El Gobierno de Milei inauguró una planta compresora y completó el Gasoducto Libertad

La empresa Energía Argentina (Enarsa) anunció este jueves el inicio de operaciones de la Planta Compresora de Salliqueló, ubicada en Buenos Aires, así como la finalización de la primera fase del Gasoducto Libertad (ex Gasoducto Presidente Néstor Kirchner). El kirchnerismo había completado solo un 20% en 4 años, y el Gobierno de Javier Milei terminó el 80% restante en tan solo 10 meses.

El aumento en la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta generará un ahorro de 130 millones de dólares en 2025 al reemplazar importaciones de combustible durante el invierno, según las estimaciones oficiales.

Las empresas constructoras Contreras Hermanos y Eusuco concluyeron la edificación de la planta, que tiene como finalidad la compresión del gas para incrementar la capacidad del ducto en aproximadamente 5 millones de metros cúbicos diarios. Esto se suma a la Planta Compresora de Tratayen, ubicada en Neuquén, que se encuentra en el extremo opuesto del gasoducto.

Enarsa declaró que con estas obras se prevé que la capacidad total del Gasoducto Libertad sea de 21 millones de metros cúbicos diarios.

"Sin embargo, la capacidad de transporte ha sido superada, alcanzando una inyección de 23 MMm³/día. Así, la puesta en marcha de la Planta Compresora Salliqueló desafiará la capacidad de transporte de los tramos finales del Neuba II, posibilitando una plena utilización de los gasoductos en sus potencialidades actuales", indicaron.

"El ahorro proyectado de este volumen para 2025 se estima en 130 millones de dólares para el país, fundamentalmente por el reemplazo de combustibles líquidos durante el invierno. El total de la inversión comprometida en los contratos es de 120 millones de dólares", añadieron.

El Gasoducto Libertad, aún sin haber estado terminado, comenzó a operar el 9 de julio de 2023 por orden del gobierno kirchnerista, que lo intentó utilizar con motivos políticos, pero hasta finales de ese año funcionó a menos del 50% de su capacidad, transportando solo 11 millones de metros cúbicos diarios.

La construcción de las plantas compresoras estaba prevista el último año del gobierno de Alberto Fernández, pero debido a la desastrosa gestión económica y al populismo kirchnerista durante las elecciones, se terminó demorando el proyecto. Finalmente, la gestión de Javier Milei normalizó la situación y completó todas las obras.

Próximamente, también comenzará a operar la reversión del Gasoducto Norte, una obra determinante que facilitará el transporte del gas de Vaca Muerta a siete provincias del norte argentino y reducirá las importaciones.

Esta obra implica una ampliación y un cambio de dirección del ducto que anteriormente transportaba gas desde Bolivia. En este contexto, Argentina dejó de importar gas del país vecino este mes, después de casi 18 años, período en el cual se adquirieron fluidos por casi 20.000 millones de dólares.

La obra aportará 5 millones de metros cúbicos diarios de gas, con la posibilidad de aumentar este volumen a 4 millones más en una segunda fase. El gas beneficiará a hogares, comercios, estaciones de servicio y fomentará el desarrollo de la actividad litífera en provincias como Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.

La inversión en la reversión fue de 713 millones de dólares, de los cuales aproximadamente 530 millones fueron financiados por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).

Con el plan original del Gasoducto Norte, se esperaba un ahorro en importaciones de casi 2.000 millones de dólares anuales a partir de 2024. Sin embargo, el gobierno kirchnerista no completó el proceso de licitación de las obras, lo que llevó a la necesidad de negociar un mayor suministro de energía desde Bolivia y de electricidad desde Brasil.

Durante los primeros siete meses de 2024, el sector energético generó ingresos por 4.920 millones de dólares, superando el monto del mismo período en 2023, gracias a menores importaciones (por el Gasoducto Libertad y precios más bajos) y a un aumento en la producción de hidrocarburos.

Estas cifras corresponden al saldo comercial que publica mensualmente el INDEC y que fue analizado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).

El secretario coordinador de Energía y Minería, Daniel González, afirmó que el superávit de la balanza energética podría cerrar 2024 con un saldo positivo de entre 4.000 y 5.000 millones de dólares, lo que representaría la mejor cifra de los últimos 15 años. El funcionario proyectó que ese resultado podría duplicarse en el próximo año.

En 2023, esta balanza presentó un déficit de 600 millones de dólares, mientras que el acumulado de las últimas dos décadas refleja un rojo de 150.000 millones de dólares, resultado de un proceso de tarifas controladas y un mercado fuertemente regulado.

De acuerdo con los cálculos oficiales, la consultora Economía y Energía estimó que el sector energético finalizará 2025 con un saldo positivo de 5.000 millones de dólares en la balanza comercial. 

"Se espera que en 2025 la balanza comercial energética continúe mejorando, alcanzando un superávit superior a los 7.300 millones de dólares, gracias al aumento de las exportaciones, especialmente de crudo, y a la reducción de las importaciones", sostuvieron.