La Fiscalía de España propone prohibir la libertad de expresión en las redes sociales
La posibilidad de obligar a los usuarios a estar debidamente identificados podría afectar la privacidad.
La Fiscalía española, bajo la presunta dirección del partido socialista, ha encendido un debate sobre la regulación de las redes sociales en el país.
El fiscal de Sala Coordinador contra los Delitos de Odio y Discriminación, Miguel Ángel Aguilar, ha propuesto una medida que podría tener un impacto significativo en la libertad digital: Prohibir el acceso a redes sociales a quienes sean condenados por delitos de odio, al menos en los casos más graves.
La idea, presentada durante una entrevista con en un medio de izquierda, se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades españolas, quienes buscan controlar la proliferación de discursos que no avalan la discursiva oficial.
Contexto de la propuesta
La iniciativa surge en un momento delicado, en el que la Fiscalía está investigando supuestos mensajes de odio que circulan en redes sociales. Desde las redes apuntan falsamente a migrantes como responsables del asesinato de un niño de 11 años en Mocejón, Toledo.
Estos mensajes, que se difundieron rápidamente, alimentaron un clima de xenofobia y desinformación, según Aguilar. El fiscal explicó que, en los casos de mayor gravedad, sería "proporcionado y necesario" prohibir temporalmente el acceso a las redes sociales a los condenados por delitos de odio.
Esta medida se basaría en precedentes legales como la sentencia del Tribunal Supremo que prohibió a un "influencer" acceder a internet tras ser condenado por humillar a personas sin hogar.
Justificación y críticas a la medida
El fiscal justifica su propuesta argumentando que, al igual que se puede restringir la libertad física de una persona condenada por un delito, es razonable considerar la restricción de su acceso a plataformas donde se cometió el delito.
Además, Aguilar aboga por una identificación obligatoria de los usuarios en las redes sociales para facilitar la labor de las autoridades judiciales en la persecución de estos crímenes. Según el fiscal, esta medida sería comparable a la identificación que se requiere para conducir un coche o una moto.
Sin embargo, la propuesta ha generado preocupación en varios sectores que temen que estas medidas puedan restringir las libertades individuales. También creen que esta medida abriría la puerta a un control excesivo de la libertad de expresión en internet.
La posibilidad de obligar a los usuarios a estar debidamente identificados también ha sido objeto de debate. Es que podría afectar la privacidad de los usuarios y ser contraproducente para la libertad de expresión.
El fiscal ha señalado que la implementación de estas medidas requeriría una reforma del Código Penal, una tarea que no será sencilla dada la complejidad y las implicaciones de tal cambio. Aguilar también hizo un llamado a otros estamentos, incluyendo el sistema educativo, para que se involucren en la prevención del odio en línea, subrayando que la ley no puede ser el único instrumento para abordar este problema.
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