Alberto difundió chats con su suegra para mostrar que estaba 'preocupado' por Fabiola
Esto forma parte de una estrategia legal del expresidente, que busca mejorar su imagen tras las denuncias por violencia.
El expresidente golpeador, Alberto Fernández, hizo públicos los mensajes intercambiados con su exsuegra, con el fin de demostrar su supuesta "preocupación" por su expareja, Fabiola Yañez.
La divulgación de estos chats forma parte de la estrategia legal del exmandatario kirchnerista, que busca mejorar su imagen tras la difusión de audios, videos y fotos que revelan la tensa relación de la pareja.
En los mensajes compartidos por Fernández, se muestra inquieto por el consumo de alcohol de Yañez y le solicita a su exsuegra que trate de controlarla.
"Deja una imagen deplorable en empleados, que después hablan", escribió en uno de los chats. A lo que Miriam Verónica Yañez respondió: "Lo sé, Alberto. Está costando, pero la controlo".
"Acabo de hablar con Fabiola. Me doy cuenta que estuvo tomando mucho alcohol. Le pido por favor que se ocupe de que no lo haga", le dijo Fernández a Verónica Yañez, agregando: "Yo no entiendo por qué soy el único que se preocupa por eso. Le ruego que se encargue de que Fabiola no tome alcohol".
Según los mensajes aportados por el exjefe de Estado, su exsuegra respondió: "Yo le pregunté si nos podíamos ir, para evitar estas cosas". Sin embargo, aclaró: "Hasta ahora está bien, nosotras no tomamos para que no pida una botella, pero pide un vaso igual".
"No la deje tomar. Impóngase. Solo le va a estar haciendo un favor a ella", insistió Fernández, ante lo cual Yañez replicó: "Lo sé, pero es imposible, no me hace caso. Anoche se enojó con nosotras y no entiende. ¿Puede venir? Yo hago lo imposible".
En otro de los mensajes, el expresidente golpeador sugirió: "Deben hablar con ella cuando está bien. Si ahora no está tomando (es lo que suele hacer después de tomar) explíquenle la situación. Ella a usted la respeta mucho".
"Perdón Verónica por molestarla. Es imposible el estado en el que está Fabiola. Le pido por favor que me ayude. No la deje que avance con su problema. Yo ya no sé cómo hacer. No quiere ayuda médica. Por lo menos le pido que usted me ayude a controlar su problema. Yo ya no sé qué hacer y esto un día puede trascender y solo le hará un gran daño a ella. Yo quiero verla bien. Ayúdeme por favor", imploró Fernández en un mensaje posterior.
La respuesta fue contundente: "Ya no la puedo controlar más. Le hablo de todas las maneras y no me hace caso. Y si estoy acá dejando mi casa y mi familia es para que no pase a mayores".
Meses después, el expresidente kirchnerista le envió un mensaje a su entonces suegra, tras lo que parece haber sido una conversación telefónica entre ambos. “Lamento mucho su llamado. Lamento que no vea la gravedad de la adicción de su hija al alcohol. Lamento que le crea lo que ella dice y que usted mienta diciendo que vio cosas que nunca ocurrieron. Lamento todo”, expresó.
Luego, ofreció una autocrítica: "Lamento si fui agresivo en mi charla con usted porque usted no lo merece. Yo le estoy agradecido por el modo en que siempre estuvo cerca de Francisco en este tiempo. Tengo la mejor opinión sobre usted. Solo lamento que nunca me haya ayudado a sacar a Fabiola de su adicción al alcohol".
En la misma línea, Fernández subrayó que "solo yo soy el que debe enfrentarla y soportar toda su agresividad cuando está alcoholizada. Y cuando todo eso se convierte en discusiones imposibles. Fabiola se victimiza y usted le cree. Créame que solo quiero ver bien a Fabiola y cada día la veo peor."
Y añadió: "Y lo que más me preocupa es Francisco. Hace unas semanas llegué a las siete de la tarde. Lo agarré a Francisco de la mano y cuando iba hacia el cuarto ustedes me dijeron ‘no Francisco. No vayas al cuarto de mamá que no se siente bien’".
Fernández continuó: "Cuando entre al cuarto estaba totalmente borracha a las 7 de la tarde. ¿Con quién se había emborrachado?¿Quién le había dejado tomar hasta ese punto? No yo. Yo no estaba aquí. Le pido que reflexione. Aquí lo que debemos hacer es ayudar a Fabiola a salir de ese problema."
En el mismo sentido, continuó: "No la ayudamos haciéndonos los distraídos. Fabiola no le cuenta la verdad. Solo sépalo. No le pido que me crea. Ella toma. Primero se divierte. Después sus gestos se alteran. Después pasa por una agresividad insoportable. Después llora y se victimiza y después duerme hasta las tres de la tarde."
"Esa es lo que yo veo no menos de cuatro días por semana. Ayude a sacarla de ahí. Ella va de mal en peor. Se lo digo con todo afecto y habiéndola amado siempre. La situación es sumamente grave. Perdón si me excedí en mi charla con usted. No lo merece. Gracias por leerme", sentenció el expresidente.
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