su jefe político.
Una victoria de Peña, si bien sería un continuismo del Partido Colorado, implicaría un cambio de rumbo en varios temas. “Santi” es más liberal en cuestiones económicas, pero considerablemente menos conservador que el actual mandatario “Abdo” en cuestiones sociales.
Entre sus propuestas, Peña propone lanzar un programa que ayude al sector privado a crear 500 mil nuevos puestos de trabajo, una fuerte campaña para reducir la drogadicción en la población y un plan de préstamos para viviendas.
En cuanto a seguridad, Santiago Peña propone el programa de “Más linces, menos motochorros” en el cual se proyecta triplicar la cantidad de efectivos de esta división en las principales ciudades del país, a fin de disminuir de esta manera la cantidad de asaltos callejeros, a través de la lucha de manera frontal contra la inseguridad con una Policía Nacional fortalecida.
En términos generales, seguirá la agenda de derecha de los colorados, pero se espera una mayor incorporación de Paraguay a la agenda globalista con Peña, que lo que hubiera ocurrido con el pastor evangélico Arnoldo Wiens.
De todos modos, no hay comparación con lo que ocurrirá en caso de ganar Efraín Alegre, el candidato “liberal” que más cerca parece estar de vencer a los colorados desde el infame triunfo de Lugo en 2008. Alegre propuso un masivo programa para otorgar medicina gratis a todo el país, políticas de género nacionales, y una clara adhesión al eje que está armando Biden en Sudamérica con Boric, Petro y Lula.
Sin embargo, la gran mayoría del debate político esta vuelta ha estado centrado en la corrupción. Alegre insiste que el Partido Colorado es una “mafia” y apunta directamente con hacer campaña hablando del combate a la corrupción, evitando tocar otros temas.
Las bases de la Asociación Nacional Republicana (ANR), la coalición que lidera el Partido Colorado están divididas por los movimientos Fuerza Republicana y Honor Colorado, encabezados por el presidente Mario Abdo Benítez y su antecesor Horacio Cartes.
Ambos frentes están siendo perseguidos internacionalmente por la Secretaría de Estado de Biden. Al candidato original de “Abdo”, su actual vicepresidente Hugo Velázquez, la Casa Blanca lo identificó como «significativamente corrupto», acusándolo de soborno, lo que hace que tanto él como sus familiares directos no sean elegibles para ingresar a los Estados Unidos.
Como resultado a esta acusación, Velázquez anunció su renuncia a su candidatura presidencial, y tomó su lugar Arnoldo Weis, quien por poco conocimiento de las bases coloradas terminó perdiendo frente a Peña, a pesar de que Velázquez se ubicaba por encima suyo en todas las encuestas internas.
Pero no está muy lejos de la situación de Horacio Cartes, quien en julio del 2022, fue acusado por la Secretaría de Estado de obstruir una importante investigación internacional sobre el crimen organizado para protegerse a sí mismo de un posible enjuiciamiento y daño político. La Casa Blanca también lo designó «significativamente corrupto» y revocó su visa.
Las encuestas más recientes ubican a Peña por arriba de Alegre, pero por una diferencia más corta de la que hubiera querido el Partido Colorado. Según la consultora FaSaC, Peña tiene un 43,4% de intención de voto mientras que Alegre roza los 37,1%.
Sin embargo, AtlasIntel, la encuestadora más precisa en Estados Unidos y en Brasil, marca una victoria del izquierdista Alegre por 34,3% contra el 32,8% de los colorados. Esta encuesta pone al partido nacionalista de derecha Cruzada Nacional, que encabeza Payo Cubas, en tercer puesto con el 23,1%, lo cual explica el bajo número del oficialismo. Sin embargo, es la única encuesta que indica un resultado de este tipo y lo más probable es que finalmente mucho de ese voto termine cayendo en Peña y el Partido Colorado se quede con el triunfo.
Por último, la encuestadora Multitarget, ubica a Peña primero, con el 34,9%, a Alegre tercero, con el 20,6% de intención de voto, y al derechista Cubas en segundo puesto, con el 24,7%, un resultado que sería realmente lapidario para la izquierda paraguaya.
Lejos quedan en todas las encuestas el partido Nueva República, del ex canciller de “Abdo”, Euclides Acevedo, y el Partido de la Juventud, del ex arquero e ídolo futbolísitico José Luis Chilavert, con el 3% y 2% respectivamente. Ambos también le sacan votos al oficialismo, ya que tienen agendas de derecha al igual que el Partido Colorado.
Paraguay
Arnoldo Wiens: Paraguay tiene nuevo candidato de derecha para la Presidencia tras la caída de Hugo Velázquez
El pastor evangélico es el elegido por la chapa oficialista del Partido Colorado de Mario Abdo Benítez para continuar con la rama conservadora del oficialismo.

Tras el escándalo del último viernes, en el que la Embajada de Estados Unidos declaró al vicepresidente y actual candidato del oficialismo Hugo Velázquez como “significativamente corrupto”, su figura salió eyectada de la política paraguaya.
Anunció que no solo renunciaría a su cargo como segundo mandatario, si no que declinaría su pre-candidatura a presidente en las internas del conservador Partido Colorado, contra el candidato del ex presidente Horacio Cartes, el economista Santiago Peña, quien se pasó de la izquierda al partido derechista recién en 2016, habiendo estado afiliado al Partido Liberal Radical Auténtico desde los 17 años, lo cual generó controversias internas en el oficialismo y representa al ala más izquierdista de la Asociación Nacional Republicana.
Si bien las encuestas marcaban a Peña ligeramente por encima de Velázquez, la condena de Estados Unidos manchó también a Cartes, y hoy no solo Velázquez ha declinado su candidatura, si no que Peña empieza a perder apoyo entre los votantes colorados.
Esto le ha abierto el camino al ex pastor y periodista Arnoldo Wiens, quien se desempeñaba como ministro de Obra Pública y Comunicaciones, renunciando al cargo esta semana para presentar su candidatura haciendo dupla junto al ex ministro de Educación Juan Manuel Brunetti.
Esta boleta resulta extremadamente interesante para el votante clásico del Partido Colorado paraguayo, ya que representa al ala más conservadora, que desde 2018 viene dominando el histórico partido, y se encuentra libre de las denuncias de corrupción que vienen pegando fuerte al mandato de Abdo Benitez.
Pero quién es Arnoldo Wiens y qué representa, es la pregunta que muchos en Paraguay se están haciendo. Luego de recibir un Doctorado en Teología en el Seminario Internacional Teológico Bautista de Buenos Aires en 1996 tras un Master en 1989 en la misma rama, Arnoldo arrancó su imagen pública en TV conduciendo programas de carácter político entre los años 2003 y 2011 en Paraguay, un programa denominado “Siglo a Siglo”, altamente popular y seguido a nivel nacional por muchos en su momento.
Con esta iniciación, Wiens se introduce a la arena política con la intención de convertirse en un potable candidato a la presidencia del país para el periodo 2013-2018 por el Partido Colorado, aunque finalmente declinaría a dicha posibilidad y acabaría por postularse para el Senado de la Nación, en donde ganó cómodamente y ejerció su función como legislador de la Cámara Alta hasta el término de su periodo (2013-2018).
Inmediatamente en 2018 acepta la designación de Abdo Benítez para ponerse a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), donde recibió la difícil tarea de ordenar una cartera que durante el gobierno de Horacio Cartes estuvo plagada de corrupación.
De esta manera, Arnoldo reemplaza a Hugo Velázquez y oficializa su precandidatura en filas del Partido Colorado por el oficialismo con apoyo del actual presidente Mario Abdo Benítez, en donde deberá derrotar el 18 de diciembre en las internas coloradas a Santiago Peña, candidato disidente del movimiento Honor Colorado, liderado por el expresidente Horacio Cartes.
Aunque Santiago Peña cayó notablemente en su popularidad luego de que Washington declarara “significativamente corrupto” a su principal líder político, el banquero ya lideraba varios sondeos contra Velázquez. Sin embargo, en recientes encuestas en redes sociales realizadas por periodistas y medios de comunicación, la fórmula Wiens/Brunetti se impone y parece estar ganando mucha tracción.
SONDEO 1:
SONDEO 2:
SONDEO 3:
Arnoldo se presentó a sí mismo como un candidato “que no será Hugo Velázquez ni Mario Abdo Benítez, que dispone de un modelo que apunta al respeto y al fortalecimiento de las instituciones de los valores republicanos, de la vida, de la familia y de buscar la justicia en nuestra sociedad”, según sus propias palabras durante su discurso este domingo en donde presentó oficialmente su precandidatura a la presidencia de Paraguay.
Por su formación teológica y atendiendo a que ejerció el pastorado durante varios años, adhiere claramente a principios conservadores que durante su mandato, en el caso de ganar, serían claramente fundamentales. Su dupla para la vicepresidencia es Juan Manuel Brunetti, ex ministro de Educación del gabinete de Abdo, quien también dejó la cartera para adentrarse a la cantienda electoral.
Bajo su administración, aunque fue corta, luchó por defender una postura clara ante las amenazas latentes de grupos sociales y políticos de ultra izquierda que procuran subvertir el establecimiento educativo, como también lo hacen en el resto de Latinoamérica y el mundo. Brunetti estuvo en contacto con el Ministerio de Educación de Brasil, de Bolsonaro, para implementar medidas para despolitizar las escuelas.
¿Qué necesita Wiens para llegar al Palacio de López?
Si Arnoldo Wiens lograra derrotar al centrista Santiago Peña el próximo 18 de diciembre, luego deberá imponerse sobre su contrincante a nivel nacional el 30 de abril de 2023, en las elecciones generales previstas para esa fecha.
Cabe aclarar que en Paraguay, el Partido Colorado domina la política hace décadas, y ha ganado todas las elecciones desde la vuelta a la democracia en 1993 hasta la fecha, a excepción de las elecciones del 2008, cuando triunfó por primera vez en la historia el comunista Fernando Lugo, quien terminó destituido en juicio político por su galopante corrupción y mal gobierno.
Esto implica que Wiens en realidad tendrá un desafío más importante en las elecciones primarias coloradas que luego en las elecciones generales, donde se espera que nuevamente el ANR-PC se imponga cómodamente contra la oposición socialdemócrata.
Si consigue su objetivo, Paraguay podría tener por primera vez en su historia a un ex líder evangélico como Presidente de la República. Ya en 2008 había sido electo con altas expectativas el entonces obispo Fernando Lugo, que posteriormente se inclinó a la extrema izquierda estafando a su electorado y a la iglesia católica.
Wiens para ganar debe consolidar a un electorado colorado en crisis por la coyuntura actual que involucra la decisión de la Casa Blanca de Biden de atacar a los dos movimientos principales y más grandes del Partido Colorado, en una clara demostración en favor del Partido Liberal Radical Auténtico, que responde directamente al Partido Demócrata de los Estados Unidos.
Wiens dispode de 120 días, aproximadamente cuatro meses, para recorrer el país de cara a las internas del 18 de diciembre de 2022, ganar notoriedad, conectar con el electorado conservador que tal vez todavía no lo conoce lo suficiente, y derribar el intento tanto de Cartes por volver a dominar el Partido Colorado como de los Estados Unidos de imponer un candidato propio en Paraguay.
Por Bryan Albariño, para La Derecha Diario.
Paraguay
Escándalo en Paraguay: Renuncia el Vicepresidente acusado de corrupción por Washington
Hugo Velázquez también abandonará su precandidatura presidencial por el Partido Colorado luego de que el gobierno de Estados Unidos denunciara que participó en “actos significativamente corruptos”.

El vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, quien atravesaba una feroz interna con el presidente de derecha Mario Abdo Benítez, anunció este viernes que dimitirá al cargo y también a su precandidatura presidencial por el Partido Colorado, unas horas después de que Estados Unidos lo designara como una “persona significativamente corrupta“.
“Cayó como un balde de agua fría. Desconozco de lo que estuvo hablando el embajador de Estados Unidos en Paraguay, Marc Ostfield. En mi carácter de precandidato a presidente de la República, teniendo como discurso la lucha contra el crimen organizado, eso me deja mal y tengo que ser consecuente“, dijo en diálogo con la radio Monumental 1080 AM, minutos antes de anunciar su dimisión.
Poco antes, el embajador de Estados Unidos en Asunción, Marc Ostfield, en una conferencia de prensa en la delegación diplomática, acusó a Velázquez de corrupto y anunció su inclusión en la lista negra, mientras que en Washington el secretario de Estado de Biden, Antony Blinken, emitió un comunicado en el mismo sentido.
El embajador explicó que “Velázquez obstruyó una investigación que lo amenazaba a él y a sus intereses financieros“, ofreciendo un soborno de un millón de dólares a un funcionario para blanquear su nombre.
“Fue muy volátil la denuncia del supuesto soborno, no sé si hay causa penal. No tengo idea de la acusación. Debo cuidar los principios por los cuáles he luchado“, se defendió Velázquez en la entrevista radial. La incorporación en la lista estadounidense también alcanza a su familia.
Estados Unidos ya había designado de la misma manera al expresidente paraguayo Horacio Cartes, quien gobernó el país entre 2013 y 2018, por obstruir “una importante investigación internacional sobre el crimen transnacional para protegerse a sí mismo y a su asociado criminal de un posible enjuiciamiento y daño político“.
Hugo Velázquez
Antes de ser vicepresidente, Velázquez fue durante años fiscal en la zona de la Triple Frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil y llegó al cargo de fiscal general adjunto de la IV Región y Chaco. En 2007 abandona el trabajo judicial y se lanza como diputado nacional por el derechista Partido Colorado.
En 2014, llega a ser presidente de la Cámara de Diputados durante el gobierno del presidente Cartes, con quien forma una estrecha alianza. El cartismo, una facción interna del partido ligada al globalismo y a la socialdemocracia conservadora, fracasa políticamente y en 2018 lo sucede en el gobierno Mario Abdo Benitez, el abdismo, quien llega al poder con un discurso marcadamente de derecha y nacionalista.
Velázquez terminó como su vicepresidente en un arreglo político para que el Partido Colorado mantenga a todas sus facciones contentas, pero los encontronazos entre el número uno y dos del Ejecutivo se convirtieron en una situación diaria.
A pesar de estos choques, Velázquez era candidato a la presidencia de Paraguay en las elecciones internas del gobernante Partido Colorado que se llevarán a cabo a finales de diciembre representando la facción oficialista, la del presidente Abdo, mientras que Cartes ha optado por respaldar nuevamente al economista Santiago Peña, un centroizquierdista que en su juventud militó en la extrema izquierda.
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