
Explota el PJ cordobés: tres listas en camino y ninguna unidad a la vista
Tres espacios distintos representarían al PJ en la provincia: cordobesismo, kirchnerismo y el sector de De la Sota.
Todo indica que el PJ cordobés iría fragmentado en tres listas diferentes para las elecciones legislativas del 26 de octubre. A un mes del cierre de candidaturas, crecen las versiones, las internas y la desesperación en el PJ cordobés, que ya da por inevitable una derrota aplastante frente al fenómeno Milei.
El sector afín al gobernador Llaryora busca mantener el control del oficialismo con una lista dentro del sello Hacemos por Córdoba. Hasta el momento surgen más rumores que certezas: desde una posible candidatura de Juan Schiaretti, hasta la posibilidad de la vicegobernadora Myrian Prunotto. Lo cierto es que el oficialismo intenta mostrarse unido, pero las fisuras internas son cada vez más visibles.
La jugada de Schiaretti apunta a posicionarse como figura de peso nacional, apuntalando la proyección de su armado cordobés. Así, apuestan a una alianza con "Somos Buenos Aires" para evitar un naufragio electoral, aunque reconocen que sin unidad, el piso electoral podría derrumbarse.

De la Sota rompe con el oficialismo provincial y lanza su propia lista
En un giro que sacude al peronismo, la diputada nacional Natalia de la Sota decidió competir por fuera del espacio que fundó su padre. El quiebre con Llaryora, irreconciliable, tiene raíces políticas profundas. De la Sota rechaza profundamente avalar al gobierno de Javier Milei y marca una postura crítica, mientras que el llaryorismo juega a la tibieza.
La estrategia de Natalia es doble: despegarse del kirchnerismo pero también diferenciarse del cordobesismo sin romper del todo. Busca conservar su banca y reposicionarse pensando en 2027, aunque su jugada es riesgosa: sin estructura fuerte y con un electorado peronista dividido, el camino es cuesta arriba.
En su entorno reconocen que el vínculo con Schiaretti está roto desde hace años. Ni siquiera hubo intentos reales de acercamiento. El “operativo unidad” entre los dos apellidos más importantes del PJ cordobés ya fue enterrado.

El kirchnerismo completa el caos: va solo con Carro
A este escenario se suma el kirchnerismo, que también se lanza por fuera con lista propia. El diputado Pablo Carro sería el cabeza de lista, acompañado por Gabriela Estévez. Es el sector más combativo y el único con un discurso abiertamente confrontativo con el gobierno nacional: Ni Llaryora ni De la Sota quisieron saber nada con ellos.
Carro busca renovar su banca con apoyo de sindicatos y organizaciones sociales afines al kirchnerismo. Su campaña será dura contra Milei, pero también contra los sectores “colaboracionistas” del PJ cordobés, a quienes acusan de haber entregado la provincia al libertarismo.
Intentaron acercarse a De la Sota, pero el diálogo nunca prosperó. El kirchnerismo irá por su cuenta, apostando a consolidar su base y sostener presencia en una provincia históricamente esquiva.

La interna peronista, al borde del colapso
Por primera vez desde que el PJ gobierna Córdoba, el peronismo podría llegar a una elección nacional completamente dividido. La boleta única, que debuta en esta elección, dejará a la vista el grado de fragmentación. En los tres espacios admiten en privado que la ruptura es irreversible.
El 7 de agosto se conocerán las alianzas, y el 17 las candidaturas definitivas. Hasta entonces, todo puede pasar, pero las chances de unidad son mínimas.

Las tensiones crecen y los intendentes ya toman posición, pensando en cuidar el territorio ante lo que muchos consideran inevitable. Y ello es una elección donde Milei arrase en Córdoba y el PJ termine sin rumbo, dividido, herido y sin liderazgo claro.
Schiaretti, mientras tanto, guarda silencio, mide encuestas, teje en Buenos Aires y evalúa su próxima jugada. Ni su nombre podría ser capaz de garantizar nada. El peronismo cordobés parece haber entrado en una guerra fría que nadie puede frenar.
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