Alcalde de Reynosa dice: No soy Dios, ante desastre en su ciudad

En plena emergencia por las inundaciones en Reynosa, que dejaron a cientos de familias damnificadas, el alcalde Carlos Peña Ortiz, mejor conocido como "Makito", desató la indignación al victimizarse en redes sociales. En lugar de asumir su responsabilidad, optó por culpar a otros y evadir su deber como autoridad.

Una ciudad colapsada… y un alcalde ausente

Videos grabados por ciudadanos muestran calles inundadas, drenes colapsados y basura flotando por todas partes. Las llamadas a Protección Civil fueron ignoradas. El colapso no fue producto de la naturaleza, sino de años de abandono institucional.

“Somos gobierno, no Dios”: la excusa de siempre

Con esa frase publicada en su cuenta de Facebook, Peña Ortiz desató una tormenta aún mayor. Lejos de proponer soluciones, se dedicó a repartir culpas entre la ciudadanía, el clima y sus críticos.

"Muchos criticando sin hacer nada", escribió. "El lunes regresen a criticar", añadió con sorna.

Millones para artistas, cero para drenaje

En los comentarios, los ciudadanos no se quedaron callados. Le reprocharon su frivolidad y lo acusaron de gastar millones en espectáculos y adornos navideños, mientras la ciudad se inunda por falta de inversión en drenaje y mantenimiento urbano.

"Resolver es su trabajo, señor. No comentar desde su celular mientras la ciudad se ahoga", escribió una usuaria. Otra lo acusó de no estar en Reynosa durante la emergencia y le exigió "tantita vergüenza".

El cinismo no resuelve, la rendición de cuentas sí

El desastre no fue accidental. Es producto de una administración que prioriza la autopromoción sobre el servicio público. Que organiza conciertos pero descuida lo esencial.

El deslinde del alcalde es indignante. Muestra su incapacidad para gobernar. Reynosa no necesita excusas, necesita un gobernante que enfrente las crisis, no que huya a redes sociales.

Mientras tanto, cientos de familias siguen atrapadas. Sin ayuda, sin soluciones y, sobre todo, sin alcalde.