
La austeridad republicana termina en palcos y relojes finos
Mientras Sheinbaum predica humildad, sus aliados acumulan mansiones, joyas y autos de lujo.
La "austeridad republicana" volvió a quedar en entredicho por los propios miembros de Morena. Senadores del partido revelaron bienes millonarios en sus declaraciones patrimoniales: residencias, terrenos, autos, joyas y hasta palcos exclusivos. Todo esto mientras la presidenta Claudia Sheinbaum habla de modestia, pueblo y ética pública.
El caso más descarado es el del senador Carlos Lomelí, de Jalisco. Declaró cinco casas —una de ellas con un valor de 49.5 millones de pesos—, seis departamentos, cinco locales, una bodega y un palco. Además, presume siete autos, obras de arte, relojes finos y joyas.
Austeridad... pero con chofer, palco y colección privada
Adán Augusto López, Ignacio Mier y Alejandro Esquer también acumulan terrenos y propiedades de alto valor. Nada mal para quienes repiten que “el poder es para servir, no para enriquecerse”.
En el otro extremo, hay senadores que declaran no tener ni una sola propiedad. Milagrosos ejemplos de servidores públicos sin patrimonio. O sin escrúpulos.

Claudia pide humildad, pero vive como oligarca
Desde el púlpito presidencial, Claudia Sheinbaum exige a su equipo vivir en “justa medianía”.
Pero ella misma viaja con escoltas militares, helicópteros, ropa de diseñador… toda la parafernalia del poder.
¿Cuántos millones vale el personaje de la “científica del pueblo”? Sheinbaum no solo tolera estos excesos: los arropa y los justifica.
La 4T prometió romper con los lujos... solo los heredó
Morena llegó prometiendo erradicar los excesos del viejo régimen. Pero su nueva clase política vive como los de antes... solo que con un nuevo logo en la solapa.
Los palcos, los relojes y las casas millonarias no desaparecieron. Solo cambiaron de manos.
Hoy, mientras millones de mexicanos apenas sobreviven, los representantes del “pueblo” acumulan como aristócratas.
Todo con el aval de una presidenta que se indigna en cámara, pero calla en privado.
La transformación no es del país, es del estilo de vida de la élite obradorista
Cada declaración patrimonial exhibe lo mismo: no llegaron a servir, llegaron a disfrutar.
Y mientras repiten la palabra “austeridad” como mantra, firman sus declaraciones con millones en propiedades.
En este México transformado, la pobreza es discurso. Y el privilegio... es de Morena.
La única igualdad que logró Morena es que todos los políticos, de antes y de ahora, disfruten los mismos lujos.
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