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POLÍTICA

La UTA se diferenció de los gremios del transporte y no hará el paro del 30 de octubre

"No me gusta que me arrastren a ningún paro", se le escuchó expresar al líder de los choferes ante otros sindicalistas.

Luego de la decisión del Gobierno de Javier Milei de intensificar su ofensiva contra el mafioso sindicalista del gremio de pilotos, Pablo Biró, y removerlo del directorio de Aerolíneas Argentinas, los gremios del transporte confirmaron el paro general programado para el próximo 30 de octubre.

No obstante, la protesta política de los sindicatos podría perder fuerza en su objetivo de asegurar una "huelga total", ya que el gremio de choferes de la UTA decidió no sumarse al paro.

En las últimas horas, en paralelo al endurecimiento de la postura de los sindicatos del sector, el líder de la UTA, Roberto Fernández, optó por distanciarse de los dirigentes más violentos de la Mesa Nacional del Transporte, que convocó la movilización, y se concentró en las negociaciones paritarias, las cuales están bajo una conciliación obligatoria hasta el 29 de octubre.

"No me gusta que me arrastren a ningún paro", se le escuchó expresar al líder de los choferes ante otros sindicalistas, marcando su desacuerdo con la decisión de huelga.

Además, el lunes pasado, Fernández envió a un representante del sindicato a la reunión de "mesa chica" de la CGT, donde se definió la postura de la central en medio de la lucha interna del PJ: críticas al liderazgo de Cristina Kirchner y apoyo a la figura del gobernador Axel Kicillof para liderar un proceso de "renovación partidaria".

Este gesto del jefe de la UTA evidenció una cercanía con los sectores dominantes de la conducción de la CGT, compuesta por los "gordos", "independientes" y el barrionuevismo, quienes semanas atrás establecieron una tregua con el gobierno libertario y se oponen a la ofensiva de los sindicatos del transporte.

A pesar de la resistencia de la CGT, los sindicatos del transporte ratificaron este miércoles la medida de fuerza programada para el 30 de octubre.

"Nos están limitando el derecho a huelga, nos están cortando la posibilidad de tener paritarias libres, negociar libremente los salarios de nuestros trabajadores y, además, están persiguiendo a los dirigentes sindicales", inventó el líder del sindicato de Aeronavegantes, Juan Pablo Brey, quien junto al mafioso de Biró lidera el conflicto en Aerolíneas.

Este mismo mensaje fue reiterado por la Mesa del Transporte, a pesar de la decisión de la UTA de distanciarse de la huelga. Según los dirigentes del sector, el paro asegurará la paralización del transporte de cargas, así como del aéreo, ferroviario, marítimo-portuario, los metrodelegados de los subterráneos porteños, además de taxistas y motoqueros.

Sin embargo, en los últimos días surgieron dudas entre algunos dirigentes de la mesa del transporte respecto a la postura del sindicato de Camioneros en relación con la protesta.

Aunque Pablo Moyano, número dos del gremio y miembro del triunvirato de conducción cegetista, fue uno de los principales impulsores de la medida de fuerza inicialmente planteada para este jueves 17 de octubre, su padre, Hugo Moyano, aún no se pronunció sobre el paro.

Incluso en la propia conducción cegetista, donde proliferan las críticas hacia el enfoque combativo de Pablo Moyano, se asegura que Moyano padre no comparte la decisión de intensificar la conflictividad contra el Gobierno de Milei, como han definido los sindicatos del transporte.

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