
La Justicia dictó una condena de 33 años para el asesino de Florencia Aranguren
El hombre que asesinó a la joven argentina en Brasil en 2023 recibió una sentencia tras un juicio largo y revelador
Carlos José de França, el asesino de Florencia Aranguren en diciembre de 2023, fue condenado a 33 años de prisión. El crimen, que conmocionó a la comunidad de Búzios, Brasil, ocurrió mientras la joven paseaba a su perro. Tras un juicio que duró varias horas, un jurado popular dictó la sentencia contra el femicida.
Florencia Aranguren, una joven argentina de 31 años, había llegado a Brasil con la intención de comenzar una nueva etapa de su vida. Apenas tres días después de mudarse a Búzios, encontró la muerte mientras caminaba por un sendero junto a su perro, Tronco. El 6 de diciembre de 2023, su cuerpo fue hallado sin vida, con 18 puñaladas, en un rincón apartado del barrio José Gonçalves.
El juicio que se llevó a cabo el 9 de abril de 2025 en el Fórum da Comarca de Armação dos Búzios determinó la culpabilidad de de França, quien fue arrestado tras ser identificado en las cámaras de seguridad de la zona. Las pruebas en su contra fueron contundentes: rastros genéticos de su persona fueron encontrados bajo las uñas de Florencia, lo que indicó que la joven había intentado defenderse. La Fiscalía había solicitado una pena de 40 años, pero la sentencia final fue de 33 años.

La conmovedora reacción de la familia
Mariana, hermana de la víctima, se mostró conforme con la sentencia, aunque reconoció que nunca podrá llenar el vacío dejado por la muerte de Florencia. "La justicia se hizo, pero no nos devolverá a Flor", comentó en una entrevista al medio Infobae. A pesar de que el caso fue difícil para la familia, ellos se sintieron acompañados durante todo el proceso judicial por el grupo de fiscales y la Justicia brasileña.
La acusación contra de França se basó en varias pruebas clave, como las manchas de sangre encontradas en su ropa y las contradicciones en su testimonio. El hombre había intentado defenderse alegando haber sido golpeado en la cabeza, pero los exámenes demostraron lo contrario. Además, los investigadores confirmaron que su historia de estar en otro lugar en el momento del crimen era completamente falsa.

En las imágenes de seguridad, de França aparece dirigiéndose al lugar del crimen poco después de que Florencia desapareciera de la vista. Además, al ser arrestado, el perro de la víctima reaccionó de forma inusual, lo que reforzó las sospechas sobre su culpabilidad.
La condena cerró un capítulo doloroso, pero la familia dejó claro que, aunque la justicia fue servida, nunca regresarán a Búzios, pues el recuerdo del horror vivido los marcará para siempre.
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