
Descubren que el veneno de abejas puede tener un uso terapéutico contra el cáncer
Una investigación reveló que el veneno de abeja podría usarse con fines terapéuticos.
Un estudio internacional descubrió que la apitoxina, el veneno de abeja, afecta el funcionamiento del sistema vascular.
El hallazgo abre nuevas posibilidades para su uso en tratamientos terapéuticos, aunque también advierte sobre sus riesgos.

¿Qué reveló la investigación sobre el veneno de abeja?
El trabajo fue liderado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y publicado en Toxicological Sciences, una revista de la Sociedad de Toxicología de EE.UU.
El equipo comprobó que el veneno puede ser perjudicial para las células de los vasos sanguíneos, ya que disminuye su capacidad de dilatación.
Posibles aplicaciones médicas
A pesar de los efectos negativos, el estudio también indica que la apitoxina podría ser útil en enfermedades en las que las venas y arterias no funcionan correctamente.

Las pruebas se realizaron tanto en células humanas como en modelos animales.
¿Quiénes participaron del estudio?
El equipo fue coordinado por Francesc Jiménez Altayó, de la UAB. El estudio incluyó expertos de la Universidad de Barcelona y de la Universidad de La Habana.

También colaboraron investigadores del Instituto de Salud Carlos III, a través de los centros Cibercv y Ciberned.
¿Qué es la melitina?
La apitoxina está compuesta por varias moléculas bioactivas. La más importante es la melitina, que representa casi el 44 % del total.
Este componente tiene efectos conocidos sobre el sistema cardiovascular, pero su aplicación clínica todavía enfrenta limitaciones por cuestiones de seguridad.

Riesgos asociados a la picadura de abejas
- Choque anafiláctico
- Fallo renal
- Daños cardiovasculares tras múltiples picaduras
El estudio analizó cómo actúan tanto la apitoxina como la melitina sobre células humanas y arterias de ratones, revelando un impacto negativo en la capacidad de relajación vascular.
¿Qué riesgos se detectaron en personas vulnerables?
Según Jiménez Altayó, los efectos negativos se observaron con dosis similares a las de múltiples picaduras.

Pero personas con mayor sensibilidad podrían experimentar daños incluso con una cantidad menor de veneno.
¿Se puede usar el veneno para tratar el cáncer?
Los científicos también analizaron cómo la apitoxina afecta el óxido nítrico, una molécula que regula la dilatación de los vasos sanguíneos.
En algunos casos, esta alteración podría aprovecharse para interferir con la irrigación de ciertos tumores, afectando su crecimiento o su respuesta a los tratamientos.
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