Personas con mascarillas sostienen carteles de protesta que piden equipo de calidad y derechos laborales.
SOCIEDAD

Uno de cada tres trabajadores de salud carece de derechos laborales en México

Crece la informalidad mientras Claudia presume un sistema de salud “como en Dinamarca”

Uno de cada tres trabajadores del sector salud en México vive sin derechos laborales.  Personal médico, enfermeras, técnicos y administrativos laboran bajo esquemas de informalidad, sin seguridad social, prestaciones ni estabilidad. Y mientras tanto, la presidente Claudia Sheinbaum repite que el sistema ya opera “como en Dinamarca.”

A pesar de los discursos sobre justicia social, la realidad es que el sistema se sostiene con mano de obra precaria. Contratos temporales, pagos irregulares y jornadas extendidas son el día a día para quienes sostienen hospitales, clínicas y centros de atención. No hay dignificación laboral, hay explotación institucionalizada.

Hospitales, sin garantías

El modelo IMSS-Bienestar, presentado como emblema de la 4T, ha multiplicado los empleos sin base, sin derechos y sin futuro. Miles de trabajadores son contratados por honorarios, sin derecho a vacaciones, aguinaldo o pensión.

En muchos casosni siquiera tienen acceso al mismo sistema de salud en el que trabajan.  Atender pacientes sin cobertura médica propia es hoy una ironía normalizada.

Un grupo de personas sostiene una pancarta que reclama derechos laborales, mientras un oficial de policía observa.
Empleados del Diario El Tiempo | DR

Si se enferman, no hay incapacidad ni apoyo: solo despido o reemplazo. El colmo: muchos llevan años renovando contratos cada tres meses. Sin antigüedad, sin estabilidad, sin respeto.

La doble moral del humanismo

Mientras desde Palacio Nacional se presume un modelo “humanista” de salud, la base laboral que lo sostiene sigue completamente olvidada. Sheinbaum habla de justicia, pero sus políticas solo perpetúan la precariedad heredada.

Una persona con mascarilla sostiene un cartel que dice
La precariedad laboral es una constante en México | DR

No hay presupuesto suficiente para atender a todos, pero sí hay recursos para campañas, giras, propaganda y clientelismo. El personal de salud no pide privilegios, solo condiciones mínimas. Pero en la lógica de la 4T,  las necesidades reales se esconden.  Y si protestan, la respuesta es represión o indiferencia.

Un sistema colapsado desde adentro

Esta informalidad no solo daña al trabajador, también daña al paciente.  Cansancio, rotación, fuga de talento y desmotivación impactan directamente en la calidad del servicio. No se puede hablar de salud de calidad cuando los médicos no tienen contratos, ni las enfermeras derecho a enfermarse. 

Mientras eso ocurre, la 4T celebra avances imaginarios, la transformación prometida no llegó. Solo llegó un nuevo disfraz de la vieja precariedad. 
 

El  sistema de salud, lejos de consolidarse, se mantiene frágil, sostenido por héroes sin derechos.  Porque en México, la salud pública no se construye con promesas…se construye con dignidad laboral. Y eso, a este gobierno, claramente no le importa.

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