Pipko, vocera de Trump: 'Milei y Donald son muy humanos y por eso son tan populares'
La vocera del GOP habló sobre las elecciones en EEUU, el 7 de octubre y de la relación de Trump con Argentina y Milei.
Elizabeth Pipko es una figura que ha logrado sobresalir en múltiples ámbitos: la política, la moda y la academia. Con dos títulos de universidades de la Ivy League —una licenciatura de la Universidad de Harvard y una maestría de la Universidad de Pensilvania, la misma escuela a la que asistieron Donald Trump y Elon Musk—, Pipko ha roto con los estereotipos tradicionales. A sus 21 años, mientras avanzaba en su carrera como modelo, comenzó a trabajar para la campaña presidencial de Trump en 2016, lo que la posicionó como una importante portavoz del Partido Republicano.
Hoy, Pipko se ha consolidado no solo como portavoz del Partido Republicano y del mismísimo Donald Trump, sino también como una voz influyente para las jóvenes que, como ella, buscan romper con los estereotipos y triunfar en múltiples ámbitos.
Pipko, vocera de Trump: "Milei y Donald son muy humanos y por eso son tan populares" | Exclusiva LDD
En esta entrevista exclusiva para La Derecha Diario, Pipko comparte cómo ha logrado equilibrar dos carreras aparentemente opuestas y las críticas que ha enfrentado por ello. Con una visión clara y determinada, habla sobre su conexión con Argentina, la relación entre Estados Unidos e Israel, y su compromiso con la política y la moda, dos mundos que, en su opinión, no deberían estar en conflicto.
La entrevista completa a Elizabeth Pipko, la vocera del Partido Republicano y de Donald Trump
Alan Ares: ¿Qué te llevó a poner el modelaje en un segundo plano y centrarte en tu carrera política?
Elizabeth Pikpo: Todo pasó muy rápido. Tenía 21 años, fue hace unos ocho años. Y me surgió la oportunidad de trabajar en una campaña presidencial, algo que no le pasa a mucha gente a esa edad. Emocionalmente decidí que ese era mi objetivo número uno, pero en realidad hacía ambas cosas al mismo tiempo.
Después, la política me absorbió. Sabía que si se hacía público que trabajaba para Donald Trump en 2016, podría perjudicar mi carrera como modelo, así que decidí mantenerlo en secreto y seguir con ambos roles el mayor tiempo posible.
Finalmente se supo y tuve que elegir. Decidí que era más importante en ese momento hacer algo más grande y significativo. Mis padres son inmigrantes en este país, dejaron todo para venir y tener una buena vida. Y para mí, poder participar en política significaba haber alcanzado cierto éxito, lo que validaba su viaje y sacrificios. Eso era más importante para mí.
Siempre he sido una estadounidense extremadamente orgullosa, muy patriota, y nunca pensé que tendría la oportunidad de trabajar en política. Se sintió como algo predestinado. A lo largo de los años, cuando iba y venía entre el modelaje y la política, noté que la gente no quería que hiciera ambas cosas. La gente tiende a encasillarte.
He intentado con mucho esfuerzo ser alguien que pueda hacer un poco de todo. Creo que mientras trabajes muy duro, seas amable con todos y no intentes decir cosas alocadas ni buscar irte viral por las razones equivocadas, sino que hagas todo con el corazón porque crees en ello, existe la posibilidad de alcanzar el éxito en cualquier industria.
AA: ¿Por qué elegiste al Partido Republicano en lugar del Partido Demócrata?
EP: Elegí a Estados Unidos, no a los partidos. No fue que quise trabajar para el partido. Elegí el momento, y en ese momento pensé que un lado era mejor para el país. Siempre he dicho que si Donald Trump no hubiera sido el candidato, no habría sido portavoz del Partido Republicano.
No creo que hubiera querido trabajar para ellos si hubiera sido otro el candidato, y tampoco creo que otro candidato hubiera querido que yo los representara. Para mí, simplemente todo encajó. Y creo que Donald Trump es la mejor persona para el país en este momento. Por eso hago esto, no lo hago por el Partido Republicano, lo hago por el país. Y si en otra elección creo que otro candidato es mejor, apoyaré a ese candidato, porque quiero que Estados Unidos sea el número uno. Me importa más el país que cualquier partido que exista.
AA: ¿Cómo te uniste al equipo de Donald Trump?
EP: En 2016, me ofrecí como voluntaria dos veces para su campaña, y luego decidí que quería trabajar para él. Le envié una carta a alguien de alto rango en la campaña y pedí a un pasante que la entregara. Les gustó mi carta y me contrataron al día siguiente. Trabajé para él hasta que ganó en 2016.
Después volví al modelaje, a la universidad y luego a hacer un posgrado. Salí en la portada de Harper's Bazaar y otras cosas increíbles. Cuando volvió a postularse, ya había tenido una relación cercana con su familia por un par de años, y después de algunas conversaciones, acordamos que sería bueno que volviera en este rol.
En este momento, donde el destino de Estados Unidos está en juego, que me pidieran ser parte fue un honor tan grande que no pude decir que no. Y es gracioso porque ni siquiera lo veo como algo político. Lo veo como una forma de usar mis habilidades y talentos para luchar y asegurarme de que Estados Unidos esté en la mejor posición posible.
AA: Recientemente estuviste en el homenaje por el aniversario de la masacre del 7 de octubre junto a Donald Trump. ¿Cómo creés que evolucionará la relación con Israel en una posible presidencia de Trump?
EP: Tomo el tema de Israel muy en serio. Soy judía, judía religiosa. Y creo que la relación que tenemos con Israel, que la mayoría de los países occidentales tienen con Israel, es increíblemente importante porque es la única democracia en el Medio Oriente.
Israel es nuestro aliado y comparte no solo nuestras victorias, sino también nuestros enemigos. Creo que la relación ha sido peligrosa en los últimos años. Ver lo que ha sucedido ha sido horrible. Sabiendo que la masacre del 7 de octubre ocurrió hace más de un año, que la guerra sigue, que no estamos más cerca de un acuerdo sobre los rehenes y que hay cuatro estadounidenses retenidos hace más de un año. Me duele ver que este gobierno no está haciendo lo suficiente para traerlos de vuelta. Creo que con Donald Trump sería diferente. Realmente lo creo.
Rezo para que podamos arreglar la relación con Israel, traer a los rehenes a casa y luchar contra el terrorismo con toda nuestra fuerza, porque cualquier otra cosa no funciona.
El año pasado, Pipko fue reconocida en la lista de las 100 personas judías más influyentes del mundo, según el Algemeiner Journal.
AA: ¿Qué opinás sobre las críticas a la defensa que está ejerciendo Israel?
EP: En primer lugar, no hablo por Israel o su gobierno. Creo que deben hacer lo que consideren necesario para proteger a sus ciudadanos. En segundo lugar, cuando Israel es atacado por un grupo terrorista que hace cosas horribles e impensables, es muy fácil saber qué lado es el bueno y cuál el malo.
AA: ¿Y qué pensás sobre el hecho de que muchos medios minimizan los intentos de asesinato que sufrió Donald Trump?
EP: Es horrible, pero no me sorprende. Perdí la fe en los medios hace unos seis años, cuando se descubrió que apoyaba a Donald Trump y vi cómo me trataron. Como dije, trabajo muy duro, trato de ser amable con todos, no digo cosas con las que no esté de acuerdo, no busco llamar la atención de manera negativa ni volverme viral por las razones equivocadas. Solo hago lo que creo que es correcto, y pensé que por eso recibiría un poco de respeto, pero no fue así.
Me trataron horrible, se plantaron mentiras sobre mí en los medios. Dijeron cosas atroces y desearon cosas malas para mí. Muchas de las amenazas que recibo a diario son por las mentiras que se escribieron sobre mí.
En ese momento, por más horrible que fuera para mí, descubrí que no podemos confiar en gran parte de los medios cuando se trata de temas importantes o políticos. No me sorprende. Creo que los medios han perdido mucha credibilidad en estos últimos ocho años.
Desearía que la gente dejara la política de lado y se diera cuenta de que cuando un expresidente de los Estados Unidos casi es asesinado, tenemos un problema muy serio, y deberíamos unirnos sobre el hecho de que una persona inocente también murió en ese intento de asesinato. A menos que podamos dejar de lado la política y reconocer lo horrible que es, ya sea que la persona sea demócrata, republicana o cualquier otra cosa, no veo que el país vaya en una mejor dirección.
AA: La gente cercana a Trump ha mencionado el temor de un posible fraude electoral. ¿Qué precauciones se están tomando para evitar que eso ocurra otra vez?
EP: Sí, se está haciendo mucho trabajo desde el Comité Nacional Republicano, el RNC. Hablamos de eso todo el tiempo. Los esfuerzos para garantizar la integridad electoral deberían ser compartidos tanto por demócratas como por republicanos. Laura Trump, nuestra copresidenta, lo menciona constantemente: hemos invitado al Comité Nacional Demócrata, a los líderes demócratas, a ser parte de nuestros esfuerzos, pero no han querido.
Creo que hemos puesto mucho esfuerzo, no porque sea lo que le importa a Donald Trump, sino porque es lo que le importa al pueblo estadounidense. Lo último que queremos es despertarnos el 6 de noviembre y que alguien piense que la elección no fue libre y justa. Es increíblemente importante que el pueblo estadounidense, ya sea demócrata o republicano, tenga plena confianza en nuestras elecciones.
Tenemos casos judiciales en todo el país, en estados muy importantes, para asegurarnos de que los votos se cuenten correctamente, de que los votos por correo solo se cuenten hasta un determinado momento y de que no haya votos ilegales desde el extranjero. Dependiendo del estado, tenemos demandas sobre los votos en el extranjero, ahora en Carolina del Norte y Michigan, y creo que tenemos demandas en todo el país. Estamos siguiendo todo de cerca y deseamos que la gente deje de hacer de esto un problema partidario.
Asumiría que todos, de izquierda a derecha, quieren saber el 6 de noviembre que la elección fue lo más justa posible.
AA: En Argentina creemos firmemente en la importancia de librar una batalla cultural para ganar una pelea política o una elección. ¿También ponen la batalla cultural en primer plano en Estados Unidos?
EP: Es una pregunta interesante. Si me hubieras preguntado hace unos meses sobre la guerra cultural, te habría dicho que significa algo muy específico, como estar en las redes sociales y defender ciertas posturas. Pero ahora pienso lo contrario.
Siento que todos los días lucho mi propia pequeña batalla cultural simplemente siendo quien soy. No me gustan las redes sociales, no me gusta Internet, no me gusta lo cruel que es la gente, lo mal que trata a los demás. No me gusta la desinformación, las mentiras, y cómo estamos todos obsesionados con las redes sociales y con lo que hacen nuestras celebridades favoritas, en lugar de obtener el conocimiento por nosotros mismos. Es una época muy extraña, pero también siento que estoy librando mi propia guerra cultural tratando de ser una orgullosa estadounidense, una orgullosa judía religiosa, una mujer casada, una mujer educada.
Hay muchas cosas que hago para tratar de empujar a la gente en esa dirección, y espero que la gente lo siga. Creo que ganás la batalla cultural llevando la mejor vida posible, una vida digna e impresionante, y espero que la gente lo note.
AA: ¿Pensás que Argentina puede convertirse en un socio estratégico de Estados Unidos en la región bajo la presidencia de Trump? ¿Y qué rol creés que podría jugar el país en este escenario?
EP: Creo que en general, Donald Trump podría responder mejor esa pregunta que yo. Pero pienso que cualquier país que comparta nuestros valores, en un momento donde el mundo está tan loco como lo está, podría convertirse en un socio estratégico. El 7 de octubre me di cuenta de cuánta maldad existe en nuestro mundo. Y luego, con la respuesta a eso, me di cuenta de cuántas personas, cuántos líderes políticos, tienen miedo de señalar esa maldad.
Y creo que, cuando sabés que eso ocurre y que la vida de personas inocentes está en juego, cualquier nación que quiera estar del lado de la decencia y luchar contra esa maldad podría ser un buen socio estratégico. Porque si no lo hacemos, cosas horribles podrían pasar a personas inocentes que no lo merecen.
AA: ¿Qué imagen tiene el Partido Republicano de Javier Milei?
EP: Muy buena. La gente es muy fan. En general, la amistad entre él y Donald Trump es lo que se ha vuelto viral, pero personalmente me gustaba mucho antes de eso. Soy fanática por su conexión con Israel y el judaísmo.
Solo he escuchado cosas buenas. Y creo que, en general, saber que hay otros líderes en el mundo que nos parecen impresionantes, buenos y que comparten nuestros valores, es siempre inspirador para la gente de nuestro país, porque queremos saber que no estamos solos en esta lucha.
AA: ¿Qué afinidad ideológica ves entre Milei y Trump?
EP: Es interesante, porque antes de Donald Trump a la gente no le gustaba que sus políticos tuvieran personalidad. Nunca vi a la gente conectarse tanto con la personalidad de un político como lo hicieron con Trump. Sé que hay gente a la que no le gusta, pero los que lo apoyan siempre mencionan su personalidad.
He pasado mucho tiempo con él, y me encanta lo cercano que es, lo terrenal. Pasás un tiempo con él y en unos minutos te olvidás de que estás con un expresidente de los Estados Unidos. Creo que ambos comparten esas características. Primero son humanos, son personas que quieren conectarse con la gente de su país antes que ser presidentes. Y no creo que eso sea muy común. Creo que por eso ambos son tan populares.
El futuro de la política estadounidense sale en una revista de moda de Argentina
Elizabeth Pipko ha logrado lo que pocos se atreven: construir una carrera exitosa en dos mundos aparentemente opuestos, la moda y la política. A sus 21 años, mientras trabajaba como modelo profesional, fue contratada para la campaña presidencial de Donald Trump, una oportunidad que marcó el inicio de su trayectoria como portavoz del Partido Republicano.
Sin embargo, Pipko nunca dejó de lado su pasión por la moda, apareciendo en importantes portadas de revistas, demostrando que es posible destacar en ambos sectores al mismo tiempo.
A lo largo de su carrera, Pipko ha enfrentado críticas por combinar dos campos tan distintos, pero ella se mantiene firme en su creencia de que una mujer puede ser tanto influyente en la política como exitosa en el modelaje. La vocera cree que muchas personas suelen encasillar a los profesionales en un solo rol, pero para ella, su carrera en la moda no está en conflicto con su trabajo en política, sino que ambas áreas le permiten expresarse de diferentes maneras.
Además, Pipko se muestra orgullosa de haber sido elegida para la portada de una prestigiosa revista de moda en Argentina, un país con una rica conexión cultural y política con Estados Unidos. Para ella, este logro no solo resalta su versatilidad, sino que también subraya la importancia de seguir sus convicciones sin importar los prejuicios. "Es emocionante poder ser la cara de una revista de moda y, al mismo tiempo, una figura política", comentó, destacando que las mujeres pueden liderar con éxito en múltiples industrias.
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