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Estados Unidos

La historia de la mano derecha de Trump que fue perseguido ilegalmente por el FBI de Obama

Michael Flynn, el antiguo asesor de seguridad de Trump, que había sido obligado a renunciar a su cargo a los 21 días de la nueva presidencia, quedó finalmente absuelto tras nuevas revelaciones que demuestran que había sido ilegalmente incriminado por el FBI de Obama.

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Nuevos documentos sacados a la luz por el Departamento de Justicia revelan que la acusación contra el Teniente General Michael Flynn, uno de los principales aliados de Trump en los primeros días de su presidencia, que generó su renuncia en febrero de 2017 como asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, estuvo basada en información falsa, y fue organizada por el FBI para generar la salida de Flynn, y la desestabilización del nuevo gobierno de Donald Trump.
Flynn es un experimentado militar retirado que había sido clave en las operaciones anti-terroristas de la administración Obama entre 2012 y 2014 como director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA), el mayor cargo en la inteligencia militar estadounidense. A pesar de ser un afiliado al Partido Demócrata, sus ideas estaban muy cercanas al Partido Republicano y había sido despedido de su cargo por cuestiones políticas, en medio de acusaciones de "islamofobia" y choques directamente con Obama
Su reemplazo en ese entonces fue el Mayor General Vincent Stewart, quien sería el primer afroamericano en dirigir la DIA. Stewart era un "general de 2 estrellas," mientras que Flynn había ingresado a la DIA con "3 estrellas," un rango superior. Para disimular la diferencia, Stewart fue promovido a Teniente General justo antes de asumir en la DIA.

El Teniente General Michael Flynn, en su acto de asunción como director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa, el 24 de julio de 2012.
Durante la campaña de Donald Trump para la presidencia en 2016, Flynn se acercó mucho al candidato republicano, y se convirtió en uno de sus asesores más cercanos en materia de seguridad nacional. Reportes de entonces afirman que incluso fue considerado como posible candidato a vicepresidente, antes de que el gobernador de Indiana, Mike Pence, fuera elegido. 
Flynn había sido su mano derecha en temas de geopolítica en una campaña que estuvo inundada de discusiones sobre Medio Oriente, Europa y conflictos bélicos, y el buen consejo del militar fue recompensado: 3 días después de asumir la presidencia, Trump le asignó a Flynn el importantísimo cargo de asesor en Seguridad Nacional de la presidencia, uno de los cargos más importantes en la cadena de mando de la Casa Blanca
Pero tan solo 21 días después, el 13 de febrero de 2017, Flynn se vio forzado a renunciar.

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La renuncia de Flynn fue un baldazo de agua fría para muchos votantes de Trump, y lo veían como la primer gran derrota de su gestión. Flynn se había visto obligado a renunciar por acusaciones filtradas a la prensa sobre supuestos contactos ilegales entre Flynn y el embajador de Rusia en los Estados Unidos, Serguéi Kisliak, en lo que fue el primer paso de una extensa campaña de desinformación de los medios y del Partido Demócrata sobre la supuesta intervención rusa en la campaña de 2016.
Flynn y Kisliak habían trabajado juntos en 2013 cuando el militar retirado coordinó con el embajador ruso los detalles de una visita oficial a Moscú, en el marco de su trabajo como director de la DIA. En diciembre de 2016, mientras Flynn formaba parte del equipo de transición presidencial de Trump, recibió una llamada de Kisliak sobre sanciones que Barack Obama decidió imponer a Rusia por su supuesta interferencia en las elecciones presidenciales. 
Flynn admitió haberle dicho a Kisliak que dichas sanciones serían analizadas por la nueva administración, junto a toda la política exterior de la era Obama, y en ese momento presentó la renuncia para que una investigación del FBI no manche al nuevo gobierno.

El Teniente General Michael Flynn, en un acto de campaña de Donald Trump en Phoenix, Arizona, en octubre de 2016. Foto de Gage Skidmore.

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La conversación entre Flynn y Kisliak fue interceptada por el FBI, organismo liderado entonces por el demócrata James Comey, quien le informó a Obama sobre su contenido, cuando todavía éste era presidente. 

Según los documentos revelados recientemente por el Departamento de Justicia, que incluyen comunicaciones por correo electrónico entre ex-agentes del FBI, Flynn fue víctima de un plan secreto para acusarlo de violar la "Ley Logan", ley federal de 1799 que le prohíbe a civiles (no autorizados por el gobierno) llevar a cabo negociaciones o acciones diplomáticas en nombre de los Estados Unidos, con agentes de naciones extranjeras. 

La Ley Logan había sido diseñada bajo la administración del 2do presidente de los EE.UU., John Adams, para evitar la interferencia del Reino Unido y Francia en la nueva democracia estadounidense, a tan solo 23 años de su independencia. Desde su promulgación, la Ley Logan sólo fue utilizada en 2 casos, en 1802 y 1852, y ninguno de ellos resultó en condenas. Sin dudas, una ley completamente obsoleta.

El plan para incriminar a Flynn comenzó solo 3 días después de la asunción de Trump, el mismo día en que Flynn asumió su cargo de asesor presidencial, el 23 de enero de 2017. Ese día, el segundo al mando del FBI, Andrew McCabe, filtró la existencia de la conversación Flynn-Kisliak a la prensa, con el visto bueno de Comey. 
Los medios, en su mayoría opositores a Trump, encontraron allí el primer "escándalo" del nuevo presidente, el cual, creían, confirmaba sus conexiones con la Rusia de Vladimir Putin. Con la excusa de contener la filtración y "cubrir todas las bases," McCabe contactó a Flynn para consultarle si podía enviar a 2 agentes del FBI para conversar sobre su llamada con Kisliak. Flynn accedió, y el día siguiente se concretó dicha "conversación."

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Según correos electrónicos entre los ex-miembros del FBI, Lisa Page y Peter Sztrok que fueron revelados recientemente, la "conversación" entre Flynn y los 2 agentes fue, en realidad, un interrogatorio encubierto, en el cual buscaban que Flynn le mintiera al FBI sobre la llamada, y que ello pudiera llevar a "enjuiciarlo o lograr que lo despidieran." 
Flynn, a pesar de encontrarse en pleno escándalo mediático en su segundo día en el cargo, sin estar al tanto de que estaba siendo investigado, y sin un abogado presente, dijo toda la verdad
Confirmó la existencia de la llamada, y ante la pregunta de si había discutido con Kisliak sobre la posible represalia de Rusia a las sanciones de Obama, Flynn respondió que no. El FBI, a pesar de tener la conversación Flynn-Kisliak grabada que corroboraba como verdadero todo lo dicho por Flynn en ese interrogatorio, afirmó al interno que Flynn había mentido a los agentes. Mentir en una investigación del FBI constituye un delito federal. Si no podían presionarlo con la Ley Logan, podrían hacerlo por perjurio. 
Cabe destacar que por más que Trump ya estaba como presidente, en EE.UU. los cabecillas de las agencias de seguridad e inteligencia no suelen ser removidos de su cargo con el pasar de nuevos gobiernos, por lo que la estructura de inteligencia obamista y corrupta estaba intacta.

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Las irregularidades hasta ese momento eran considerables. Hoy sabemos que Flynn fue investigado por el FBI en base a falsos pretextos, a sabiendas de su director y múltiples agentes. Esta investigación, en circunstancias normales, no habría sido iniciada sin autorización del presidente Trump, por involucrar a un miembro del gabinete. Sin embargo, el mismo Comey admitió en 2018 que ordenó la investigación sobre Flynn sin hablar antes con Trump, afirmando que "probablemente no hubiera podido hacerlo con un gobierno más organizado". 

Debe recordarse que la entrevista encubierta a Flynn ocurrió tan solo 4 días después de iniciado el nuevo gobierno. En otro momento, Comey no habría podido llevar a cabo esta investigación ilegítima.

Barack Obama junto a James Comey (izquierda) y Robert Mueller (derecha), el 21 de junio de 2013, en el anuncio de Comey como candidato para suceder a Mueller como director del FBI.

En pleno escándalo mediático y legal, Trump habló con su vicepresidente, Mike Pence. Pence había sido el encargado de investigar los antecedentes de Flynn antes de sumarlo al gobierno. El vicepresidente le confirmó que Flynn le había dicho lo mismo que a los agentes del FBI. Es decir, si la acusación era real, Flynn le había mentido a Pence. Con esa información, en febrero de 2017, Trump le pidió la renuncia a Flynn, la primera salida de su gabinete. En ese entonces, Trump, Pence y sus asesores no estaban al tanto del plan secreto del FBI. Por lo tanto, ordenaron al Departamento de Justicia investigar si Flynn en efecto había cometido un delito.
Durante esta investigación, los fiscales presionaron sin piedad a Flynn, llegando incluso a amenazarlo con encarcelar a su hijo. Con su carrera destruida, y con su familia amenazada y en bancarrota (tuvieron que vender su casa), a finales de 2017 Flynn se declaró culpable de un delito que no cometió. Acordó su declaración con el Departamento de Justicia y el FBI, y las presiones sobre el Teniente General terminaron.
Sin embargo, en enero de 2020, el contexto era otro. Comey y McCabe ya no formaban parte del FBI, ya que habían sido removidos por Trump, en un esfuerzo por limpiar de corrupción a la institución; cientos de agentes militantes del Partido Demócrata que había dejado Obama fueron removidos también. El Departamento de Justicia, que antes estaba bajo la gestión del errático ex-senador Jeff Sessions, ahora estaba liderado por el experimentado técnico William Barr. 
En este nuevo contexto, con un probable apoyo de Trump, Flynn cambió su equipo de abogados y decidió retractar su declaración de culpabilidad, denunciando que la misma fue realizada bajo presión.
Ahora, 4 meses más tarde, con la nueva información sobre el plan secreto del FBI obamista para incriminar a Flynn con información falsa, el Departamento de Justicia decidió desestimar el caso contra Flynn, por considerar que está "basado en falsos pretextos" y por tanto viciado de nulidad.

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El mismo día de su absolución, el vicepresidente Mike Pence, quien había sido engañado para creer que Flynn le había mentido, declaró que considera al Teniente General "un patriota americano", y que "estaría contento" de tenerlo nuevamente en el gobierno
El presidente Trump luego afirmó en una conferencia de prensa que "sin dudas considerará" traer de vuelta a Flynn. En Twitter, felicitó al Teniente General, con un mensaje de gran significancia:

"Ayer fue un GRAN día para la Justicia en los Estados Unidos.
Felicitaciones al General Flynn, y a muchos otros. ¡Creo que hay MUCHO más por venir! ¡Los Policías Sucios y los Políticos Corruptos no van bien juntos!"

El Teniente General Michael Flynn fue finalmente absuelto por completo de la acusación en su contra. Pero aún quedan muchas preguntas por responder sobre la investigación que violó sus derechos civiles y lo torturó por 3 años, y los responsables de la misma. ¿Qué motivó a Comey y McCabe a autorizar y llevar a cabo una investigación ilegítima, de forma irregular, y tan temprano en el gobierno de Trump? ¿Actuaron por decisión propia, o colaboraron con Barack Obama?
Y finalmente, ¿a qué se refería el presidente Trump cuando, en su tweet felicitando a Flynn, afirmó que "hay MUCHO más por venir"? ¿A quiénes se refiere cuando habla de "dirty cops" y "crooked politicians"? ¿Tendrá algo que ver con el nuevo Obamagate que se estuvo discutiendo en redes?

Estaremos realizando una seguidilla de notas sobre este tema, cubriendo el #Obamagate y el verdadero trasfondo de la corrupción del FBI y la CIA que dejó el anterior gobierno, que ahora quiere volver de la mano del desastroso candidato Joe Biden.
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Estados Unidos

Confirmado: Kamala Harris es descendiente de una familia irlandesa que esclavizaba a los negros en Jamaica

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Hamilton Brown, originario del condado de Antrim, recibió el equivalente a 11 millones de euros en compensación por parte del gobierno británico para liberar a los esclavos tras la prohibición. Por otra parte, Donald Trump es el único de los últimos 5 presidentes que no tiene antepasados esclavistas.

La candidata demócrata y actual vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, tiene raíces irlandesas, aunque en un contexto que quizás no acepte fácilmente.

Una investigación genealógica realizada por el historiador norirlandés Stephen McCracken revela que el cuatro veces tatarabuelo paterno de Harris, Hamilton Brown, nació en el condado de Antrim en 1776, el mismo año de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos.

Brown emigró a Jamaica, que en ese entonces era una colonia británica, y se convirtió en un gran propietario de esclavos en las plantaciones de azúcar, fundamentales para la economía de la isla. Se opuso a la abolición de la esclavitud en todo el Imperio Británico en 1832 y viajó a Antrim para reemplazar a sus esclavos con trabajadores de su condado natal.

Brown dio su nombre a Brown’s Town, en Jamaica, y está enterrado en el interior de la iglesia anglicana de San Marcos, la cual construyó con su propio dinero. Brown era un ferviente defensor de la esclavitud y despreciaba al abolicionista británico William Wilberforce, quien presentó una ley de registro de esclavos para detener el comercio de esclavos entre diferentes islas del Caribe. Brown lo llamó "patas hendidas" e "hipócrita".

Brown recibió casi 11 millones de euros en dinero actual como compensación del gobierno británico por la liberación de sus esclavos, según los registros del University College London (UCL).

Cuando el gobierno del Reino Unido prohibió la esclavitud en todo el Imperio Británico en 1833, se pagó una compensación. Los británicos gastaron 20 millones de euros (17 mil millones de libras esterlinas o casi el 40 por ciento de los ingresos anuales del gobierno en ese momento) en indemnizaciones. En ese entonces, Brown recibió 12.610 libras por sus esclavos emancipados y utilizó gran parte del dinero para contratar mano de obra en su condado natal de Antrim.

El padre de Kamala Harris, profesor emérito de Economía en la Universidad de Stanford, reconoció el pasado esclavista de su familia en un artículo para un periódico jamaiquino en 2018. Curiosamente, sus parientes por el lado materno se apellidan Finegan. Los antepasados ​​irlandeses del presidente estadounidense, Joe Biden, también se apellidan Finegan (Finnegan).

Donald Harris escribió: “Mis raíces se remontan, durante mi vida, a mi abuela paterna, la señorita Chrishy (de soltera Christiana Brown, descendiente de Hamilton Brown, quien figura en los registros como propietario de plantaciones y esclavos y fundador de Brown’s Town) y a mi abuela materna, la señorita Iris (de soltera Iris Finegan, granjera y educadora, de Aenon Town e Inverness, ascendencia desconocida para mí).

El nombre Harris proviene de mi abuelo paterno Joseph Alexander Harris, terrateniente y exportador de ‘productos’ agrícolas (principalmente pimientos o pimienta de Jamaica), que murió en 1939, un año después de mi nacimiento y está enterrado en el cementerio de la magnífica Iglesia Anglicana que Hamilton Brown construyó en Brown’s Town (y donde, de niño, aprendí el catecismo, fui bautizado y confirmado, y serví como acólito)”.

El monumento a Hamilton Brown dice: "Sagrado a la memoria de HAMILTON BROWN Esq. Originario del condado de Antrim, Irlanda, quien partió de esta vida el 18 de septiembre de 1843 a los 68 años de edad. Fue el FUNDADOR DE ESTA CIUDAD. Fue durante 22 años uno de los representantes de esta parroquia en la Honorable Cámara de la Asamblea. Su nombre será recordado por mucho tiempo".

El presidente estadounidense Joe Biden se retiró de la carrera electoral el fin de semana tras semanas de acritud en el Partido Demócrata y encuestas internas que mostraban que su apoyo se desplomaba frente a su rival republicano Donald Trump. Desde entonces, Harris ha conseguido el apoyo suficiente de los delegados del partido para convertirse en la presunta candidata demócrata para las elecciones de noviembre.


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Estados Unidos

No falla: El transexual Ava Kris Tyson abandona el canal de Mr. Beast tras ser denunciado por acoso a menores de edad

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El travesti degenerado, que formaba parte del equipo de Mr. Beast desde el año 2012, fue acusado de enviar mensajes "subidos de tono" a sus seguidores menores de edad a través de las redes sociales.

Un nuevo escándalo de acoso está sacudiendo a la comunidad de streamers y creadores de contenido de YouTube en Estados Unidos. En este caso, uno de los miembros más conocidos del canal de Mr. Beast se ha visto obligado a "desaparecer" de las redes sociales.

Se trata de Chris Tyson, quien cambió su nombre a Ava Kris Tyson, quien era un gran amigo de Jimmy Donaldson, más conocido como Mr. Beast. Ava ha sido parte del equipo regular de presentadores y amistades que acompañan al creador del canal en sus extravagantes aventuras desde 2012. Tyson ha sido recientemente acusado de varios casos de acoso a menores, algunos de los cuales se encontraron en redes sociales como X.

El caso más notorio, que motivó la primera de muchas denuncias, ocurrió hace 8 años, cuando Ava Kris Tyson tenía 20 años y aún no había comenzado su proceso de "transición". En ese momento, Ava empezó a relacionarse con un joven que tenía solo 13 años, a quien había conocido en persona tras participar en un video del canal.

El contenido de esas conversaciones, que se hicieron en redes sociales como Twitter y Discord, fue recientemente difundido y contenía "bromas" y "lenguaje subido de tono", lo cual no sería nada extraño de no ser porque se trataba de un adulto conversando con un menor de edad.

Este hecho generó un gran repudio, impulsado una serie de mensajes y conductas inapropiadas hechas por el transexual hace un tiempo, incluyendo el envío de videos de “pornovenganza” a varios de sus contactos, incluidos menores de edad.

Tras esto, Ava Kris Tyson decidió hablar a través de su cuenta de X y comunicar su decisión de "abandonar" el equipo de Mr. Beast y de paso, anunciar que se "desconectaría" de redes sociales para "enfocarse" en su salud mental.

“Me gustaría disculparme por cualquier comportamiento o comentario pasado que haya ofendido a alguien. No era mi intención. Al ver los eventos recientes, hemos decidido mutuamente que es mejor que me aleje permanentemente de todo lo relacionado con Mr. Beast y las redes sociales para centrarme en mi familia y mi salud mental.”, señaló en un tweet.

Dijo, además, que lamenta haber utilizado un "humor inapropiado" en esos años, pero que "no hubo daño causado a nadie". Sin embargo, tanto la gente como numerosas celebridades digitales, que han participado en videos junto a Mr. Beast y Ava Kris demostraron su descontento y repudio en redes sociales.

Ante las graves acusaciones hacia su ex compañero de equipo, Mr. Beast publicó un mensaje en X condenando fuertemente al travesti y anunciando su desvinculación con la empresa. "En los últimos días, me he enterado de las graves acusaciones sobre el comportamiento de Ava Tyson en línea y estoy disgustado y me opongo a actos tan inaceptables.", comenzó diciendo el creador de contenido.

"Durante ese tiempo, me he centrado en contratar a un tercero independiente para que lleve a cabo una investigación exhaustiva y asegurarme de tener todos los hechos. Dicho esto, vi suficiente en línea y tomé medidas inmediatas para eliminar a Ava de la empresa, de mi canal y de cualquier asociación con MrBeast. No apruebo ni apoyo ninguna de las acciones inapropiadas.", añadió.

"Daré a los investigadores independientes el tiempo necesario para realizar una investigación exhaustiva y tomaré medidas adicionales en función de sus conclusiones.", concluyó.


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Estados Unidos

La directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, renunció por su incompetencia en prevenir el atentado a Trump

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La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, renunció en medio de la indignación por el fracaso de su agencia en evitar el intento de asesinato del expresidente Donald Trump durante un acto de campaña.

La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, renunció el martes en medio de la indignación generalizada por el fracaso de su agencia en evitar el intento de asesinato del expresidente Donald Trump en un acto de campaña en Pensilvania, a principios de este mes.

La renuncia de Cheatle se produjo un día después de que fuera criticada por miembros de un comité de la Cámara de Representantes durante una audiencia sobre las acciones del Servicio Secreto previas al mitin de Trump, el 13 de julio, en Butler Township.

Cheatle rechazó los pedidos de renuncia en esa audiencia, afirmando que ella era "la persona mejor calificada para dirigir el Servicio Secreto", responsable de proteger al presidente, al vicepresidente, a sus familiares y a los principales candidatos presidenciales.

La directora enfureció a los miembros del Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes al negarse a responder muchas preguntas sobre las acciones del Servicio Secreto en torno al mitin de Trump, donde el candidato presidencial republicano estuvo a punto de ser asesinado por el atacante de 20 años, Thomas Crooks. Un hombre murió en el tiroteo y otros dos resultaron gravemente heridos.

El martes, Cheatle escribió una carta al personal del Servicio Secreto: “A la luz de los recientes acontecimientos, con gran pesar he tomado la difícil decisión de renunciar como su directora”.

La solemne misión del Servicio Secreto es proteger a los líderes y la infraestructura financiera de nuestra nación. El 13 de julio no cumplimos con esa misión”, dijo Cheatle, quien sirvió en la agencia durante casi 30 años.

El escrutinio durante la última semana ha sido intenso y continuará siéndolo a medida que aumente nuestro ritmo operativo”, escribió. “Como su directora, asumo toda la responsabilidad por la falla de seguridad”.

El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, nombró al subdirector del Servicio Secreto, Ronald Rowe, como director interino de la agencia hasta que el presidente Joe Biden seleccione un director permanente.

En un comunicado, el presidente Biden agradeció a Kimberly Cheatle por "sus décadas de servicio público" y expresó: "Como líder, se necesita honor, coraje e increíble integridad para asumir la plena responsabilidad de una organización encargada de uno de los trabajos más desafiantes en el servicio público".

La presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, en una declaración sobre su renuncia, enfatizó que esto no detendría la demanda del panel de "más responsabilidad" del Servicio Secreto.

"El Servicio Secreto tiene una misión infalible, pero fracasó históricamente bajo la supervisión de la directora Cheatle", dijo el representante James Comer, republicano por Kentucky, quien había exigido su renuncia junto con el demócrata de mayor rango del panel, el representante Jamie Raskin de Maryland, y otros miembros del comité.

"En la audiencia del Comité de Supervisión de ayer, la directora Cheatle no infundió confianza en que tenga la capacidad de garantizar que el Servicio Secreto pueda cumplir con su misión de protección", agregó Comer.

"Si bien la renuncia de la directora Cheatle es un paso hacia la rendición de cuentas, necesitamos una revisión completa de cómo ocurrieron estas fallas de seguridad para que podamos evitar que sigan ocurriendo".

Las críticas a Cheatle se centran en el fracaso del Servicio Secreto en asegurar un techo que Crooks utilizó como puesto de francotirador para disparar a Trump y a los militantes republicanos, entre otros errores.

El edificio desde cuyo techo disparó Crooks está a unos 150 metros del escenario donde Trump estaba hablando, y tenía una línea de visión y fuego clara hacia ese escenario.

El Servicio Secreto no amplió su perímetro de seguridad para el mitin de Trump para incluir el complejo que contenía el edificio desde el cual Crooks disparó, sino que dejó la tarea de asegurar esa zona en manos de los funcionarios locales encargados de hacer cumplir la ley.

Además, los agentes del Servicio Secreto permitieron que Trump subiera al escenario y comenzara a hablar después de recibir un informe de la policía local sobre la presencia de una persona sospechosa en el evento. Esa persona resultó ser Crooks, quien fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto después de haber disparado varias veces contra Trump y tras haber sido avistado en el techo.

Cheatle enfrentó fuertes críticas después del tiroteo por justificar la decisión de no colocar a un francotirador de las fuerzas de seguridad en el techo que Crooks había ocupado, a pesar de que los asistentes a la manifestación habían alertado a la policía sobre la actividad sospechosa. En una entrevista con ABC News, Cheatle explicó que el techo era inclinado en su punto más alto.

Hay un factor de seguridad que se debe tener en cuenta: no queremos poner a alguien sobre un techo inclinado”, dijo Cheatle a ABC News. “Y por eso se tomó la decisión de asegurar el edificio desde adentro”.

El tiroteo, el intento de asesinato más grave contra un presidente estadounidense en más de 40 años, ocurrió después de que el Servicio Secreto fuera informado de un complot iraní para asesinar a Trump. Sin embargo, Crooks no ha sido vinculado con Irán. En los últimos años, el Servicio Secreto ha sido objeto de críticas por una serie de escándalos y errores.


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