La Derecha Diario Noroña sobre elección judicial: Será como hacer el amor por primera vez
El presidente del Senado banalizó el proceso electoral y lo comparó con el acto sexual.
Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, vuelve a estar en el centro de la polémica. Tras ser cuestionado por su viaje a Europa con cargo al erario, ahora causó revuelo por banalizar la próxima elección judicial durante una conferencia de prensa.
En un contexto marcado por la creciente preocupación por candidatos vinculados al crimen organizado y la escasa participación ciudadana, el legislador de Morena optó por una declaración desconcertante. Al ser cuestionado sobre sus expectativas frente a la elección de junio, Noroña hizo una analogía sexual para justificar la improvisación del proceso.
Comparación ofensiva e irresponsable
En lugar de abordar con seriedad las críticas, el senador se refirió al proceso judicial como “hacer el amor por primera vez”. Según él, es normal no saber hacerlo bien al inicio, pero con el tiempo se mejora. Esta analogía, lejos de ser graciosa, evidencia el desprecio por el carácter institucional y técnico que debería tener la designación de jueces.
“Vamos a hacer el amor electoralmente el próximo 1 de junio, y cada vez lo haremos mejor”, sentenció sin el menor recato.
Críticas a un proceso sin credibilidad
La elección de jueces promovida por Morena ha sido fuertemente cuestionada por juristas, académicos y organismos internacionales. Las objeciones van desde la falta de experiencia de los candidatos hasta su evidente vinculación con el oficialismo o incluso con el crimen organizado.
En lugar de un debate técnico sobre los perfiles idóneos, el proceso se ha convertido en una parodia promovida desde el poder. El desprecio de Noroña por la independencia judicial refleja la verdadera intención del régimen: controlar todos los poderes.
Un país al borde de perder su democracia
La frase del senador resume la frivolidad con la que el oficialismo maneja temas fundamentales. Convertir la elección judicial en una metáfora sexual no solo es una falta de respeto, sino una alarma sobre lo que está en juego.
México enfrenta hoy el riesgo de que su sistema judicial se convierta en un brazo más del poder presidencial. Todo, bajo la retórica simplista de quienes no tienen interés en fortalecer la democracia ni en respetar la división de poderes.
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