El aniversario del ataque del 11/9 y el ejemplo dado por el extremismo islámico
Muchas personas seguidoras de esta religión optan por el fanatismo religioso que solo ofrece muerte y guerra.
Hoy, 11 de septiembre, se lamenta el atentado más grande en territorio americano en toda la historia. Hace exactamente 23 años, 19 miembros del grupo terrorista Al Qaeda tomaron control de 4 aviones comerciales estadounidenses con el objetivo de utilizarlos para un ataque suicida.
Tres de ellos lo lograron, impactando en las torres Norte y Sur del World Trade Center e impactando en el Pentágono. El cuarto avión (que tenía como plan impactar el Capitolio) terminó estrellándose en un campo de Pensilvania después de un sacrificio por parte de los pasajeros del vuelo.
Este atentado se llevó las vidas de 3020 personas e hirió a 25000, siendo este el mayor ejemplo de lo que es capaz el extremismo religioso islámico al seguir el jihad (guerra santa islámica). Así fue como se dio una serie de conflictos que siguen afectando a millones de personas el día de hoy, la famosa "War on Terrorism" (guerra contra el terrorismo), que llevó a los países occidentales a intervenir en el Medio Oriente en una controversial serie de conflictos.
Lamentablemente, esta guerra santa islámica ha tenido horribles repercusiones en el mundo, un ejemplo muy parecido al de las torres gemelas sucedió en la República Argentina con dos atentados islámicos hacia edificios de índole judía, siendo estos la embajada israelí en Buenos Aires y el famoso ataque al edificio de la AMIA.
Estos atentados, que se llevaron la vida de 114 personas e hirieron a más de 600 entre 1992 y 1994, fueron organizados por Hezbollah, una organización islámica que se basa en el Líbano y obtiene apoyo económico y logístico de Irán, una nación gobernada por una monarquía extremista islámica que confirma que cualquier estado que se alinee con las ideas de la libertad de occidente es un posible objetivo para los extremistas musulmanes, sea la nación del primer o tercer mundo.
Mientras tanto, en el marco internacional parece que la aceptación creciente por Occidente hacia la expansión musulmana puede llegar a ayudar a estas redes terroristas, como pasó en Bélgica, Francia y muchos otros países. Se ve que las ideas de progresismo por parte de la izquierda tienen como idea expandir una religión con ideas morales estancadas en la Edad Media que oprimen a mujeres y miembros de la comunidad LGBT.
Así también, una ideología que llama a sus seguidores a morir y matar por sus ideales, el caso más reciente de ella siendo los ataques de Hamas (grupo terrorista palestino) hacia Israel el 9 de octubre de 2023, asesinando a más de 1.000 personas de origen israelí y secuestrando a 245 individuos.
No solo la izquierda plantea expandir el islam, sino que otra preocupación en la política internacional es la mediocridad de las fuerzas de las Naciones Unidas, cuyos planes de mantener la paz solo logran mayores conflictos en las naciones en las que intervienen.
Esta inefectividad por parte de la burocracia de la mal llamada "policía del mundo" no ha causado nada más que derramamientos de sangre por donde intente intervenir, dado que sus medidas llenas de tibieza sacrifican vidas inocentes con el fin de evitar llamados de atención por parte de los miembros de esta organización.
En conclusión, aunque el islam en sí no promueve todas estas vistas a favor del terrorismo, muchas personas seguidoras de esta religión optan por el extremismo religioso que solo ofrece muerte y guerra. Este problema internacional que puede llegar a afectar al Estado argentino tiene que ser lidiado con mano dura no solo por las fuerzas de orden argentinas, sino también por la comunidad internacional.
Por Franco Capria para La Derecha Diario.
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