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Estados Unidos

La historia de la mano derecha de Trump que fue perseguido ilegalmente por el FBI de Obama

Michael Flynn, el antiguo asesor de seguridad de Trump, que había sido obligado a renunciar a su cargo a los 21 días de la nueva presidencia, quedó finalmente absuelto tras nuevas revelaciones que demuestran que había sido ilegalmente incriminado por el FBI de Obama.

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Nuevos documentos sacados a la luz por el Departamento de Justicia revelan que la acusación contra el Teniente General Michael Flynn, uno de los principales aliados de Trump en los primeros días de su presidencia, que generó su renuncia en febrero de 2017 como asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, estuvo basada en información falsa, y fue organizada por el FBI para generar la salida de Flynn, y la desestabilización del nuevo gobierno de Donald Trump.
Flynn es un experimentado militar retirado que había sido clave en las operaciones anti-terroristas de la administración Obama entre 2012 y 2014 como director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), el mayor cargo en la inteligencia militar estadounidense. A pesar de ser un afiliado al Partido Demócrata, sus ideas estaban muy cercanas al Partido Republicano y había sido despedido de su cargo por cuestiones políticas, en medio de acusaciones de "islamofobia" y choques directamente con Obama
Su reemplazo en ese entonces fue el Mayor General Vincent Stewart, quien sería el primer afroamericano en dirigir la DIA. Stewart era un "general de 2 estrellas," mientras que Flynn había ingresado a la DIA con "3 estrellas," un rango superior. Para disimular la diferencia, Stewart fue promovido a Teniente General justo antes de asumir en la DIA.

El Teniente General Michael Flynn, en su acto de asunción como director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, el 24 de julio de 2012.
Durante la campaña de Donald Trump para la presidencia en 2016, Flynn se acercó mucho al candidato republicano, y se convirtió en uno de sus asesores más cercanos en materia de seguridad nacional. Reportes de entonces afirman que incluso fue considerado como posible candidato a vicepresidente, antes de que el gobernador de Indiana, Mike Pence, fuera elegido. 
Flynn había sido su mano derecha en temas de geopolítica en una campaña que estuvo inundada de discusiones sobre Medio Oriente, Europa y conflictos bélicos, y el buen consejo del militar fue recompensado: 3 días después de asumir la presidencia, Trump le asignó a Flynn el importantísimo cargo de asesor en Seguridad Nacional de la presidencia, uno de los cargos más importantes en la cadena de mando de la Casa Blanca
Pero tan solo 21 días después, el 13 de febrero de 2017, Flynn se vio forzado a renunciar.

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La renuncia de Flynn fue un baldazo de agua fría para muchos votantes de Trump, y lo veían como la primer gran derrota de su gestión. Flynn se había visto obligado a renunciar por acusaciones filtradas a la prensa sobre supuestos contactos ilegales entre Flynn y el embajador de Rusia en los Estados Unidos, Serguéi Kisliak, en lo que fue el primer paso de una extensa campaña de desinformación de los medios y del Partido Demócrata sobre la supuesta intervención rusa en la campaña de 2016.
Flynn y Kisliak habían trabajado juntos en 2013 cuando el militar retirado coordinó con el embajador ruso los detalles de una visita oficial a Moscú, en el marco de su trabajo como director de la DIA. En diciembre de 2016, mientras Flynn formaba parte del equipo de transición presidencial de Trump, recibió una llamada de Kisliak sobre sanciones que Barack Obama decidió imponer a Rusia por su supuesta interferencia en las elecciones presidenciales. 
Flynn admitió haberle dicho a Kisliak que dichas sanciones serían analizadas por la nueva administración, junto a toda la política exterior de la era Obama, y en ese momento presentó la renuncia para que una investigación del FBI no manche al nuevo gobierno.

El Teniente General Michael Flynn, en un acto de campaña de Donald Trump en Phoenix, Arizona, en octubre de 2016. Foto de Gage Skidmore.

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La conversación entre Flynn y Kisliak fue interceptada por el FBI, organismo liderado entonces por el demócrata James Comey, quien le informó a Obama sobre su contenido, cuando todavía éste era presidente. 

Según los documentos revelados recientemente por el Departamento de Justicia, que incluyen comunicaciones por correo electrónico entre ex-agentes del FBI, Flynn fue víctima de un plan secreto para acusarlo de violar la "Ley Logan", ley federal de 1799 que le prohíbe a civiles (no autorizados por el gobierno) llevar a cabo negociaciones o acciones diplomáticas en nombre de los Estados Unidos, con agentes de naciones extranjeras. 

La Ley Logan había sido diseñada bajo la administración del 2do presidente de los EE.UU., John Adams, para evitar la interferencia del Reino Unido y Francia en la nueva democracia estadounidense, a tan solo 23 años de su independencia. Desde su promulgación, la Ley Logan sólo fue utilizada en 2 casos, en 1802 y 1852, y ninguno de ellos resultó en condenas. Sin dudas, una ley completamente obsoleta.

El plan para incriminar a Flynn comenzó solo 3 días después de la asunción de Trump, el mismo día en que Flynn asumió su cargo de asesor presidencial, el 23 de enero de 2017. Ese día, el segundo al mando del FBI, Andrew McCabe, filtró la existencia de la conversación Flynn-Kisliak a la prensa, con el visto bueno de Comey. 
Los medios, en su mayoría opositores a Trump, encontraron allí el primer "escándalo" del nuevo presidente, el cual, creían, confirmaba sus conexiones con la Rusia de Vladimir Putin. Con la excusa de contener la filtración y "cubrir todas las bases," McCabe contactó a Flynn para consultarle si podía enviar a 2 agentes del FBI para conversar sobre su llamada con Kisliak. Flynn accedió, y el día siguiente se concretó dicha "conversación."

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Según correos electrónicos entre los ex-miembros del FBI, Lisa Page y Peter Sztrok que fueron revelados recientemente, la "conversación" entre Flynn y los 2 agentes fue, en realidad, un interrogatorio encubierto, en el cual buscaban que Flynn le mintiera al FBI sobre la llamada, y que ello pudiera llevar a "enjuiciarlo o lograr que lo despidieran." 
Flynn, a pesar de encontrarse en pleno escándalo mediático en su segundo día en el cargo, sin estar al tanto de que estaba siendo investigado, y sin un abogado presente, dijo toda la verdad
Confirmó la existencia de la llamada, y ante la pregunta de si había discutido con Kisliak sobre la posible represalia de Rusia a las sanciones de Obama, Flynn respondió que no. El FBI, a pesar de tener la conversación Flynn-Kisliak grabada que corroboraba como verdadero todo lo dicho por Flynn en ese interrogatorio, afirmó al interno que Flynn había mentido a los agentes. Mentir en una investigación del FBI constituye un delito federal. Si no podían presionarlo con la Ley Logan, podrían hacerlo por perjurio. 
Cabe destacar que por más que Trump ya estaba como presidente, en EE.UU. los cabecillas de las agencias de seguridad e inteligencia no suelen ser removidos de su cargo con el pasar de nuevos gobiernos, por lo que la estructura de inteligencia obamista y corrupta estaba intacta.

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Las irregularidades hasta ese momento eran considerables. Hoy sabemos que Flynn fue investigado por el FBI en base a falsos pretextos, a sabiendas de su director y múltiples agentes. Esta investigación, en circunstancias normales, no habría sido iniciada sin autorización del presidente Trump, por involucrar a un miembro del gabinete. Sin embargo, el mismo Comey admitió en 2018 que ordenó la investigación sobre Flynn sin hablar antes con Trump, afirmando que "probablemente no hubiera podido hacerlo con un gobierno más organizado". 

Debe recordarse que la entrevista encubierta a Flynn ocurrió tan solo 4 días después de iniciado el nuevo gobierno. En otro momento, Comey no habría podido llevar a cabo esta investigación ilegítima.

Barack Obama junto a James Comey (izquierda) y Robert Mueller (derecha), el 21 de junio de 2013, en el anuncio de Comey como candidato para suceder a Mueller como director del FBI.

En pleno escándalo mediático y legal, Trump habló con su vicepresidente, Mike Pence. Pence había sido el encargado de investigar los antecedentes de Flynn antes de sumarlo al gobierno. El vicepresidente le confirmó que Flynn le había dicho lo mismo que a los agentes del FBI. Es decir, si la acusación era real, Flynn le había mentido a Pence. Con esa información, en febrero de 2017, Trump le pidió la renuncia a Flynn, la primera salida de su gabinete. En ese entonces, Trump, Pence y sus asesores no estaban al tanto del plan secreto del FBI. Por lo tanto, ordenaron al Departamento de Justicia investigar si Flynn en efecto había cometido un delito.
Durante esta investigación, los fiscales presionaron sin piedad a Flynn, llegando incluso a amenazarlo con encarcelar a su hijo. Con su carrera destruida, y con su familia amenazada y en bancarrota (tuvieron que vender su casa), a finales de 2017 Flynn se declaró culpable de un delito que no cometió. Acordó su declaración con el Departamento de Justicia y el FBI, y las presiones sobre el Teniente General terminaron.
Sin embargo, en enero de 2020, el contexto era otro. Comey y McCabe ya no formaban parte del FBI, ya que habían sido removidos por Trump, en un esfuerzo por limpiar de corrupción a la institución; cientos de agentes militantes del Partido Demócrata que había dejado Obama fueron removidos también. El Departamento de Justicia, que antes estaba bajo la gestión del errático ex-senador Jeff Sessions, ahora estaba liderado por el experimentado técnico William Barr. 
En este nuevo contexto, con un probable apoyo de Trump, Flynn cambió su equipo de abogados y decidió retractar su declaración de culpabilidad, denunciando que la misma fue realizada bajo presión.
Ahora, 4 meses más tarde, con la nueva información sobre el plan secreto del FBI obamista para incriminar a Flynn con información falsa, el Departamento de Justicia decidió desestimar el caso contra Flynn, por considerar que está "basado en falsos pretextos" y por tanto viciado de nulidad.

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El mismo día de su absolución, el vicepresidente Mike Pence, quien había sido engañado para creer que Flynn le había mentido, declaró que considera al Teniente General "un patriota americano", y que "estaría contento" de tenerlo nuevamente en el gobierno
El presidente Trump luego afirmó en una conferencia de prensa que "sin dudas considerará" traer de vuelta a Flynn. En Twitter, felicitó al Teniente General, con un mensaje de gran significancia:

"Ayer fue un GRAN día para la Justicia en los Estados Unidos.
Felicitaciones al General Flynn, y a muchos otros. ¡Creo que hay MUCHO más por venir! ¡Los Policías Sucios y los Políticos Corruptos no van bien juntos!"

El Teniente General Michael Flynn fue finalmente absuelto por completo de la acusación en su contra. Pero aún quedan muchas preguntas por responder sobre la investigación que violó sus derechos civiles y lo torturó por 3 años, y los responsables de la misma. ¿Qué motivó a Comey y McCabe a autorizar y llevar a cabo una investigación ilegítima, de forma irregular, y tan temprano en el gobierno de Trump? ¿Actuaron por decisión propia, o colaboraron con Barack Obama?
Y finalmente, ¿a qué se refería el presidente Trump cuando, en su tweet felicitando a Flynn, afirmó que "hay MUCHO más por venir"? ¿A quiénes se refiere cuando habla de "dirty cops" y "crooked politicians"? ¿Tendrá algo que ver con el nuevo Obamagate que se estuvo discutiendo en redes?

Estaremos realizando una seguidilla de notas sobre este tema, cubriendo el #Obamagate y el verdadero trasfondo de la corrupción del FBI y la CIA que dejó el anterior gobierno, que ahora quiere volver de la mano del desastroso candidato Joe Biden.
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Economía

Crisis fiscal en Estados Unidos: Las “Bidenomics” desataron un déficit por casi 2 billones de dólares al término de marzo

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Pese a que la economía estadounidense sigue creciendo, el Gobierno federal incurrió en un déficit histórico. y se está endeudando a un ritmo únicamente visto durante las grandes recesiones y en las guerras mundiales del siglo pasado. La trayectoria fiscal trazada por Biden es abiertamente insostenible.

Las políticas del Presidente Joe Biden provocaron el agujero fiscal más grande de la historia de los Estados Unidos en tiempos de paz. La visión económica del Gobierno cayó bajo la influencia del Caucus Progresista dentro del Partido Demócrata, la facción más radicalizada hacia la izquierda dentro del Congreso estadounidense.

La actividad económica del país logró recuperarse de la pandemia y continuó con su sendero de crecimiento, pero a pesar de esta muy esperable normalización, el Gobierno federal incurrió en un desequilibrio fiscal histórico que ascendió a los US$ 1,66 billones de dólares al término de marzo.

De hecho, el déficit financiero había llegado incluso a los US$ 8,36 billones en julio del año pasado, como resultado del amplio programa de rescates para préstamos estudiantiles que impulsó el Presidente Biden.

El Partido Demócrata que alguna vez había patrocinado los superávits presupuestarios de la era Clinton, ahora respalda a capa y espada los déficits más irresponsables que nunca se hayan visto en Estados Unidos.

La economía se normalizó una vez superada la pandemia, pero la posición fiscal del Estado jamás lo hizo. El resultado financiero del Gobierno federal representaba el 4,8% del PBI en febrero de 2020, mientras que hoy en día esa cifra se acerca a los 6 puntos del producto. Este brutal incremento se explica principalmente por el mayor peso de los intereses de deuda, que ya son los más altos desde mediados de la década del 90.

Para compensar esta brecha sin precedentes, el Gobierno federal se está endeudando a un ritmo similar al que cabría esperar durante la salida de una recesión o la ejecución de una guerra de grandes proporciones, pero como es bien sabido ninguno de estos escenarios es precisamente el caso. En caso de que la economía entrase en recesión en un futuro cercano, el Gobierno carece de mayor margen fiscal para actuar en consecuencia.

El total de la recaudación por impuestos federales (y otros ingresos por rentas) sólo alcanza a cubrir hasta el 73% de los gastos federales incurridos. El 27% restante se está compensando por la vía del endeudamiento, principalmente con instituciones locales o en el exterior.

Hasta ahora la Reserva Federal se mantuvo al margen de expandir su financiamiento al Tesoro por la vía de la compra de títulos públicos (como lo hizo durante la pandemia en 2020), pero eventualmente el Gobierno federal no puede quebrar, y cualquier tipo de incumplimiento vendría asociado a un latente inflacionario.

La proporción de crédito doméstico absorbido por el Gobierno federal se incrementa, y lo que es lo mismo, se reduce la cantidad de recursos disponibles para prestar a las empresas privadas o a las familias (por ejemplo el crédito hipotecario). Esto se ve reflejado por un piso de tasas de interés cada vez más elevado.

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Estados Unidos

Estudiantes de extrema izquierda tomaron la Universidad de Columbia en apoyo al terrorismo palestino

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Los adolescentes más ricos del mundo tomaron control del campus de la prestigiosa universidad neoyorquina en apoyo al terrorismo de Hamás.

La situación social en los Estados Unidos se torna cada vez más preocupante a medida que la izquierda destruye el tejido social con manifestaciones violentas que atentan contra los valores occidentales.

En los últimos días, esta situación mostró un nuevo punto crítico luego de que un grupo de alumnos activistas de extrema izquierda de la Universidad de Columbia en Nueva York tomaran el campus de la institución en apoyo a la causa palestina con consignas en defensa del terrorismo islámico y con un marcado antisemitismo.

Docenas de alumnos y activistas de izquierda ajenos a la universidad se instalaron de manera ilegal dentro de la prestigiosa institución en carpas para expresarse en contra de la operación militar especial que lleva a cabo Israel en la Franja de Gaza, en respuesta al ataque genocida del grupo terrorista palestino Hamás, donde más de 1.500 judíos fueron asesinados a sangre fría el 7 de octubre.

La toma fue impulsada por la asociación izquierdista "Students For Justice In Palestine" y contó con el apoyo de múltiples organizaciones universitarias, que agredieron a estudiantes de religión judía y a otros que no compartieran su visión acerca del conflicto en Medio Oriente.

Lo que hace aún más insólita la situación es que los estudiantes que participaron de la manifestación, lejos están de ser árabes o palestinos; por el contrario, son blancos de clase alta. Se trata de los hijos adolescentes de las familias más adineradas del planeta jugando a disfrazaese de terroristas.

Los manifestantes que confraternizan con el terrorismo islámico bloquearon el acceso a la prensa y aseguran que solo permitirán el acceso de periodistas "afines a la causa". Entre otros, rechazaron el acceso de periodistas judíos, por su religión.

Si bien las autoridades de la universidad habían mencionado que los protestantes serían desalojados en el transcurso de la primera noche de la ocupación, ningún tipo de acción fue llevada a cabo.

Los estudiantes judíos debieron abandonar el campus universitario y la zona quedó completamente en manos de los grupos estudiantiles de extrema izquierda, que aprovecharon la ocasión para dar discursos violentos y cargados de odio contra la comunidad judía.

Recién el jueves, la policía de Nueva York se hizo presente y en un operativo arrestó alrededor de 110 personas participantes de la protesta, incluida la hija de la representante demócrata del estado de Minnesota Ilhan Omar, Isra Hirsi.

La intervención por parte de la policía de Nueva York se dio luego de que las autoridades de la universidad encabezadas por la presidente de la institución, Minouche Shakif, dieran aviso acerca de los ilícitos que se estaban cometiendo dentro de la institución sumado a la hostil recepción de los estudiantes contra las fuerzas policiales a las cuales llamaron "asesinos de bebés".

Los incidentes con los grupos pro-Palestina se originaron luego de que Shakif hablara frente al Comité de Educación del Congreso de los Estados Unidos acerca de los crecientes casos de antisemitismo en las universidades, por lo que los mencionados grupos de estudiantes comenzaron a acampar de forma ilegal en el campus y a tomar actitudes violentas y hostiles contra estudiantes de religión judía.

Uno de los factores determinantes para la escalada en el conflicto de las agrupaciones estudiantiles con la universidad, fue la prohibición de dos agrupaciones izquierdistas a fines del año pasado, las cuales se les imputó el incumplimiento con las políticas de la Universidad de Columbia respecto al código de conducta y abuso contra otros estudiantes.

De acuerdo a la presidente de Columbia, se autorizó a la Policía de Nueva York a desalojar el campamento establecido en el ala sur del campus, lo que provocó incidentes. En concordancia con las acciones legales que la dirigencia de la universidad tomó contra los alumnos, se les informó a su vez que a cualquier alumno que participe de cualquier manera en las protestas y ocupación del territorio universitario se encuentra suspendido.

A pesar de que docenas de revoltosos protestantes hayan sido arrestados durante el desalojo, el acampe por parte de las organizaciones pro-Palestina no ha podido ser desmantelado, sino que incluso se incrementó en tamaño luego de que quienes lideran la protesta declarasen que han "tomado" la universidad y la declaren como una "universidad popular’‘.

Ataques antisemitas y apoyo al terrorismo islámico

Uno de los factores distintivos que las protestas llevadas a cabo en los últimos días en la Universidad de Columbia, es el profundo sentimiento anti-Israel que profesan, el cual ha llevado a quienes participan del acampe a ser perpetradores de violentos ataques antisemitas contra aquellos estudiantes que profesan la religión judía, e incluso a aquellos que no defiendan sus reclamos.

Uno de los casos de marcado sentimiento anti-judío que se ha llevado a cabo en los últimos días han sido las graves agresiones perpetradas contra la estudiante judía Elisha Baker, de 21 años, quien denunció que un grupo de protestantes le expresó en repetidas ocasiones que "se mate a sí misma" y le causaron heridas de moderada gravedad tras patearla en varias ocasiones en el estómago durante el acampe.

Otro incidente de extrema gravedad se dio en el momento en el cual un participante de la protesta terrorista fue enfocado sujetando un cartel que decía "El próximo objetivo de las brigadas Al-Qasam" mientras apuntaba a un grupo de estudiantes judíos.

Las brigadas Al-Qasam son el brazo armado de la organización terrorista Hamás, la cual ha gobernado al territorio ocupado de Palestina en las últimas décadas y fue el responsable de los ataques terroristas contra distintos poblados israelíes el pasado 7 de octubre de 2023 donde miles de ciudadanos judíos fueron asesinados por Hamás.

Los preocupantes incidentes que tienen por objetivo el acoso y agresiones a los estudiantes judíos despertó la preocupación de empleados de la universidad que pertenecen a la colectividad.

El rabino ortodoxo Elie Buechler, quien se desempeña como profesor tanto en la Universidad de Columbia como en la Universidad Barnard, instó mediante un mensaje abierto de Whatsapp a los estudiantes judíos a abandonar el campus universitario e irse a sus hogares mientras dure el acampe debido a los crecientes ataques antisemitas.

Otro profesor de la universidad, Shai Davidai, mencionó que los estudiantes no lo dejan entrar a la facultad por ser judío y que las protestas llevadas a cabo por las agrupaciones estudiantiles habían cruzado un límite convirtiéndose en actos terroristas llevados a cabo por grupos terroristas.

En concordancia con el sentimiento anti-Israel que las protestas mantienen, además se encuentra presente una profunda adoración por los grupos terroristas islámicos como Hamás, con el cual los estudiantes participantes de los acampes se sienten identificados al punto de que mencionan frases como "Todos somos Hamás" e incluso celebraron el ataque del 7 de octubre, conocido por los palestinos como la "Inundación de Al-Aqsa".

Extensión a otras universidades

Si bien el foco principal de las protestas que se desarrollaron con intensidad en la última semana está puesta en la Universidad de Columbia, en las últimas horas la Universidad de Yale ha visto sucesos similares en sus instalaciones, además de que varios de sus estudiantes hayan irrumpido en el campus de Columbia para mostrar su apoyo para con los protestantes locales.

La situación descrita devuelve a la memoria aquellos incidentes en estados demócratas como Oregon y Washington unos años atrás cuando protestantes tomaban partes de las ciudades con la idea de convertirlas en un "espacio independiente" y de "liberación". Esta misma situación se repite en las universidades hoy en día luego de que el suceso inicial en Columbia de pie a estudiantes en la Universidad de Yale en Connecticut para tomar una porción del campus y proclamarlo como una "zona liberada".

Así como en Columbia, ataques contra alumnos judíos fueron reportados a lo largo de la protesta, pero un caso de extrema gravedad fue reportado en las últimas horas en el cual la estudiante judía de periodismo Sahar Tartak fuera apuñalada en el ojo con el asta de una bandera por parte de un protestante en el campus quien en todo momento se cubrió el rostro con un trapo musulmán.

De manera similar que en la universidad localizada en Nueva York, la policía irrumpió y trató de desalojar la protesta desarrollada en el campus localizado en New Haven, Connecticut, pero los estudiantes pertenecientes a las organizaciones terroristas pro-Palestina se mantienen en el lugar.

En paralelo a los distintos hechos que se están desarrollando tanto en Columbia como en Yale y otras universidades en cuyos campus grupos de estudiantes subversivos, la reacción por parte de todo el arco político se hizo presente, tanto en defensa de los estudiantes comunes como también en defensa de aquellas agrupaciones estudiantiles terroristas.

Por el lado de aquellos estudiantes que decidieron tomar la propiedad de las universidades y agredir alumnos por su pensamiento, las diputadas revoltosas Ilhan Omar (cuya hija fue arrestada en la redada en Columbia) y Rashida Tlaib de Michigan y Minnesota respectivamente se alzaron en defensa de las subversivas actitudes de aquellos grupos pro-Hamás que buscan esclavizar al sistema educativo.

En cambio, desde la Casa Blanca, condenaron eufóricamente las tomas de campus en las universidades y la agresión constante que los estudiantes de religión judía han sufrido en las instalaciones, de acuerdo al vice-secretario de prensa del órgano gubernamental Andrew Bates.

Desde el ámbito del Partido Republicano, quien se expresó de manera más rotunda fue la representante de Neuva York, Elise Stefanik, quien a su vez también instó a la presidente de la Universidad de Columbia Shafik a renunciar debido a la falta de acciones tomadas por la universidad para proteger a los estudiantes de religión judía.

La representante republicana de Carolina del Norte, Virginia Foxx quien a su vez preside el Comité de Asuntos Educativos, envió una carta a la Universidad de Columbia demandando que se tomen acciones concretas frente a la situación que se está desarrollando y se pueda otorgar un ambiente seguro a los estudiantes. Dentro de la carta que la diputada envió a la universidad señaló que ante la ausencia de medidas contra los estudiantes que mantienen cautiva a la universidad, el comité educativo del Congreso no dudaría en hacerlos responsables por dichos resultados.

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Estados Unidos

Enloqueció Biden: El presidente de EEUU busca sancionar al jefe de las Fuerzas de Defensa Israelíes por combatir al terrorismo

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El gobierno de Biden sancionó al principal financista de Netanyahu en Israel y, según se informa, evalúa expandir las sanciones contra las FDI, que están peleando contra el terrorismo palestino.

Según un informe publicado por Axios, el presidente Joe Biden está preparando una resolución para sancionar económicamente a Herzi Halevi, el actual jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), por sus acciones contra los terroristas vinculados al grupo palestino Hamás.

Particularmente, el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, está analizando las acciones del batallón israelí "Netzah Yehuda" en la región de Cisjordania para combatir a los terroristas palestinos, antes del ataque del 7 de octubre.

Si se imponen sanciones, el batallón y sus miembros ya no recibirían ningún tipo de entrenamiento o asistencia del ejército estadounidense, y el comandante Halevi no podría viajar más a Estados Unidos o países aliados. Se trataría de la primera vez en la historia que Estados Unidos impone sanciones contra Israel.

Según las fuentes, Blinken está analizando aplicar la Ley Leahy, que prohíbe a Estados Unidos proporcionar cualquier tipo de ayuda exterior o capacitación militar a países responsables de presuntas violaciones de derechos humanos basadas en información creíble.

Si bien el canciller norteamericano rechazó preguntas sobre el tema, recalcó el viernes que "la Ley Leahy es muy importante y se debe aplicar en todos los ámbitos", y confirmó que la Casa Blanca está analizando el tema.

"Cuando hacemos estas investigaciones, estas indagaciones, es algo que lleva tiempo, que debe hacerse con mucho cuidado tanto al recopilar los hechos como al analizarlos, y eso es exactamente lo que hemos hecho", dijo. "Y creo que es justo decir que verán resultados muy pronto. He tomado determinaciones; pueden esperar verlas en los próximos días", completó.

La semana pasada, la administración de Biden impuso sanciones al principal financista de Benjamin Netanyahu en Israel, el empresario Ben-Zion Gopstein, fundador y líder del grupo de derecha Lehava. El grupo promueve los asentamientos judíos en Judea y Samaria y tiene alrededor de 5.000 miembros en el país.

Según la Casa Blanca demócrata, los grupos vinculados a Gopstein cometieron actos de violencia contra palestinos, pero no se presentaron evidencias y se especula que Biden está utilizando esto como excusa para imponerle sanciones a los empresarios que apoyan a Netanyahu.

Cabe recordar que el Partido Demócrata de los Estados Unidos apoya políticamente a Yair Lapid, principal líder opositor a Netanyahu. Lapid se convirtió en el primer opositor de la historia en rechazar unirse al Gabinete de Guerra de Israel, algo que siempre ocurre cuando el país entra en un conflicto armado, para mostrar unidad en momentos de extrema peligrosidad.

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