Donald Trump retiró a Estados Unidos de la OMS en su primer día como presidente

El presidente Donald Trump firmó un decreto y oficializó la salida de Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según informó la Casa Blanca.

De acuerdo con la orden ejecutiva firmada por Trump este lunes, se "suspende la transferencia futura de fondos, apoyo o recursos del Gobierno de Estados Unidos a la OMS; retira y reasigna al personal o contratistas del Gobierno que trabajen en cualquier función con la OMS; e identifica socios estadounidenses e internacionales creíbles y transparentes para que asuman las actividades necesarias que anteriormente realizaba la OMS".

Esta medida fue anticipada hace unas semanas por los integrantes del equipo de presidencial de Donald Trump. En su momento, afirmaron que se estaban preparando para que Estados Unidos se retire de la Organización Mundial de la Salud en el primer día de su segundo mandato, algo que cumplieron.

"Tengo la autoridad necesaria para afirmar que tienen planes de retirarse, probablemente el primer día o muy pronto al inicio de su administración", había comentado Lawrence Gostin, profesor de salud global en la Universidad de Georgetown y director del Centro Colaborador de la OMS en Derecho Sanitario Nacional y Global.

Este plan, que se alinea con las justificadas críticas persistentes de Trump a la agencia sanitaria de la ONU, representa un giro radical en la política de salud global de Estados Unidos.

Trump designó a varios detractores de la organización para ocupar altos cargos en salud pública, como Robert  F. Kennedy Jr., un crítico de muchas de las medidas impulsadas por la OMS durante la pandemia del COVID-19, que se postula para el cargo de secretario de Salud y Servicios Humanos, el cual supervisa todas las principales agencias de salud de EE.UU., incluyendo los CDC y la FDA.

Trump sostiene que la organización no solo que no responsabilizó a China por la propagación temprana del COVID-19, sino que colaboró con el régimen comunista para ocultarlo.

Reiteradamente, calificó a la OMS de ser una "marioneta" de Pekín y ha prometido redirigir las contribuciones de dinero de Estados Unidos a iniciativas de salud nacionales.