
Otra Andrea Chávez en el norte: Cecilia Guadiana opera unidad médica
Cecilia Guadiana financia unidad médica que promueve su imagen, al margen de toda regulación
La senadora Cecilia Guadiana reconoció que en el estado opera una unidad médica móvil financiada por empresarios y parte de su salario. Lo que antes habría sido escándalo, hoy encaja perfectamente en el modelo de Morena: servicios con fines políticos, propaganda disfrazada de ayuda social y opacidad justificada bajo una narrativa humanista. Guadiana se suma así al patrón de Andrea Chávez.
Según la propia senadora, el servicio cuesta aproximadamente 15 mil pesos mensuales, y ella "solo ayuda". No obstante, el vehículo —identificado previamente con su nombre e imagen— recorre colonias como si se tratara de una estructura paralela al sistema de salud pública.
Ante las críticas, Guadiana retiró su imagen del vehículo, pero no resolvió el problema de fondo: una unidad médica financiada sin regulación, sin supervisión y con un evidente riesgo de promoción política disfrazada de ayuda social.
Sheinbaum advierte, pero no actúa
Tras la polémica, la presidente Claudia Sheinbaum emitió un mensaje general:
"Los programas del Bienestar no deben tener rostro ni partido."
Sin embargo, evitó nombrar a Guadiana directamente y no ordenó ninguna sanción, auditoría o corrección real. Fue, en los hechos, un regaño simbólico, sin consecuencias concretas.
Como ya ocurrió con Andrea Chávez, ahora se normaliza que cada senadora tenga su propio sistema asistencial, financiado con recursos opacos y utilizado para obtener réditos electorales.
Clientelismo con rostro de progreso
Lo que Morena denomina "justicia social" es, en muchos casos, clientelismo disfrazado. Se trata de servicios con carga política, promovidos en redes, sin reglas claras ni fiscalización real.
Más que ayudar, estructuran campaña: lonas, estetoscopios y discursos humanistas que simulan altruismo pero buscan consolidar poder político.
Morena ha convertido la necesidad médica en estrategia de campaña. Lo que aparenta ser ayuda, es propaganda con estética moderna. No se fortalece al Estado: se crean estructuras paralelas para beneficiar a figuras políticas.
Mientras hospitales públicos colapsan, se normaliza un modelo en el que brindar asistencia es sinónimo de autopromoción, y la miseria, un medio más para hacer política.
Más noticias: