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Estados Unidos

Los republicanos lanzan una investigación de la influencia extranjera en los grupos climáticos estadounidenses

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Los congresistas del Partido Republicano han mostrado gran preocupación acerca de la influencia que existe de donantes de países rivales a los grupos de lobby más influyentes de Washington.

Los líderes republicanos en el Congreso de los Estados Unidos anunciaron una investigación en el Comité de Recursos Naturales a la Liga de Votantes de la Conservación (LCV), luego de un reporte que vincula la organización ecologista más importante del país con donantes de carácter extranjero, particularmente de países rivales como China.

El presidente del comité, el legislador republicano por el estado de Arkansas Bruce Westerman, así como también el congresista Paul Gosar, del estado de Arizona, redactaron el pasado martes una carta al presidente de la organización ambientalista, Gene Karpinski, demandando respuestas acerca de los funcionamientos internos de su organización.

En Estados Unidos, cualquier organización que trata con funcionarios extranjeros debe registrarse según el Foreign Agents Registration Act (FARA), el cual demanda que sigan una serie de estrictas normas y que abran a una auditoría del Departamento de Justicia (DOJ).

Si bien el lobby está legalizado en Estados Unidos, no está permitido por agentes extranjeros o por empresas u organizaciones extranjeras, y la ley FARA busca asegurarse que esto no ocurra.

En la carta, los republicanos citan una serie de actividades de lobby que realizó la LCV, entre ellas, campañas y donaciones a partidos políticos (principalmente el Partido Demócrata) para frenar explotaciones de gas y petróleo en suelo norteamericano, e incluso una demanda penal al entonces presidente Trump cuando permitió explotación de recursos naturales en tierras federales.

Además, destacan que la propia LCV anunció recientemente que lanzaron "una masiva campaña de 18 meses en todo el país" que fue "fundamental" en aprobar la ley Inflation Reduction Act (IRA) de Biden, que a pesar de su nombre, estaba enfocada en limitar la explotación de combustibles fósiles en suelo norteamericano para "cuidar el medio ambiente".

Si se demuestra que la LCV debería estar registrada según la ley FARA y no lo estaba, los dueños de este grupo ambientalista podrían enfrentar multas de hasta $100.000 dólares y 5 años en prisión por violar una de las leyes federales de Estados Unidos más importantes para la Seguridad Nacional.

Uno de los objetivos principales de la investigación llevada a cabo por los legisladores republicanos contra la LCV, es la determinación de una potencial amenaza por parte de agentes extranjeros, mediante su influencia en organizaciones ambientales estadounidenses.

Pero no solo la organización será investigada, sino que también al "Fondo de Acción LCV", que financia a activistas del cambio climático en todo el país, el "Fondo Educativo LCV" que se asegura que las escuelas hablen de temas medioambientales en todo Estados Unidos, y al "Fondo para la Victoria LCV", el cual existe para financiar "candidatos verdes" y asegurarse que ganen las elecciones en todos los niveles electorales del país.

En los últimos años, la LCV ha recibido importantes contribuciones por parte de varios agentes externos, habiendo recibido una suma total de US$ 77,7 millones de dólares en el año 2020, superado por el siguiente año en el cual recibió US$ 114,7 millones de dólares, habiendo incrementado sus ingresos financieros en un 48%, de acuerdo a las declaraciones impositivas obtenidas por Fox News.

La mayoría de esos fondos que ingresan a la organización ambientalista provienen de la Fundación Wyss y del Fondo Berger, ambos gestionados y supervisados por Hansjörg Wyss, un suizo vinculado a China que se ha convertido en uno de los mayores lobístas del cambio climático en todo el mundo.

Wyss no solo actúa en las influencias políticas y sociales estadounidenses, sino que también ha realizado operaciones en Inglaterra, siendo una de sus últimas intervenciones en ese mercado, el intento por adquirir el club de fútbol Chelsea, conjuntamente con Todd Boehly, un magnate que rankea entre los principales donantes del Partido Demócrata, que ha hecho sus millones de franquicias deportivas tales como el equipo de baseball Los Angeles Dodgers, el equipo de basket Los Angeles Lakers, el equipo francés de fútbol Estrasburgo perteneciente a la Ligue 1, además de otras licencias como los catálogos musicales de Bruce Springsteen y The Killers.

Hansjorg Wyss es un empresario dedicado a la fabricación de equipamientos médicos que habitualmente destina fondos a actividades relacionadas a causas ambientalistas.

En reportes adicionales, se halló que un donante anónimo en particular (que probablemente se trate de Wyss), realizó una transferencia bancaria consistente en US$ 278,9 millones de dólares al Fondo Berger entre abril del año 2021 y marzo del 2022, a lo que la fundación en contraprestación, contribuyó con una suma de $72,7 millones de dólares a 12 diferentes organizaciones involucradas de alguna manera en cuestiones políticas, entre las cuales se encontraba la misma LCV, a la cual le transfirió una suma de US$ 3,5 millones de dólares en ese periodo.

A su vez, el Fondo Berger volcó cerca de US$ 20,3 millones de dólares en una organización de extrema izquierda llamada "Fund For a Better Future" (FBF), vinculada a las políticas de género, raciales y de redistribución de la riqueza del Partido Demócrata, la cual posteriormente contribuyó con la LCV en una contribución de US$ 10,7 millones de dólares.

La FBF, además de realizar una fuerte labor en cuanto a actividades de lobby por causas ambientalistas, se convirtió en lo últimos años en el brazo responsable de realizar las tareas de lobby de la clínica de abortos más grande del mundo, Planned Parenthood.

Es importante aclarar que si bien estas fundaciones están en regla según la ley FARA, si desvían estos fondos a una organización como la LCV que no está registrada para manejar dinero extranjero, están cometiendo también un delito federal.

El presidente de FBF es el abogado de Chevron, Avi Garbow, antiguo miembro de la Agencia Gubernamental Ambiental (EPA) en la administración Obama, quien apoyaba el Plan de Energías Limpias.

El Fondo Berger, también envió sumas de dinero consistentes en US$ 42,5 millones de dólares a una organización denominada "Sixteen Thirty Fund", la organización de lobby más importante de Estados Unidos en cuando al reclamo de indemnizaciones raciales para la comunidad negra del país, la cual le transfirió la suma de US$ 18,9 millones de dólares a la LCV.

Todas las organizaciones no gubernamentales mencionadas anteriormente, bajo el esquema de contribuciones del Fondo Berger (el cual se encuentra bajo la tutela de Wyss), han realizado transferencias de dinero a la LCV, violando el FARA.

Además de lo previamente notado, por su parte la Fundación Wyss giró en el año 2021 una suma adicional de US$ 60.000 dólares a la LCV y de US$ 210.000 dólares al fondo educativo de la LCV en el año 2020.

Dentro del directorio de la LCV se encuentra Molly McUsic, quien además de desempeñarse como miembro del directorio de la organización, también es el presidente de la Fundación Wyss y forma parte adicionalmente del directorio del Fondo Berger, incurriendo en un fuerte conflicto de intereses.

Las fundaciones Wyss y Berger se encuentran estrechamente relacionadas, tanto por sus responsables a cargo, así como también por sus iniciativas, y han donado millones de dólares a la LCV.

De acuerdo a Fox News, tanto la LCV como otro grupo de acción climática, en el año 2022 contrataron a organización de minería de datos, BlueLabs Analytic, basada en Washington D.C., para extraer datos de más de 2 millones de votantes en estados claves y los bombardearon con publicidad en línea acerca de la importancia de votar por correo en las elecciones legislativas de ese año, algo que también habría hecho en 2020.

Esto levanto grandes sospechas acerca de la alta influencia política que Wyss posee en los Estados Unidos, especialmente luego de que la LCV apoyara oficialmente a Biden y a Kamala Harris para la reelección en 2024.

Esto llevó a los congresistas republicanos a redactar la carta demandando respuestas a la LCV. La organización ha expresado en un comunicado que recibió la notificación del Congreso, pero señaló que se encuentra en perfecta armonía con la ley FARA y que resolverá está cuestión en la justicia.

Estados Unidos

Un informe revela que los manifestantes pro-Palestina en Estados Unidos son financiados por los donantes del Partido Demócrata

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Algunos de los grupos que más protestan contra Biden y contra Israel obtienen financiación de los nombres más importantes de los círculos de donantes demócratas.

Un informe del medio POLITICO reveló que la ola de manifestantes pro-Palestina que está azotando a los Estados Unidos en las últimas semanas, que llevó incluso a estudiantes de extrema izquierda a tomar el campus de algunas universidades y expulsar a alumnos judíos, está siendo financiada por los mismos grupos que donan recurrentemente al Partido Demócrata.

En la lista que el medio confeccionó a partir de una rigurosa investigación, aparecen algunos de los más importantes donantes de los círculos demócratas: Bill Gates, George Soros, la familia Rockefeller y la familia Pritzker, entre otros.

Insólitamente, algunos de estos donantes son de ascendencia judía, que parecen no tener problema en destinar una parte de su fortuna en financiar a las organizaciones detrás de las protestas anti-semitas que defienden el accionar del grupo terrorista Hamás, que asesinó a más de 1.500 judíos el pasado 7 de octubre en un atroz atentado genocida.

Los nombres detrás de las protestas

Dos de los organizadores de las protestas en la Universidad de Columbia son Jewish Voice for Peace y la agrupación IfNotNow. Ambos cuentan con el apoyo público de la Fundación Tides, fundada por el megadonante demócrata George Soros, así como por la Fundación Bill y Melinda Gates.

Otro donante demócrata notable cuya filantropía ha ayudado a financiar el movimiento de protesta es David Rockefeller Jr., miembro de la junta directiva del Fondo de los Hermanos Rockefeller. En 2022, el fondo donó 300.000 dólares a la Fundación Tides.

Según los formularios de impuestos de organizaciones sin fines de lucro, Tides ha donado casi 500.000 dólares en los últimos cinco años a Jewish Voice for Peace, que se describe explícitamente como una organización anti-sionista y pro-Palestina.

Este grupo, que ha tomado varias universidades en todo el país, ha declarado que los ataques del 7 de octubre fueron culpa de Estados Unidos y de Israel: “La fuente de toda esta violencia es el apartheid y las ocupaciones israelíes, además de la complicidad de Estados Unidos en esa opresión”.

Estos grupos también están respaldados por una fundación de Susan y Nick Pritzker, herederos del imperio del hotel Hyatt, y asesores de Biden. Los Pritzker han donado millones a numerosas campañas demócratas, incluidos miles de dólares para el Fondo de Victoria de Biden hace unos meses y más de US$ 300.000 dólares por mes durante la campaña 2020.

Otra de las organizaciones que reciben dinero de los Pritzker es Solidaire Action, un grupo de acción política de extrema izquierda que defiende el terrorismo palestino. Su portavoz, Barni Qaasim, también ha celebrado el ataque del 7 de octubre.

Solidaire ha recibido apoyo financiero de los Pritzker, a través de la Fundación Libra, que financia todos los meses a Solidaire Action, supuestamente por sus acciones respectivas al medio ambiente y la justicia de género.

Entre otros ejemplos, la Fundación Libra financia mensualmente a la Alianza por la Justicia Climática, que participó en marchas pro palestinas con carteles que leen la frase “Joe Genocida”. Mientras tanto, Bla Organización por el Liderazgo y la Dignidad Negra, otro grupo respaldado por la Fundación Libra, muestra en su sitio web la participación en múltiples de estas marchas.

A su vez, el Proyecto de Defensa de Inmigrantes, financiado por los Pritzker, fue parte de una protesta en Washington en la que 13 activistas fueron arrestados por la policía del Capitolio después de exigir un alto el fuego permanente en Gaza destruyendo comercios y atacando agentes de seguridad.

La Fundación Tides, financiada por los Prizkers, también ha apoyado el Proyecto de Justicia Adalah, que también ha formado parte de las protestas en la Universidad de Columbia. El grupo escribió en X, que “las universidades son fondos de cobertura, profundamente arraigados en los fabricantes de armas”.

Tides también apoya a Palestina Legal, un fondo de defensa legal que ofrece asistencia legal a “estudiantes que se movilizan contra el genocidio”.

En la propia Casa Blanca se preguntan por qué los mismos donantes demócratas están financiando a estos manifestantes, que incluso han protestado contra Biden. Jewish Voice for Peace ha liderado protestas perturbadoras contra Biden, incluido la bochornosa interrupción de su ostentoso acto de recaudación de fondos en el Radio City Music Hall de Nueva York en marzo.

"Estamos escuchando a personas que quieren asegurarse de que sus dólares no apoyen a personas que apoyan a Hamas y gritan cosas antisemitas", dijo Daniel Goldwin, director ejecutivo de asuntos públicos del Fondo Judío Unido en Chicago, que otorga subvenciones a pequeñas organizaciones sociales que cada vez se están vinculando más con los manifestantes pro-Palestina.

Entrevistado en el informe de POLITICO, Goldwin aseguró que insta a los donantes que quieran seguir donando a las causas demócratas sin que el dinero le llegue a estos grupos que defienden el terrorismo que llamen a las organizaciones y les "expresen sus inquietudes". "Algunos donantes pueden aprovechar este momento para reevaluar adónde va su dinero", completó.

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Estados Unidos

Ley de Atención Médica: Biden extiende por decreto la salud pública del Obamacare a 1 millón de inmigrantes ilegales

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El presidente demócrata amplió el Obamacare a los extranjeros ilegales inscritos en el programa DACA, un costo adicional de casi 3 mil millones de dólares para el Gobierno Nacional.

Este viernes, Biden emitió un decreto para extender los servicios de salud pública del Obamacare y de Medicaid a los inmigrantes ilegales que estén inscriptos en el programa Deferred Action for Childhood Arrivals (DACA), que otorga derechos especiales de ciudadanía a casi un millón de extranjeros.

Obama creó por primera vez el programa DACA mediante una orden ejecutiva en 2012, protegiendo a más de 800.000 extranjeros ilegales para que no sean deportados a lo largo de los años, apodados por los demócratas como "soñadores", quienes por estudiar o tener un trabajo podían quedarse en el país a pesar de no tener documentos, aunque con el pasar de los años, se descubrió que no todos cumplían con esos requerimientos.

En este contexto, los investigadores del Centro de Estudios de Inmigración estimaron que el costo de abrir las listas de Obamacare y Medicaid a los extranjeros ilegales costaría a los contribuyentes estadounidenses alrededor de US$ 4.600 por inmigrante.

A ese ritmo, el decreto de Biden tiene el potencial de costarle a los contribuyentes estadounidenses aproximadamente US$ 2.800 millones de dólares cada año. Esto mientras más de 25 millones de estadounidenses al día de hoy no tienen acceso a los beneficios del Obamacare o Medicaid.

En la justificación de la medida, Biden expresó: "Hace casi doce años, el presidente Obama y yo anunciamos el programa DACA para permitir que nuestros jóvenes vivan y trabajen en el único país al que han llamado hogar. Desde entonces, DACA ha brindado a más de 800,000 Dreamers la capacidad de trabajar legalmente, obtener una educación y contribuir con sus inmensos talentos para hacer que nuestras comunidades sean mejores y más fuertes".

"Estoy orgulloso de las contribuciones de los Soñadores a nuestro país y comprometido a brindarles el apoyo que necesitan para tener éxito. Es por eso que anteriormente ordené al Departamento de Seguridad Nacional que tomara todas las medidas apropiadas para preservar y fortalecer DACA", continuó.

"Y es por eso que hoy estamos dando este paso histórico para garantizar que los beneficiarios de DACA tengan el mismo acceso a la atención médica a través de la Ley de Atención Médica Asequible que sus vecinos.

Biden había anunciado por primera vez la iniciativa para obtener exenciones fiscales para extranjeros ilegales de DACA a través de Obamacare en abril del año pasado. En ese momento, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkaselogió la medida, dando una señal para que más inmigrantes intenten ingresar a Estados Unidos y obtener estos beneficios.

Los senadores republicanos JD Vance y Josh Hawley, así como varios diputados conservadores de la Cámara Baja, habían presionado a Biden para que abandonara el plan el año pasado, pero la administración siguió adelante de todos modos.

En su discurso sobre el Estado de la Unión de 2012, Obama prometió a los estadounidenses que los extranjeros ilegales no serían elegibles para Obamacare, pero más de una década después, su sucesor, Biden, tiene la determinación de completar la destrucción del país.

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Estados Unidos

Biden firmó un decreto para promover el voto de los presos, que históricamente votan mayoritariamente por los demócratas

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El gobierno de Biden está manteniendo reuniones con ONGs para conseguir movilizar a la población carcelaria para que voten en las elecciones nacionales.

En marzo de 2021, el recientemente asumido presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva titulada “Promoción del acceso al voto”, que presentó como un esfuerzo “no partidista” de todo el gobierno para lograr expandir las maneras de sufragar de los ciudadanos, de manera de “ampliar las oportunidades de los ciudadanos de registrarse para votar y obtener información y participar en el proceso electoral”.

Luego de la firma del decreto, la administración Biden celebró una “sesión de escucha” con varias ONGs para poner en funcionamiento el decreto, el cual, entre otras cosas, faculta a las organizaciones sin fines de lucro a realizar campañas de afiliación y de votación en lugares donde "hay bajos niveles de acceso al voto".

Según una investigación del Oversight Project, que accedió a notas de dicha reunión, los funcionarios hablaron principalmente sobre registrar a los convictos para votar y crear una masa de votantes masiva.

Cabe aclarar que hay más de 5 millones de personas arrestadas o detenidas en Estados Unidos, lo que implica casi un 2% del padrón electoral, que de votar, certeramente lo haría por el Partido Demócrata, que tiene entre sus propuestas reducir las penas y ser más laxo con el crimen.

En una nota particular, un funcionario del Sentencing Project mencionó la importancia de que la Oficina de Prisiones notifique a los “votantes recién elegibles sobre su derecho a votar”. Ese funcionario también sugirió que “la privación del derecho al voto por un delito grave es supresión de votantes”.

Otro funcionario del Campaign Legal Center dijo que quieren que la Oficina de Prisiones implemente un sistema de registro de votantes que informe a los convictos sobre su derecho a votar después de salir de prisión.

Otras notas de la sesión de escucha se centraron en facilitar que los inmigrantes, presumiblemente ciudadanos recién naturalizados, ingresen en las listas de votantes del país.

Cabe aclarar que en Estados Unidos los presos tienen derecho al voto, pero como el sufragio no es obligatorio, la gran mayoría de los reos no lo hacen, y los niveles de participación electoral de la población carcelaria en el país es ínfima.

Un funcionario de Mexican American Legal Defense and Educational Fund (MALDEF) dijo: “Inmigrantes y no ciudadanos: apoyamos los esfuerzos de registro de votantes. Queremos asegurarnos de que se hagan con cuidado. Todos los empleados federales deben recibir capacitación en esto. Hay que promover la necesidad de confiar en que las personas actúan dentro de los límites de la ley. Especialmente cuando hay problemas de idioma”.

Otro funcionario de Asian Americans Advancing Justice dijo que la “información de registro de votantes debería ser obligatoria en las ceremonias de naturalización” y que el sitio web oficial del gobierno para el registro de votantes debería traducirse a muchos idiomas.

El informe que reveló estas reuniones, calificó la medida de Biden como “un esfuerzo partidista de movilización de votantes” que busca “influir en el resultado de futuras elecciones mediante el uso de recursos, infraestructura y alcance federales”.

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