Ruptura sin retorno: Mirtha Legrand y su ex chofer irán a juicio tras años de tensión

La histórica relación entreMirtha Legrand y su chofer, Marcelo Campos,  terminó en medio de acusaciones, tensiones acumuladas y una demanda millonaria. Luego de intentos fallidos de conciliación, el caso avanza hacia los tribunales.

Campos había sido despedido meses atrás por decisión de  Nacho Viale,  nieto y productor de la conductora. El conflicto estalló cuando el ex chofer exigió un ajuste salarial y el pago de horas extra acumuladas durante años de servicio.

Durante un tiempo, el entorno de la diva buscó un acuerdo económico para evitar el juicio. Sin embargo, tras varias audiencias sin éxito, las partes decidieron llevar el asunto a la Justicia.  Ahora, Campos prepara un arsenal de pruebas y testigos.

Testigos, reclamos millonarios y tensiones internas

Según revelaron periodistas del espectáculo, Marcelo Campos ya había intentado plantear sus reclamos años antes. En noviembre de 2023, habría mantenido una conversación directa con Mirtha, donde expresó que cobraba por debajo del convenio y no recibía el pago por horas extras.

Luis Bremer explicó que la conductora lo derivó al contador de la familia, prometiendo una solución. Pero la situación escaló cuando, en 2024, se organizó una reunión clave con la presencia de Legrand, su nieto, el contador y el propio Campos. Pese a ese encuentro, el conflicto no se resolvió.

Tiempo después,  le prohibieron el ingreso al departamento donde trabajaba y lo relegaron a permanecer solo en la cochera. Según fuentes del entorno, también se le negó acceso a lugares básicos, como el comedor o el baño.

Frustrado, el ex chofer comenzó a advertir que se retiraría puntualmente si no llegaban a un acuerdo económico. Finalmente, esa tensión derivó en su despido.

Ahora, Campos reunía testimonios de fotógrafos, productores y cronistas que trabajaron tanto en Mar del Plata como en Buenos Aires para acreditar la magnitud de sus funciones.  Entre los testigos convocados habría incluso personas cercanas a Legrand.

Además del dinero por salarios impagos, reclamaba servicios telefónicos utilizados durante años, con una cifra estimada de seis millones de pesos.