
Boda infantil en Guerrero desata indignación y revela abandono institucional
Una ceremonia entre menores normaliza el abuso infantil bajo el pretexto de “usos y costumbres”
Una ceremonia entre dos menores en San Pedro Cuitlapa, Guerrero, desató críticas por perpetuar prácticas ilegales y vulnerar derechos infantiles.
El pasado domingo en la comunidad de San Pedro Cuitlapa, municipio de Tlacoachistlahuaca, Guerrero, se celebró una boda entre dos menores de edad. Aunque no se tiene el dato preciso de la edad de los involucrados, se presume tratarse de dos jóvenes pubertos.
La ceremonia, realizada con el consentimiento de los padres y ante decenas de invitados, fue difundida en redes sociales. Esto generó una ola de indignación y críticas por perpetuar prácticas ilegales y vulnerar los derechos de los menores.
Una fiesta que normaliza el abuso
Durante el evento, los menores, vestidos de traje y vestido blanco, bailaron un vals mientras los asistentes aplaudían y celebraban. La ceremonia fue descrita por la autoridad local como un acto simbólico, ya que no hubo presencia de oficiales del Registro Civil.
Sin embargo, activistas y defensores de derechos humanos señalan que este tipo de eventos normalizan el abuso y la explotación infantil bajo el pretexto de usos y costumbres.
Un problema estructural y cultural
La activista Hermelinda Tiburcio Cayetano, originaria de Tlacoachistlahuaca, denunció que los matrimonios entre niños y su venta se han normalizado en las comunidades indígenas de la región. Según declara, ha sabido de casos en los que oriundos de Guerrero residentes en Estados Unidos compran niñas pagando medio millón de pesos.
Estas prácticas persisten a pesar de que en 2022 el Congreso local reformó el Código Civil para prohibir los matrimonios infantiles.
La inacción gubernamental
A pesar de las reformas legales y las campañas gubernamentales para erradicar la violencia contra niñas, niños y adolescentes, estas prácticas continúan ocurriendo en diversas comunidades de Guerrero. La ausencia de acciones concretas por parte de las autoridades permite que estas violaciones a los derechos infantiles persistan.
La celebración de bodas infantiles en Guerrero evidencia una grave violación a los derechos de los menores y una alarmante falta de acción por parte de las autoridades. Es imperativo que se implementen medidas efectivas para erradicar estas prácticas y proteger a los niños de situaciones que comprometen su bienestar.
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