Un grupo de personas detrás de una reja en un entorno urbano.
SOCIEDAD

Feministas intentaron derribar puerta de la Catedral de Cuernavaca.

En otro acto de vandalismo, el colectivo Bloque Negro intentó ingresar por la fuerza al recinto católico.

Lo que debía ser una manifestación pacífica por el Día Internacional de la Mujer se convirtió en una  jornada de violencia y destrozos en Cuernavaca.

Grupos feministas radicales atacaron la Catedral de Cuernavaca intentando derribar su puerta, la cual permanecía cerrada como medida de seguridad para evitar posibles daños.

Las manifestantes además llevaron a cabo pintas ofensivas en las paredes del templo, ignorando el respeto por la libertad religiosa y el patrimonio histórico.

Los muros de la catedral, un símbolo de la ciudad y un sitio de culto para miles de fieles, fueron cubiertos con grafitis  en los que acusaban a la Iglesia de ser parte del "sistema opresor".

Un grupo de personas vestidas de negro camina frente a una puerta de madera con grafitis en una pared decorada.
Las manifestantes realizaron pintas en el inmueble. | La Derecha Diario

Comercios y edificios también fueron blanco de ataques

Además del atentado contra la Catedral, las manifestantes  realizaron destrozos en negocios y edificios públicos a lo largo de su recorrido. Comerciantes denunciaron que las agresoras rayaron fachadas y rompieron cristales, afectando a pequeños y medianos empresarios.

Un sector de la sociedad, incluyendo a feligreses y ciudadanos preocupados, criticó la permisividad de las autoridades ante estos actos, exigiendo que se castigue a las responsables.

Protesta con carteles y grafitis en un edificio y personas caminando con pancartas en la calle.
Negocios aledaños sufrieron la furia de las manifestantes. | La Derecha Diario

Iglesia y usuarios en redes condenan el ataque

Mientras tanto, las autoridades estatales y municipales han guardado silencio, sin tomar medidas para sancionar estos actos. 

Las redes sociales no se quedaron atrás y se manifestaron en contra de estos actos. Una usuaria comentó que el vandalismo llevado a cabo por este colectivo avergonzaba la verdadera lucha de las mujeres, mientras que otra lamentaba la poca educación de las manifestantes.

El ataque a la Catedral es una muestra de cómo el movimiento feminista radical ha dejado de lado cualquier intento de diálogo y se ha convertido en un grupo que justifica la violencia  como método de protesta.

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